Interrumpo la situación de abandono de este blog para contar un tema que me ha parecido interesante. En verdad, existe gente con muchísimo más tiempo que yo, más profesionalidad y dedicación que puede verse en You Tube y en Twitch, las dos redes de vídeo en diferido y en directo que más triunfan en estos años veinte. Recientemente he visto varios vídeos de un Youtuber al que recomiendo encarecidamente seguir. Su nick es Lord Draugr y se define como periodista independiente, si bien está especializado en temas de estafas en Internet. Obviamente, este chico puede contar muchísimo mejor que yo sobre el tema y además currándose investigaciones alucinantes. Pero también pondré en contexto un vídeo en concreto que me recordó a una experiencia previa de hace tiempo. Hablaremos un poco sobre redes fradulentas de ligue en Internet.
En el vídeo que inserto a continuación de este párrafo habla sobre su investigación a raíz de esos banners en algunas webs (no necesariamente de piratería) que aseguraban que había cientos de "mujeres maduras solteras" (a veces con una nacionalidad concreta) precisamente en nuestro pueblo o a escasos kilómetros. Esos banners nos llevaban a webs para registrarnos en una red social aparentemente de tipo Meetic o Badoo cuyo registro (como siempre) es gratuito, pero luego resulta que para poder enviar mensajes nos obligan a PAGAR siendo gratuitos una pequeña batería de mensajes inicial y recibiendo decenas de mensajes de mujeres así de la nada sin ni tan siquiera tener foto. Su investigación le llegó a destapar a una empresa que operaba fuera de la Unión Europea, EEUU o Japón (en este caso en Tailandia) como casi todas las metidas en este ajo. Pero lo peor no era el hecho de tener que pagar y pagar por mandar mensajes, sino que los perfiles de mujeres eran todos FALSOS. Probablemente la mayoría sí eran mujeres pero realmente lo que había detrás era una persona cuyo único interés era mantener al incauto engatusado y que siguiera pagando, rodando el bucle para poder llevarse sus comisiones. Pero vamos, lo mejor es que veáis el vídeo entero y no de más spoilers:
Bien, pues esta experiencia (el vídeo tiene 3 años pero sigue siendo totalmente actual) me recuerda a una que tuve hace más de 20 años, cuando tenía aproximadamente la mitad de edad que tengo ahora. Había enterrado en mi memoria ese recuerdo, como sucede por ejemplo de manera simbólica en la película de animación Del revés de Disney/Pixar. Pero regresó. Era un momento en que pasaba del aburrimiento a la tristeza de estar sin pareja. Un momento de fragilidad personal en que sería presa fácil. Me había apuntado a varios chats y llegué a una página en la que me apunté con mi propio teléfono y cuyo nombre no recuerdo bien. Pero tenía la palabra SMS. Sí, esos mensajes que en tiempos "prehistóricos" mandábamos con los móviles Nokia que la única aplicación que tenían era el juego de la serpiente. Había algunos perfiles de chicas y llegué a escribir a varias. Una de ellas una tal Inés, morena y supuestamente de Murcia. No me contestó. Hasta que pasaron algunas semanas y me llegó un SMS de una chica que supuestamente había visto mi perfil...
Le pregunté si era Inés y me contestó que sí. Desde entonces, durante nos estuvimos mandando mensajes. Pero la diferencia era que mientras en los míos apuraba al máximo el número de caracteres los suyos eran mucho más cortos y asépticos, dando muy pocos detalles de sí misma y preguntando cosas. Por aquél entonces, yo sólo era un universitario que no tenía ni cuenta exclusivamente a su nombre y no tenía contrato de móvil, sino simplemente tarjetas de recarga. De esas que pagabas 15 euros pero como llevaba IVA incluido realmente sólo recargabas 12,40 (el IVA estaba al 16%). Los mensajes eran carísimos y enseguida tuve que volver a recargar pagando 15 euros. Y es que esos mensajes no eran a coste estándar de 30 céntimos sino premium, de más de un euro. En ese momento le dije a Inés que mejor le daba el Messenger que sería más rápido y gratuito. Ella se negó contestando que "no tengo nada de eso, prefiero el móvil, me es mucho más cómodo". Le insistí y le dí la dirección y respondía que le aparecían astericos: "cari me sale ****** que es esto????". Probé también con el número de teléfono y nada, pese a escribir en letras los números. Así que en el tercer día, tras volver a consumir otros 15 euros y tener que recargar de nuevo, opté por querer cortar la conversación. Su respuesta en esa mañana fue "hola cari qué dicesssss??" sin más. Le mandé una última respuesta y ahí sí que opté por no contestar más.
Posteriormente, me mandó dos mensajes más intentando que respondiera. En el primero simulaba que cantaba y en el segundo, al día siguiente, escribió: "bueno, ya me he dado cuenta de que eres duro de pelar. Pero, sabes? no me importa dejarme los cuernos intentándolo. Vamos, dame una oportunidad". Pero ni caso. Me quedé con la sensación de haber sido estafado con 30 euros. Borré mi perfil de la web y ya no quise saber nada. Muy probablemente era alguien contratado por un personaje para precisamente lo mismo que en el vídeo de Lord Draugr: mantener enganchado a la persona que escribe.
Así que esa estafa de los SMS no es nada pero nada, nada de nada comparado con lo que hay ahora, aunque fue el inicio de todo. Hoy día hasta te pueden invadir con mensajes de Telegram ó Whatsapp sin venir a cuento, si bien en este caso último te figura el lugar de donde es el prefijo del teléfono. Lo mejor es pararse a pensar y entender que no merece la pena destinar dinero continuo para conversar con una persona que pueda estar fingiendo e incluso recurrir al chantaje emocional. Y es que otra de las vertientes de estafa son los llamados "estafadores/as del amor". Sobre todo hombres, porque lamentablemente la debilidad emocional en las mujeres maduras es mayor que en los hombres maduros que más bien pecan de debilidad lujuriosa. Por eso el discurso estafador se adapta a la situación personal de ellos y también a la económica, que no dudarán en averiguarla. Pero eso ya será cuestión de otro post.
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