miércoles, 7 de abril de 2021

El Real Murcia, en Tercera división "Pro"

Tras la derrota del pasado domingo en La Línea de la Concepción (Cádiz) ante el Linense, el Real Murcia queda prácticamente fuera de las posibilidades de acceder a la nueva segunda división B, la denominada Primera RFEF que es informalmente conocida como Segunda división B Pro. De esta manera, con cinco jornadas aún pendientes está a cinco puntos de desventaja del tercer clasificado y a seis del segundo, que es ni más ni menos que el último en conseguir ese acceso. De esta manera, pasamos a estar realmente en lo que sería una Tercera división mejorada, pero al fin y al cabo una cuarta categoría del fútbol español más alejados si cabe del fútbol profesional que abandonamos en 2014 de la manera más injusta posible. Por mucho que incluso en este blog se estuviese insinuando en denunciarme por parte de una empresa fantasma en 2015.

¿Quiénes son los culpables de este nuevo fracaso y de regresar 26 años después a la equivalente a Tercera división y que será la segunda vez en la historia centenaria de este club? Pues son muchos. Entre ellos hay que dedicar especialmente una mención a Julio Algar Pérez-Castilla como director deportivo. Es uno de los pocos casos en que existe unanimidad en absolutamente toda la afición murciana. Menos en la familia de este hombre. Ni la planificación de la temporada, ni la revolución de invierno, ni tan siquiera el cambio de entrenador han generado el viraje de rumbo necesario. Su política de fichajes ha sido realmente de chiste, revelándose que algunos de esos jugadores vinieron casi sin referencias y simplemente porque se pusieron a tiro. El lunes presentó su dimisión y a mi juicio llega tarde, después de que hace mucho tiempo se perdiese el objetivo de máximos que era pujar por el ascenso a Segunda División y luego el de mínimos que es de la "Segunda B Pro". Por si fuera poco, su mala relación con el entrenador Adrián Hernández, creó desde el principio un ambiente poco propicio.

El propio Adrián Hernández tampoco se salva, pues su estilo personal como míster ha chocado bastante en la categoría. Las canciones de Camela, los bailecitos tras una victoria y las arengas de ese tipo es posible que funcionasen en el Churra del Grupo XIII de Tercera y mucho, ya que ascendieron desde Preferente y luego jugaron dos temporadas consecutivas el Play-off de ascenso a Segunda B. Pero en un equipo histórico como el Real Murcia hace algo más y eso no quita que Adrián sea un gran murcianista y sienta al club. Pero no es suficiente con sentirlo y al final se ha notado que el club le venía grande. A su favor ha tenido que la afición mayoritariamente ha estado con él y que incluso en los peores momentos aún le defendía, pero igualmente comenzó a perder bastantes apoyos. Entre ellos el mío propio.

Pero las personas individuales no pueden disculpar al grupo. El nivel que han dado los jugadores ha sido lamentable. Tanto es así que ha hecho recordar a los "héroes" del descenso de 1995 en Gramanet. Hasta aquéllos, que no cobraban, demostraron tener más dignidad y lucha en el campo. En esta ocasión, nos referimos a un grupo que cobraban más o menos al día aunque con sueldo recortado. Entre ellos hay que destacar a Chumbi, el único goleador que fichó por el Marbella con una mejora de contrato espectacular e irónicamente se ha estrellado todavía más que el Real Murcia, con posibilidad de descender incluso a la equivalente a Regional Preferente. A mi juicio Chumbi se ha encontrado con lo que merecía tras su traición, pero las críticas se las han de llevar todos los jugadores que han manchado esta camiseta que la mayoría no merecían llevarla nunca. Pero que la situación económica del club les ha empujado para su suerte.

A todo esto, se le añade el varapalo judicial de la Audiencia provincial  de Murcia que daba la razón al empresario mexicano Mauricio de la Vega en el litigio sobre la propiedad del club y declaraba nulas las ampliaciones de capital de los años 2018 y 2019. Este asunto terminará en el Tribunal Supremo y llevará varios años la resolución del recurso de casación, si bien a día de hoy aún no se ha ejecutado la sentencia por parte del mencionado personaje.

Así pues, incertidumbre total en el peor momento posible y un Consejo de administración presidido por Francisco Tornel que al final ha decidido no dimitir en junio, algo que anunciaron tras conocer la anterior sentencia, sino que tratarán de trazar un plan B después de este doble fracaso. Una temporada 2021/2022 en la que puede haber rivales como el Mar Menor y el Pulpileño, pero también como el Marbella o el Hércules.

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