Demasiadas noticias y con extrema celeridad acontecieron en el día de ayer. En la tarde del martes, el Real Madrid sorprendía con un tweet haciendo público que Julen Lopetegui, entrenador de la Selección española desde la dimisión de Vicente del Bosque tras la Eurocopa 2016, se convertía en entrenador del Real Madrid. Días antes había dimitido Zidane debido a que no estaba contento con el rendimiento que había podido dar al club a pesar de las 3 Champions League consecutivas. Fue toda una sorpresa y entre ellos para el presidente de la Federación Española Luis Rubiales, al que sentó enormemente mal la noticia y haberse enterado 5 minutos antes de que se hiciera público. Al día siguiente, pese al intento de varios jugadores para convencerle, se impuso la decisión de Rubiales de destituir fulminantemente a Lopetegui y nombrar a Fernando Hierro entrenador. Todo esto a 48 horas del partido contra Portugal en el Mundial 2018 de Rusia. Alucinante.
¿Quién tiene la culpa? A mi entender, son varios los que han obrado mal. Primero, el propio Lopetegui que tendría que haber conversado en privado con Rubiales. Segundo, el Real Madrid por hacerlo público en ese momento, aunque es cierto que pasando las semanas sin entrenador los rumores se hubieran esparcido como la pólvora. Tercero, el propio Rubiales, ya que cambiar el entrenador a punto de comenzar el Mundial es una apuesta muy arriesgada. Y creo que esto último ha terminado por reventarlo todo.
Existen antecedentes de entrenadores que durante una competición internacional de selecciones han anunciado que se marchaban. Luis Aragonés, estando en semifinales de la EURO 2008, anunció que se iba al Fenerbace turco. Ahora bien, también es cierto que había declarado que dejaría la selección tras la competición que de la manera más exitosa terminó conquistando. Otro caso es el de Van Gaal, que en el pasado Mundial 2014 eliminó a España y se anunció su fichaje por el Manchester United. Llegó a semifinales siendo derrotada su Holanda por Argentina desde el punto de penalty. Ninguno de ellos fue destituido.
Tambíén existe una incongruencia y es que la Federación Española, en un comunicado, afirma conocer las negociaciones que existían entre el vasco y el Real Madrid. Con todo, no quito la responsabilidad de Lopetegui de no haber avisado con tiempo en el ámbito privado y de no recomendarle al Madrid que se esperase. Total, no creo sinceramente que aspiremos al título y de aquí a muchos, muchísimos años. Tal vez muchos ya estaremos muertos cuando España vuelva a ser campeona de un Mundial de fútbol. Así que no hubiera pasado nada por esperarse un par de semanas. Cuando iba a tener el honor de dirigir a la selección española de fútbol en un Mundial, se ha visto de patitas en la calle. Sin embargo, la gestión de la crisis creo que se ha hecho de manera desacertada.
Pese a mi visión pesimista, ¿qué podrá hacer la selección después de un pésimo Mundial 2014 en el que fue eliminado en primera ronda y una EURO 2016 apeada en Octavos? Me temo que si termina fracasando por tercera vez consecutiva (no llegar ni a Cuartos) la culpa será del Madrid y de Lopetegui. Y si logra el éxito, de Rubiales y no tanto de Fernando Hierro. Quiero dejar claro que a este último le deseo toda la suerte, pero la va a necesitar y mucho. Ha sido muy bien jugador pero como entrenador no tiene muchos pinitos, salvo dejar al Real Oviedo 8º en Segunda cuando el objetivo era jugar el play-off de ascenso a Primera.
De momento, vamos a esperar mañana al debut contra la Portugal de Cristiano Ronaldo a las 20:00 horas. Ojalá no se note en exceso el terremoto provocado, pero se me antoja muy complicado.
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