viernes, 29 de abril de 2016

Los visitantes vuelven 18 años después

Este verano se estrena en España la película Los visitantes la lían en la Revolución Francesa. Se trata de una comedia del país galo que da continuidad a una historia que había quedado abierta hace nada menos que 18 años. No termino de entender por qué han dejado tanto tiempo, pero el caso es que Jean-Marie Poiré ha vuelto a contar con Jean Reno (La pantera rosa con Steve Martin) y Christian Clavier (Astérix con Gerard Depardieu), la pareja de caballero y escudero medievales que viajan por error a diferentes épocas ajenas a ellos. Y es que tras el gran éxito de Regreso al futuro, los franceses quisieron recurrir al tema de los viajes en el tiempo desde una óptica humorística con indudables tintes de crítica social. Los antihéroes son el conde Godofredo de Miramonte el audaz y Jacquoille, siendo este último en realidad un juego de palabras francés que vendría a significar Jack Cojón. De ahí que en la traducción española el nombre pase a ser "Del Cojón" El bribón.

La primera película, de 1993, se tituló Los visitantes: no nacieron ayer. La idea de enviar a unos personajes medievales a finales del siglo XX es atrayente y genera muchas situaciones graciosas por encontrarse en un mundo al que le es ajeno. Y junto con sus diálogos han convertido a esta película en una obra de culto como aquí pueda ser Amanece que no es poco. Pero la diferencia es que allí ha sido un absoluto éxito de taquilla y que recientemente se ha repetido con su tercera parte. Esta obra nos muestra cómo no ha desaparecido del todo la sociedad de clases, si bien la imagen que tiene la clase nobiliaria es muy distinta. Y en ocasiones se trata más de aparentar que de tener. Pero la pertenencia a una u a otro no la predetermina siempre la herencia de los antepasados. En cuanto al guión en sí, todo hay que decir que tras una acertada primera mitad la película empieza a perder fuelle y más que nada por los reducidos escenarios en que los personajes interactúan. En ese sentido creo que esta película pudo haber sido mucho mejor, dado que la situación de partida daba mucho juego. La pareja de protagonistas resulta muy divertida, pero el trabajo de Clavier resulta especialmente destacable con un doble papel, interpretando a su vástago de finales del siglo XX. El propietario del castillo de Miramonte, un individuo snob, de maneras afeminadas y muy engreído, que detesta a su antepasado. La película se cierra con un descacharrante final pero abierto, aunque hubiese valido también como cierre sin saga.

En 1998 se estrena Los visitantes regresan por el túnel del tiempo. Retoma la historia justo en el momento en que acabó la anterior, para presentarnos un nuevo problema que justifica otro viaje en el tiempo al siglo XX. En este caso descubren que las joyas del castillo habían sido robadas y hay que volver al futuro para recuperarlas. Pero el inconveniente real es que la película parece una secuela forzada. Se recuperan casi todos los personajes del film anterior, pero el guión contiene escenas prescindibles o innecesariamente largas. Y redundan en una duración inadecuada por cuanto en varias ocasiones desconocemos a qué quiere llegar realmente. Incluyendo algunos tramos en que un personaje del siglo XX aparece sin venir muy a cuento en el siglo XI durante un tramo. Los incondicionales de la pareja Reno-Clavier y en concreto de la cinta anterior asistirán a una película aceptable, pero con unas interpretaciones mucho menos efectivas que antes. Y sin más interés que el de conocer lo que sucede después del "abierto" final anterior. Sin embargo, se encontrarán con otro aún más. Puede decirse sin revelar demasiado spoiler a estas alturas que los protagonistas aparecieron de vuelta en plena época de la Revolución Francesa. Ahora, casi 20 años después y cuando parecía que jamás iba a ver la luz esa tercera película, resulta que ya la tenemos. El trailer no me termina de convencer mucho, pero por lo pronto es bastante probable que el efecto nostalgia se deje notar en la taquilla. De momento, la mayor parte de la crítica la ha vapuleado, pero alguna de ella sí que la acoge con buenos ojos.


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