Doraemon es una serie de manga y de animación creada en 1970 por el japonés Hiroshi Fujimoto, artísticamente conocido con el seudónimo de Fujiko Fujio. Se narran las aventuras y peripecias de un extraterrestre azul llamado Doraemon al que se le identifica como un gato pero no se parece prácticamente nada. Esa anécdota es lo de menos, sino que cuenta con una especie de bolsillo mágico por el que saca todo tipo de inventos. Artilugios que supuestamente solucionan problemas o cumplen ilusiones y a la postre causan líos a los que los usan. Concretamente a su amigo Nobita y a los compañeros de éste Shizuka, Suneo y Takeshi. Existen 45 tomos recopilatorios de la serie de cómic que no contienen todas las historietas publicadas, pero frente a esa larga colección y en el blanco y negro típico, existe otra más corta a todo color que llega a España gracias a Planeta Agostini.
En abril salió a la venta el primer tomito de la colección Doreamon Edición Color. Se trata de seis volúmenes en los que se recopilan historietas cortas no publicadas en los mencionados 45 tomos. Es una colección cortita y periodicidad mensual, pero para aquellos que no tienen nada del personaje es una buena forma de tener una selección y además en color. Las historias y situaciones que se cuentan en ellos están son bastante infantiles, pero pueden agradar a públicos de todas las edades si ya conocen al personaje. Fundamentalmente en la serie de animación, que como ocurre en cualquier otro manga, ha sido la puerta de la popularidad para este personaje en Europa y continente americano.
Yo jamás había leído un cómic de Doraemon. Únicamente he visto episodios de su serie de televisión en las autonómicas de Canal 9 y C33 y en Antena 3. Con la lectura de este primer tomo que salió este mes a la venta, no sólo he disfrutado de leer unas historietas graciosas, sino que también me he dado cuenta de que la forma de ser de los personajes no es exactamente igual a la del anime. Nobita y Shizuka se representan tal y como son, pero Suneo y Takeshi se convierten en una especie de matones que se meten constantemente con el protagonista. Cuando en la serie animada parecen desarrollar una amistad complicada pero sin ningún tipo de rivalidad. En el cómic existen muchas situaciones en que prácticamente se convierten en enemigos de Nobita y éste aprovechará los recursos de Doraemon para devolverles la burla. A pesar de que no exista crueldad alguna, parece que en la serie animada (con mucho mayor público potencial y de distintas edades) prefirieron evitar lo que parecería una imagen del bullying.
Es cierto que esta colección actual es muy corta y deja sin introducir a muchísimas historietas. Pero realmente no existe final en esta serie. El autor falleció en 1996 y como consecuencia de ello la serie quedó inconclusa, aunque ha sido continuada en dos ocasiones por otros autores y sigue publicándose a día de hoy. Es decir, algo muy parecido al caso de Shin Chan. Existe un rumor en la red sobre que Nobita era un niño en coma con cáncer y sin un brazo que se imaginaba aventuras con su peluche. Pero no, es absolutamente falso. Tras la desaparición de su creador, la serie de cómic y animación se ha continuado en dos etapas. La última arrancó en 2007 y aún continúa, siendo Doraemon un personaje de cómic con mucha historia al que se le tiene mucho cariño en Japón. Quizás más que en el siglo XX. El año pasado se estrenó su primera película en formato de animación por ordenador, que todavía no he llegado a ver.
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