El pasado domingo fue destituído José Manuel Aira como entrenador del Real Murcia después de perder 3-4 contra el Granada B. La fuerza del equipo, que era líder con varios puntos de ventaja frente al segundo, desapareció a partir de la jornada 27 en que precisamente finalizó una racha de 16 partidos sin perder. Desde entonces, en 11 partidos ha perdido 6 y todos ellos con los equipos inmediatamente perseguidores. Es más, lo más extraño de todo ha sido que 5 sucedieron en casa, en Nueva Condomina. Desde la jornada 14 era líder, pero la derrota en Cartagena de la nº 36 le hizo perder el primer puesto y de forma definitiva el domingo. Un auténtico desastre de equipo que llega de la peor forma posible al play-off, habiendo sumado 26 puntos en toda la segunda vuelta a falta del último partido. Algo parecido sucedió la pasada temporada en el Grupo I, pero el bajón no fue tan fuerte y pudo ser achacado a la confección rápida e in extremis de una plantilla recién descendida de la manera más injusta y caciquil en agosto de 2014.
El sustituto es José Luís Acciari, mítico jugador del equipo y que sin duda constituye una de las leyendas de este siglo XXI para el club murcianista. Ha conseguido dos ascensos a Primera y ahora tiene el reto de conseguir uno a Segunda división y como entrenador. Durante esta temporada ha entrenado al equipo filial, el Imperial de Murcia. Por desgracia, no pudo clasificarlo para el play-off de ascenso de Tercera a Segunda B, dado que ha quedado bastante descolgado de los puestos de cabeza. Pero a veces el destino reserva algo y puede que sea el momento. Qué duda cabe que se va a encontrar con unos jugadores muy bajos de moral y un vestuario roto. Pues aparte de la absoluta descomposición del equipo, se añade además que les ha sentado mal el despido de Aira, al que consideraban uno de los suyos.
Y a ese último respecto no puedo evitar ser crítico. Si tanto lo admiraban... haber corrido más en el campo, ¿no? De alguna manera se han convertido en responsables de la situación actual y, por ende, de la necesaria decisión del despido del entrenador. Que, por otra parte, también ha cometido fallos dejando participar a algunos jugadores que han bajado el nivel de una forma alarmante. Pero sorprende que los jugadores salgan al paso desacreditando a la directiva, como lo ha hecho Chavero en Twitter o el portero Fernando en declaraciones a los medios, manifestando su desacuerdo. En fin... más hablar en el campo y menos protestar por algo en lo que tienes tu parte de la culpa.
Este panorama es absolutamente incierto. Pero Guillermo Martínez Abarca (actual presidente interino y ni idea de por cuánto tiempo va a ser hasta la ampliación de capital) ha sido muy claro y sincero. Había que tomar una decisión. Puede que realmente esté todo perdido, pero si hasta el sábado pasado las posibilidades eran francamente nulas, ahora quizá haya alguna. Cambiar el chip. Y Acciari si algo va a aportar es su murcianismo y su pasión por el club. Además, el segundo entrenador seguirá siendo Óscar Sánchez, que fuera también su compañero. En las pocas ocasiones que le he escuchado, Acciari no descansa de dar voces e instrucciones en todo el partido. Aira era muy distinto. Pero también lo era para bien, ya que ha demostrado ser la antítesis de Julio Velázquez. He aquí la carta de despedida de Aira.
De haber podido conseguir el ascenso en una eliminatoria única con repesca en caso de fracaso a tener que superar tres eliminatorias. Primero quedará conocer el puesto final del equipo, si segundo o tercero dependiendo del resultado en Algeciras. Sólo diré que igual que han salido muchas veces las cosas mal (como las dos últimas temporadas) por estadística tiene que haber un año en que salgan bien. Y quisiera aferrarme a esa posibilidad, aunque me diga a mí mismo que no supere el 5%. Pero es que hasta hace poco era el 0,1%. Y el murcianismo tiene derecho a sentir esa ilusión como el 100% mientras pueda y más cuando se trata de "el Loco" el que ocupará el banquillo como entrenador. Un sueño que sin duda empezó a desear verlo realidad antes de retirarse del césped en 2015.
¡¡HASTA EL FINAL!! ¡¡VAMOS REAL!!
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