El Ministerio del Tiempo es una serie española que a día de hoy puede que haya quedado un poco en el olvido, pero no así para sus fans más fieles. Se estrenó su primera temporada en febrero de 2015 y tanto ésta como su segunda fue emitida en Televisión Española con importantes cifras de audiencia. Para su tercera temporada, inicialmente hubo problemas que amenazaban a su renovación, pero finalmente vio la luz y además contó con una subida fuerte de presupuesto gracias a la inversión de Netlix. De hecho, las tres temporadas pasaron a poder verse en esta popular plataforma. Lamentablemente, desde noviembre de 2017 no ha podido verse ningún capítulo más y tampoco hay noticias ni rumores de que vaya a haber una cuarta, por lo que la serie parece tristemente cancelada.
Javier Olivares es el principal cerebro de esta producción que mezcla la ciencia ficción con la historia, junto con su hermano Pablo que en paz descanse. El planteamiento de base consiste en la existencia de un departamento secreto del gobierno español que se encarga de proteger la Historia, velando porque nadie cambie el pasado ni el presente ni el futuro. En tiempos de los Reyes Católicos, fue entregado un libro que desvelaba una serie de puertas mágicas subterráneas por las que se podía acceder a distintas épocas. En el siglo XXI, sólo se puede acceder al pasado pero nunca al futuro.
Como digo, la serie aprovecha para darnos pequeñas pinceladas de nuestra historia y también para representar algunos de los personajes más emblemáticos: Felipe II, Adolfo Súarez, Cervantes, Goya, Velázquez (que incluso es un empleado del Ministerio y secundario habitual), Franco, Isabel la Católica, Lope de Vega, García Lorca, Luis Buñuel, Chicho Ibáñez Serrador... Pero también hay espacios para extranjeros como Houdini ó Hitchcock. Pero tampoco se convierte en un simple documental, sino que para no "aburrir" a los menos interesados o conocedores de la Historia ahonda mucho en el aspecto emocional y sentimental de los personajes. No están hechos de plástico, sino que se enfrentan con asiduidad a problemas y dilemas internos. Además, cada uno proviene de una época diferente y es curioso ver como chocan las mentalidades y reaccionan en sus misiones. A destacar el enorme Alonso de Entrerríos.
La marcha de algunos de los personajes más "fuertes" obliga a otros a ponerse en primera fila. Sin embargo, logran suplir esas ausencias con brillantez, por lo que aunque se echen de menos se potencian a otros y el público no queda decepcionado. También es destacable la existencia de papeles femeninos muy potentes, de manera que frente a otras series los hombres no resultan ser los protagonistas predominantes. Otro punto positivo de modernidad es que se trata la homosexualidad como algo absolutamente normal.
De esta serie se han lanzado a DVD y Blu Ray las dos primeras temporadas. La tercera, por desgracia, no. Supongo que tiene mucho que ver que haya sido emitida íntegramente en Netflix y que actualmente puedan verse los 34 capítulos de la serie ahí y entre ellos esos 13 de la última temporada. Estoy deseando que la lancen en BR, pero me temo que me voy a quedar con las ganas.
Existe un interesante merchandising, como dos libros, dos cómics y hasta un juego de mesa. De todo esto sólo me falta la novela, en la que aparecen todos los personajes y se vive una nueva aventura. El otro libro lo estoy leyendo actualmente y trata de anécdotas de la historia. Los cómics han sido publicados por Aleta Ediciones, titulados El tiempo es el que es y Mi tiempo se acaba. Cada uno contiene dos historias, pero es el último el que más me ha gustado puesto que se acerca más a la dinámica de un capítulo con su respectiva misión. En cuanto al juego de mesa, el tablero conforma las puertas del tiempo y las cartas van definiendo una misión concreta con su personaje histórico, por lo que es un entretenimiento seguro para los aficionados.
Poco más puedo decir salvo recomendar su visionado en la plataforma Netflix. Rodolfo Sancho, Aura Garrido, Nacho Fresneda, Cayetana Guillén Cuervo, Jaime Blanch, Hugo Silva, Natalia Millán y muchos más son los intérpretes de una fabulosa serie que cuando acabas el capítulo 34 te quedas con una lagrimilla de nostalgia. Pero merece muchísimo la pena disfrutar de esta serie de 10.
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