Este lunes 27 falleció Carlo Pedersoli, actor italiano más conocido por el nombre artístico de Bud Spencer. Cuando aún no era famoso más allá de su país, se dedicaba al deporte y de hecho llegó a ser campeón de natación en su país y participó en los Juegos olímpicos de Helsinki 1952 y Melbourne 1956. Pero muy pronto se convirtió en un icono del cine de humor de acción que ha tenido éxito en todo el mundo, famoso por contener escenas de 'ensalada de tortas' a tutiplén pero aptas para todos los públicos. Con ese sonido característico de los tortazos que multiplicaba el efecto de este humor slapstick que hoy ha pasado de moda pero tiene un indudable efecto nostálgico. A la edad de 86 años dio su adiós para siempre y deja en el recuerdo muchas películas que han llenado de sonrisas las infancias y juventudes de varias generaciones.
Su filmografía puede clasificarse según varios criterios. Primero están las que ha protagonizado él sólo. En algunas de ellas interpreta a un personaje con el apodo de Zapatones, pero en la mayoría es un perfil similar que va recibiendo diferentes nombres y en contextos distintos. Posiblemente la que deje mayor recuerdo es Banana Joe. Una graciosa película en la que se denuncian muchos aspectos que no han pasado de moda como la corrupción, el daño medioambiental, la lentitud de la burocracia (inolvidable escena), las injusticias contra el Tercer Mundo y las mafias. Bud se comporta en estado puro. Mitad bonachón, mitad cascarrabias, que regala plátanos a los niños y propina puñetazos hacia abajo a los corruptos.
Luego están las que ha coprotagonizado con Terence Hill, seudónomo de Mario Girotti. Unos pocos años más joven que él, que supo complementarse con él y contribuir al éxito de las buddy films de las décadas de los años setenta y ochenta. Por una parte hay que diferenciar las que encajan en el subgénero del Spaguetti Western de las que se centran en la época contemporánea. La primera película juntos, dentro del marco del Far West, fue Dios perdona... yo no (1967), dentro de la trilogía Cat Stevens y Hutch Bessy. Pero el éxito de la fórmula conjunta no explotaría hasta Le llamaban Trinidad, de 1970. Esta obra y su secuela, al igual que las tres anteriores seguía la dinámica de representar el Oeste americano de forma humorística, pero con un mejor guión. La última película de este tipo y a su vez la última de ambos se estrenó en 1994 con el título de En Nochebuena, se armó el belén.
Del resto de películas juntos, destaca Y si no, nos enfadamos (1974), que en España es más recordada por los fans debido a que se grabó en Madrid y tiene la peculiaridad de que podemos ver cameos de Fernando Esteso, Andrés Pajares y hasta Emilio Laguna de director de orquesta. Además, se asiste a un memorable final de reparto de tortas con un montón de globos en la sala. Pero tampoco me puedo olvidar de Quien tiene un amigo, tiene un tesoro (1981). Es también inolvidable la escena en la que comienzan a pelearse y termina haciéndose de noche y amaneciendo totalmente rendidos, al no haber sido capaz ninguno de ellos de derrotar al otro. Igualmente, también existen otros momentos francamente divertidos.
Descansa en paz, Bud Spencer. Su última palabra, según su hijo fue "gracias". No, no Bud. Muchas gracias a tí por haber llenado de sonrisas a tanta gente.
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