En la noche de ayer, Francia sufrió una terrible oleada de atentados perpetrados por la yihad islámica. Más de 120 personas han sido asesinadas entre tiroteos y explosiones. De la forma más cobarde posible. De la manera más ruin. Con un absoluto odio a los derechos humanos. Tamaña muestra de violencia deja en mantilla al salvaje atentado cometido en la sede de la revista satírica Charlie Hebdo, que a raíz de lo sucedido dejó de publicar viñetas parodiando a los radicales musulmanes. Con esa gente no se puede tener libertad de expresión alguna. Pero es que, por lo visto, tampoco se tiene derecho a la vida. Es increíble e indignante.
Francia ha decretado el estado de emergencia y se han cerrado las fronteras. En ese momento, todos nos acordamos de cualquier familiar o amigo que tengamos en Francia. Yo tengo un sobrino de Erasmus al sur del país, pero de cualquier manera afortunadamente se encontraba lejos de París cuando sucedió esta barbarie.
El terrorismo es un problema internacional muy grave. Ya hizo estallar sangre y lágrimas en EEUU en 2001, en España en 2004, en Inglaterra en 2005 y en Francia lleva dos veces en este 2015. La colaboración policial entre todos los países democráticos debe ser permanente. Porque esta gentuza de mala muerte, que muchos de ellos se inmolan después de realmente haber perdido la dignidad humana, puede atacarnos a cualquiera y en cualquier momento. La policía francesa ha llegado a cargarse a varios y desde luego que no siento pena ninguna por esos despojos.
Lo peor de todo es que esos fascistas islámicos provocan que haya gente que generalice. Ser musulmán, católico, judío o protestante puede ser una religión de paz o de guerra según como la tome cada uno. No son más que creencias, cada uno tenemos las nuestras. Pero cuando las transformamos en violencia nos hacen perder la distinción con los animales. Y es el momento en que hasta un ratón puede expresar más cariño.
También tengo que dar una colleja a los medios de comunicación en España. Sólo TVE 24 horas, 13TV y TV3 han sido los únicos canales que interrumpieron su emisión para ofrecer cobertura de lo que estaba pasando. En Mediaset, en cambio ahí siguieron con su Sálvame. Absolutamente bochornoso, pero no tendría que ser motivo de sorpresa.
Sin nada más que añadir en un trágico fin de semana, un abrazo a nuestros hermanos vecinos los franceses.
No hay comentarios:
Publicar un comentario