El pasado domingo tuvo lugar la gala de entrega de los premios Goya del cine español. Admito que no soy un espectador muy frecuente de nuestro cine patrio y a pesar de que algunas de ellas consten en mi colección particular, si tuviera que enumerar unas cuantas de las últimas que he visto se encontrarían bastante espaciadas en el tiempo. Sin embargo, entre las nominadas sí había una que había visto recientemente y en concreto en plena Navidad. Futbolín (Metegol en su nombre original), dirigida por Juan José Campanella, era una cinta de animación que aspiraba a hacerse un hueco en un tiempo propicio para ver películas infantiles. Pues bien, la cinta de producción argentina, española y mexicana se ha alzado con el Goya a la mejor película de animación, para regocijo y satisfacción mía y de mi novia que aquél día de diciembre, sorprendentemente, eramos los únicos de toda la sala viendo la película. Sí, sí, los únicos.
¿Qué pudo pasar ese día? Quizás el hecho de que acabaran de pasar los días de Nochebuena y Navidad pudo desalentar a la gente a salir al cine, pero nos pareció raro ser los únicos. La única vez que nos ha pasado. Si no llamó la atención ese día, bien que los espectadores se lo pierden porque nos pareció una película original con mensajes muy bonitos. Recuerda un poco a Toy Story en el sentido de que en esta ocasión son jugadores de futbolín los que cobran vida y tienen sentimientos como las personas, aunque al contrario que sucedía en la famosa trilogía de Disney y Pixar, los protagonistas saben que los muñecos son algo más que eso.
La historia se inspira en un cuento de Roberto Fontanarrosa, titulado 'Memorias de un wing derecho'. Amadeo es un chico tímido que logra convertirse en un experto jugando al futbolín pero que se enfrenta a una gran amenaza por parte del ex campeón (el crack, doblado por Arturo Valls), que desea vengarse de la derrota que sufrió ante él, apropiarse del pueblo y arrebatarle a su chica, Laura. Para evitarlo, contará con unos amigos muy especiales: los dos equipos de la mesa de futbolín del bar y particularmente Capi, Loco y Beto. En ellos se esconden pequeños guiños a futbolistas famosos como Maradona o Valderrama.
No tendría mucho sentido que desvelara más aspectos del argumento, sino animar a que se vea esta película si aún no se ha hecho. La composición en sí de esta animación está magníficamente realizada. Los personajes están muy bien definidos y además ha sido la primera película de animación argentina que ha sido preparada para 3D. Se asegura mucha emoción y entretenimiento de principio a fin y para todos los públicos. En cuanto al desarrollo no me parece convencional y tampoco predecible como otras historias, sino bien estructurado y elaborado por lo que pienso que no tiene nada que envidiar a Dreamswork, Disney o Pixar. En la producción han participado Antena 3 y Canal Plus.
El director está muy contento por el premio, pero al mismo tiempo es humilde y reconoce que muchas veces estos galardones son más efecto del azar debido a que en ocasiones se hace un trabajo muy bueno y no es recompensado. De cualquier manera, para él le supone una inyección de ánimo para seguir trabajando en animación y hacer más películas. De hecho, no descarta preparar una segunda parte de la película en la que trataría una historia diferente pero de nuevo con personajes de futbolín. Y por cierto, no es el primer éxito que consigue Campanella, pues ya logró el Oscar a la mejor película de habla no inglesa por 'El secreto de tus ojos'.
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