En mi blog he llegado a contar algunas noticias tristes, pero ninguna llega a herirme el corazón cuando se trata de algo tan cercano y personal. Imposible me resulta escribir hoy algo distinto, cuando en esta semana una enfermedad del sistema linfático conocida como linfoma nos ha arrebatado para siempre la vida de la madre de mi futura mujer. Es una enfermedad que afecta a los ganglios linfáticos, dificultando el círculo de la sangre y que tiene muchas modalidades. El que ha sido este caso corresponde al de pulmón, impidiendo que se pueda respirar bien. Esta explicación que doy seguramente sea un poco imprecisa, pero realmente es lo que le ha dañado.
Han sido casi cuatro meses de constante lucha, de fuerza, de esperanzas, de miedo, de apoyo, de hospitales, de sonrisas y lágrimas, pero llegó el momento en que esta mujer no ha podido resistir un proceso muy similar al cancerígeno. Al menos sí que podemos decir que se ha dado todo por ella hasta el final y por supuesto ella misma también puso de su parte, pues demostró que aún siendo débil tenía mucha fuerza en su interior y no quería despedirse de sus hijos y esposo tan pronto. Hubo muchos momentos en que pensamos que la mejoría sería progresiva y saldría adelante, pero los linfomas y también la quimioterapia que se aplica son peligrosos y reducen considerablemente las defensas de la persona afectada. Ha llegado hasta donde podía.
En estos momentos apenas me salen palabras, sólo quiero decir que le agradezco enormemente tanto haber engendrado a la mujer que espero que me acompañe toda mi vida como por supuesto el excelente trato que siempre ha tenido cada vez que he estado en casa con ella presente. Lo que más me duele de todo es que no va a poder estar presente en nuestra boda y por lo tanto será una baja irreparable. Pero allá donde esté, no nos vamos a olvidar jamás de ella. Ni de sus lecciones, sus consejos, su cariño, su sonrisa y su inconmensurable amor a los suyos. Será mi suegra en el cielo y ahora más que nunca hay que luchar por seguir adelante y honrar su memoria cumpliendo muchas metas aunque no las pueda ver.
Por otra parte, hay que señalar también que existe una Asociación Española de afectados por el linfoma, mieloma y leucemia y esta es su Web. El 15 de septiembre se celebra concretamente el Día Mundial del Linfoma. Creo que es importante de que nos conciencemos tanto de la importancia de este tipo de enfermedades como de la necesidad de seguir avanzando en detectar y curarlas. Por lo que se refiere a los profesionales del Hospital Santa Lucía de Cartagena sólo puedo agradecerles su trabajo constante y su atención en todo este tiempo. Nuestra Sanidad pública es de calidad gracias precisamente a sus médic@s, enfermer@s y demás trabajadores.
Hasta siempre, María. Descansa en paz, perdóname aquellas cosas o situaciones que quizá no han podido gustarte y mil gracias por todo.
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