Hace 20 años, las noticias sobre la corrupción del gobierno socialista de Felipe González copaban las noticias en los medios. Ahora se trata del gobierno popular (o más bien impopular) de Mariano Rajoy, que habría estado pagando sobresueldos en negro y sin declarar a Hacienda desde precisamente aquella época. Nuevamente el periódico El Mundo se erige como centro de propagación de esta información, junto con El País aunque sea en menor medida. En un contexto en el que la crisis está socavando no ya los derechos económicos y sociales sino también la credibilidad en el funcionamiento de las instituciones, flaco favor se les hacen que se saquen a la luz estos hechos. Lo engañados que nos tienen a todos los gobernantes y hasta qué punto tienen secuestrada a la democracia, la que con tanto esfuerzo se consiguió implantar en España. El mini debate sobre el caso Bárcenas no ha servido para mucho, sólo para dejar claro que únicamente el ABC y La Razón creen este Gobierno y lo mismo hasta reciben también sobres de Moncloa.
El pasado jueves compareció Rajoy en el Senado (un lugar poco habitual, pero por motivo de las obras en el Congreso) el Presidente para hablar sobre este tema, pero no paró de echar balones fuera y trasladar el ataque de la oposición al propio Rubalcaba. No sin antes descargarse con Bárcenas señalando que confió en él y se equivocó. Curiosamente, a raíz de comentar eso, el ex tesorero que cuenta con altas cantidades monetarias en bancos de Suiza abandonó la habitación en la que estaba viendo la comparecencia, en la cárcel. Vamos, donde el pájaro merece estar pero no es el único. En definitiva, Rajoy enfocó su intervención donde quería, con vacías palabras de inocencia, sin responder a nada y con la dinámica del "y tú más" con el tema de los ERE y el recurso a que estaba siendo sometido a un procedimiento de "acoso y derribo". El caso es que el 72% según una encuesta de El Mundo cree que no dijo la verdad.
Rubalcaba le contestó subrayándole la necesidad de que se marche porque ha perdido autoridad. Resumió en una serie de ideas genéricas que el Presidente ha estafado a la sociedad española, pero no terminó de poner el dedo en la llaga. La verdad, si quiso enfocar el debate como una preparación previa a una eventual moción de censura no estuvo del todo acertado. El problema que ocurre en el PSOE es que hoy por hoy es imposible celebrar unas primarias en toda regla y ya se demostró con el pucherazo que hubo en Andalucía hace pocos días. Pero más bien lo que ocurre es que no hay ningún líder como en su momento lo fue Zapatero. Chacón y su indefinición con el tema catalán le han restado muchos puntos y Patxi López tampoco tiene una importante credibilidad. Da la impresión de que si sigue el señor Alfredo es porque no hay nadie que se atreva a coger el toro por los cuernos. Así, seguirán bajando.
Rosa Díez estuvo muy bien, muy incisiva con una batería de 20 preguntas concretas y directas que Rajoy se negó a contestar. Y no lo digo porque sea afiliado, sino porque fue la opinión generalizada en las Redes Sociales, hasta de periodistas o diputados más afines a otros partidos. En la prensa escrita, resulta chocante que sólo lo señaló The Economist, ensalzando dicha intervención. Sí, un periódico británico tuvo que decirlo, porque está visto que aquí la prensa española se reparte entre PP (ABC y La Razón), PSOE (El País) e IU (Público, El Diario). Sólo El Mundo en una encuesta obtuvo que quien mejor intervención tuvo en el debate fue Rosa Díez. Por este tipo de cosas, uno se siente más orgulloso de ser afiliado a UPyD, aunque se esparzan tantas mentiras y difamaciones, como la de que utilizaba boots para apoyar. Finalmente, el Grupo Parlamentario decidió presentar por escrito las preguntas al día siguiente.
Cayo Lara no estuvo mal, aunque chocó bastante el hecho de que pidiera que dimitiera Rajoy y convocara elecciones generales. Eso segundo lo pidió en Madrid y la Comunidad Valenciana, pero no ha tenido valor de hacerlo en Andalucía. Y en los tres sitios no gobierna la misma persona que ganó las elecciones, pero el caso es que sólo en la tercera se encuentra IU como socio de un gobierno corrupto y que también ha engañado a sus ciudadanos. A eso le llamo hipocresía. Ahora que, este hombre tiene más perlas en su haber como señalar que la prevaricación no es corrupción. Criticar a Rajoy y señalar que es un sinvergüenza es muy sencillo, el mismo y su Gobierno lo están haciendo todos los días. Lo más complicado es dar ejemplo y, ya que acusas a un Gobierno de ilegítimo, mantener una coherencia con otros.
De los partidos nacionalistas, destacamos a Josep Antoni Duran i Lleida, de CiU. Es curioso que el principal representante de la derecha catalana también esté hasta arriba de corrupción, pero también que sea el único que no pide expresamente la dimisión del Presidente. ¿Pretenden que les eche una mano con el tema de los recortes? Dios los cría y ellos se juntan, otro que no puede dar demasiadas lecciones y que viene a representar a la marca blanca del PP en Cataluña, sólo que haciendo política con una bandera con más barritas amarillas y rojas.
En definitiva, todas estas cosas tendrían que traer por consecuencia una profunda reforma del sistema de financiación de los partidos políticos. Mucho más transparente y controlada, teniendo en cuenta que aunque sean instituciones privadas desempeñan funciones con una absoluta relevancia pública. Y son precisamente los partidos grandes los que se han aprovechado de financiación irregular, mientras que los minoritarios siempre han estado atrás pero cumpliendo las normas como debe ser.
En fin, no termino el post sin añadir una pequeña nota de humor en la línea de corruptos que hablan de corruptos:
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