viernes, 25 de abril de 2025

La inteligencia artificial, el arte y los tecnófobos

Lleva aproximadamente dos años, pero la Inteligencia Artificial sin duda ha dado un paso de gigante en el presente año 2025 con el desarrollo de varios modelos alternativos al ChatGPT de Nvidia. Así por ejemplo las redes sociales cuentan con Grok (Twitter) y Meta AI (Meta, que agrega Facebook, Instagram y WhatsApp) y también han impulsado otras potencias no occidentales como China con DeepSeek. Sin embargo, parece que una importante parte mantiene ciertas dudas y alerta de peligros que, en mi opinión personal, no me parecen tanto o más bien me recuerdan a la clásica tecnofobia que se ha experimentado siempre. Incluso cuando las máquinas empezaron a sustituir a la mano de obra e incrementar la productividad favoreciendo la especialización de los recursos humanos en otras tareas más intelectuales y menos físicas. En esta ocasión, se trataría de reemplazar las primeras pero, ¿existen límites?

Una polémica reciente ha sido la imitación del estilo propio de Studio Ghibli, el famoso estudio de anime japonés que fue el creador de la popular serie animada de Sherlock Holmes con personajes caninos antropomorfos y ha desarrollado varios largometrajes con muchos fans alrededor del mundo. Los detractores señalan que es una infracción del Copyright y una falta de respeto al arte. Parándose un momento, me parece que esas críticas están fuera de lugar. Lo primero es que no existe plagio ninguno ni de los personajes ni de las obras, dado que lo que viene haciendo la gente es proporcionarle a la IA una imagen de la cual tiene sus derechos (por ejemplo, una fotografía familiar) a efectos de que la transforme y trate de imitar (con más o menos acierto) el estilo Ghibli como también puede hacerlo de Pixar u otra compañía. La verdad es que los resultados son asombrosos y muy vistosos.

¿Quiénes son los que más se han quejado? ¿Hayao Miyazaki? ¿El Studio Ghibli sin particularizar? ¡NO! En absoluto. Lo que hemos visto en redes sociales son comunicados falsos de este último pero pasados como si fuesen reales y lo más gracioso es que seguramente empleando alguna IA. Y del mismo modo se han desempolvado entrevistas al fundador Miyazaki de nada menos que de 2016 descontextualizando, haciéndolas pasar por actuales y apuntando a convertir imágenes cuando no es así. Encima se publicó en medios de comunicación supuestamente serios pero que no dan más que vergüenza ajena y destapan la penosa etapa que está atravesando el periodismo. Lo primero es que el Studio NO se ha pronunciado oficialmente y lo segundo es que lo que realmente dijo Miyazaki es que le preocupaba que en el futuro las IA sustituyesen al arte manual, no que le enervase que la gente crease imágenes adaptadas de fotografías personales o de gente famosa. Otra pseudo noticia es que parece haber cierto movimiento en Japón para denunciar esto, pero amparándose en titulares clickbait como que los juzgados nipones se están preparando y ni siquiera es así, sino que algunas personas manifestaron su queja. Así que, ¿qué hay detrás realmente de estas protestas?

Pues no se esconderían ni las productoras ni sus propietarios de los derechos, sino todo lo contrario. Artistas amateurs o profesionales que se dedican a cobrar cantidades nada módicas por caricaturas y dibujos de los que no tienen ningún derecho reservado. Resulta que la IA (salvo algunas funcionalidades muy particulares y específicas) no cobra nada y el trabajo que puede hacer un artista manualmente cobrando 150 euros te lo puede hacer en cuestión de segundos. Realmente, sigue siendo una vía de crear arte, de buena calidad las más de las veces y además pudiendo reiniciar y solicitar una nueva imagen de no gustarte la obtenida. Con el artista no tendrías más opción que pagarla aunque el resultado fuese terrible.

Otra de las protestas que se han difundido para criticar la imitación de arte con IA es que supuestamente se gasta muchísima agua y energía con cada imagen o dibujo que le pidamos. No, eso no es así. Los que consumen agua son los centros de datos donde se alojan los ordenadores que ejecutan los modelos de IA y usan un circuito cerrado de agua para refrigerar sus placas, por lo que no existe un consumo millonario. Es más, si así lo fuera de verdad no sería nada rentable económicamente la IA. Esta y más información puede leerse en este artículo. Sin embargo, se siguen reproduciendo bulos a cada cual más disparatado como que contestar gracias cuesta millones de litros de agua. Sí, hasta ahí llega el nivel de pedrada mental de ciertos medios de desinformación. Y, a todo esto, los centros de datos son unas instituciones que están creciendo en España y pueden ser la ventana de salvación para impulsar la economía de nuestro país y atraer capital extranjero tal y como puede leerse en esta noticia. Así que la Inteligencia Artificial es sin duda un pilar de crecimiento y desarrollo económico para el próximo cuarto del Siglo XXI.

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