Este viernes, Murcia ha sido noticia por la caída de gran parte de un enorme árbol ficus de más de cien años y que se sitúa en la plaza de Santo Domingo. A tiro de piedra (y además de verdad) de la Facultad de Derecho y en pleno centro de Murcia. Afortunadamente no ha habido que lamentar víctimas, pero sí que ha dejado algunas personas heridas. Viendo las fotografías, podría haber sido mucho peor, ya que estamos hablando de un árbol inmenso. En mayo de 2000 ya se cayó una rama y mató a un hombre de 52 años que andaba por allí. Desde entonces lo vallaron y muchos tratábamos de alejarnos del árbol cada vez que pasábamos por allí.
Creo sinceramente que se veía venir. Desconozco quién será el responsable, pero si el efecto del calor hizo caer casi todo el árbol el Ayuntamiento de Murcia debería de haberlo previsto todo. Ya sean los técnicos o quien fuese. La solución más fácil sería arrancar lo que queda de árbol, pero no estaría para nada de acuerdo y sería el remedio más impopular. Se trata de cuidarlo mejor, teniendo en cuenta que ese ficus es uno de los símbolos naturales más famosos de la capital de la Región.
Lo mejor, sin duda, ha sido ver a decenas de personas rebuscar entre las ramas por si acaso se había quedado alguien atrapado. Los bomberos no tardaron en llegar, pero con esta acción ya se demostró la solidaridad de los murcianos y vecinos de esta ciudad. Que nos sale de dentro preocuparnos y hacer lo posible por asegurar que nadie ha quedado herido o sepultado. Otro punto positivo que ha hecho posible el milagro es que el árbol se ha caído a una hora de la mañana con poco público. Si llega a ser a las 8 de la tarde con una temperatura agradable, hubiese sido terrible.
Lo peor, que algunos irresponsables extendieron el bulo de que habían muerto 3 personas y existían 20 heridos, cuando era todo falso. Hubo una mujer que gracias a su alerta impidió la tragedia, pues empezó a escuchar ruidos extraños de crujidos que le hacían temer lo peor. Nada menos que 12 toneladas de árbol.
Las últimas pesquisas han determinado que los motivos eran el calor y la última poda, pero no la deshidratación dado que se ha estado regando. De cualquier manera, espero que la solución no pase en absoluto en arrancar el árbol centenario. Esperemos que resurja y se tomen las medidas necesarias para que lo que sucedió el viernes no se vuelva a repetir.
Las últimas pesquisas han determinado que los motivos eran el calor y la última poda, pero no la deshidratación dado que se ha estado regando. De cualquier manera, espero que la solución no pase en absoluto en arrancar el árbol centenario. Esperemos que resurja y se tomen las medidas necesarias para que lo que sucedió el viernes no se vuelva a repetir.
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