viernes, 18 de diciembre de 2015

Adiós, Samper

En la madrugada de hoy ha fallecido el presidente y propietario del Real Murcia, Jesús Samper Vidal. Fue ingresado en un hospital de Madrid a finales de noviembre por un problema de retención de líquidos. Se le iba a dar el alta en los próximos días pero con un reposo obligatorio en casa, pero dejó de existir a la edad de 65 años. Ha sido el responsable de la empresa Santa Mónica, que compró el Real Murcia en 1999 tras la constitución en SAD y anteriormente fue secretario de la Liga de Fútbol Profesional coincidiendo con el descenso administrativo en 1992.

Su trabajo en el Real Murcia ha tenido importantes luces, pero también sombras. En lo bueno y que le dio mucho rédito, fueron el retorno del club a Segunda en el 2000 (mágico partido en Granada) y los ascensos a Primera en 2003 y 2007. También es digno de señalar el segundo ascenso a Segunda en 2011, que llenó de esperanza a los murcianistas. Entre los fichajes, sin duda el mejor ha sido el de Acciari que se ha convertido en una leyenda grana. También fue posible la inauguración de un nuevo y flamante estadio: La Nueva Condomina, con aforo de 33.000 personas aproximadamente. Por lo que la legitimidad en el cargo se la  ganó con estos éxitos. Pero todo supone un apoyo hasta cierto punto.

Realmente ha habido muchas cosas malas. En los años de Primera no se hizo un equipo competitivo. En el primer año se hizo un conjunto "low cost" con jugadores al borde de la jubilación y retales de otros equipos que quedó en último lugar a muchos puntos del siguiente e hizo muy poco más allá de ganarle al Real Madrid. En el segundo, optaron por todo lo contrario. Derrochar dinero y gastarse una millonada en fichajes como Goitom o Baiano que aportaron muy poco al equipo en goles para lo que se esperaba. La primera vuelta fue positiva, fuera de los puestos de descenso. Pero la segunda fue un calvario y el equipo se hundió completamente. Ese gastazo más la escasa continuidad en Primera fue el inicio de todos los males. Porque lo peor vendría después.

En 2009 fue el año del ERE del Real Murcia. En 2010 fue el famoso descenso a Segunda B por un penalty en el último minuto que había parado Alberto Cifuentes pero se le escurrió. Al año siguiente entró en concurso de acreedores y pese a recuperar la categoría descendió en 2013 en medio de un ambiente de vestuario muy negativo. El milagro vino por el descenso del Guadalajara por estafa en la ampliación de capital, lo que dio paso a una ilusionante temporada con Julio Velázquez en la que el equipo acabó cuarto en Segunda y jugó el play-off. Pero ahí acabó la suerte. El Córdoba nos despertaba del sueño de Primera y nos esperaba la mayor pesadilla. La de Javier Tebas y el descenso administrativo por impagos a Hacienda, con manifestaciones en medio. Estos hechos fueron los que más daño hicieron a la imagen de Samper, ya deteriorada por la difícil situación del club. La pasada temporada, con todo, el equipo jugó con mucha moral en el Grupo I y se clasificó para el play-off. Pero la desgracia volvió en forma de eliminación en la primera ronda en tiempo de descuento ante el Hércules. Otro drama que me tocó ver en vivo.

En medio de todos estos vaivenes deportivos, a raíz del descenso administrativo, Samper ha tratado de encontrar una solución en forma de venta del club. No ha sido posible debido a que no fructificaron las negociaciones con Francisco Tornel ni con Antonio Perea, aunque en este segundo caso no ha sido más que un vendehumos. Así que lo último que pensó fue en una ampliación de capital que hoy mismo se iba a votar.

El futuro del Real Murcia sigue siendo incierto. Deportivamente, va líder del grupo IV de Segunda B en solitario. Ahora, el nuevo presidente tendrá que gestionar la difícil situación de pagar a Hacienda, conseguir la ampliación de capital, buscar un comprador (en teoría) y por supuesto materializar el ascenso a Segunda División.

Sin nada más que añadir, mis ánimos desde aquí a la familia y amigos de Jesús Samper. Pero no puedo evitar cerrar este post con este pensamiento. Ojalá que en algún momento este señor haya llegado a sentir en su corazón al Real Murcia un 5% de lo que sintió el también presidente José Pardo Cano que murió este mismo año. Exteriorizarlo, creo que lo ha hecho muy poco o nada y es lo que más se le critica. En cualquier caso, con sus cosas buenas y malas, descanse en paz.

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