Este fin de semana se ha estrenado la nueva entrega (y no está claro que sea la última) de la saga cinematográfica más larga de la historia del cine español. No es Rocky Balboa, ni Bruce Willis ni 007. Es el agente de policía José Luís Torrente, interpretado por Santiago Segura (y dirigido por él mismo) y que encarna una parodia y sátira de los peores valores de la sociedad española: machista, homófobo, racista, gamberro, alcohólico, drogadicto, guarro, putero, fascista... y al margen de ello, fan del Atlético de Madrid y del Fary. Una comedia irreverente, protagonizada por un antihéroe y que se rellena con cameos de personajes famosos del corazón, deporte, televisión ha sido la clave del éxito. Y frases celebérrimas que han sido recordadas en secuelas posteriores. Antes de comentar qué me ha parecido la película, recordaré las anteriores introduciendo algunos pequeños cortes de mis críticas en Filmaffinity.
Torrente, el brazo tonto de la ley (1998). Recuerdo haberla visto en el cine de verano de mi pueblo. Esta primera parte es aceptable, teniendo en cuenta que es la presentación del personaje y desde el principio se nos deja claro que nada de lo que ocurre nos lo tenemos que tomar en serio. Sin embargo, tras haberla visto en una segunda ocasión apenas me río en alguna escena. Eso sí, al margen de la celebérrima escena de "¿y qué tal si nos hacemos unas pajillas?" y alguna fantasmada del final. Se llevó dos premios Goya, uno al mejor director novel (Segura) y otro al actor de reparto Tony Leblanc, que interpretaría al padre del protagonista. Mención especial para la canción Apatrullando la ciudad, interpretada por el Fary.
Torrente 2, misión en Marbella (2001). Esta la vería más adelante en televisión. Y es la mejor de toda la saga. El escenario glamouroso de Marbella, un rival brillantemente interpretado por José Luís Moreno y un inolvidable Tony Leblanc que da un giro interesante a su personaje colaboran para realizar una película que merece la pena ver. Loca, pero entretenida y que no nos da en absoluto sensación de perder el tiempo. En esta película, que precisamente es la que más pasta ha recaudado, Segura se preocupa más por elaborar un guión al margen de los consabidos cameos de famosos. Unos más célebres y otros más casposos. Son divertidas las escenas de persecución y algunos guiños a la realidad social y política (Gibraltar, etc.). Además, fue la primera en la que intervino el señor Barragán. Obtuvo un Goya por la mejor canción original, en la que intervinieron los exitosos Cruz y Raya. Incluso fue la primera de la saga que motivó el lanzamiento de un videojuego, bastante divertido con misiones de acción y voces del propio Segura.
Torrente 3, el protector (2005). La ví online a través de Internet y me parece la peor de todas. Sabemos a lo que vamos, pero en esta ocasión Segura se equivoca con el guión. O más bien no existe o se improvisa sobre la marcha. Porque me pareció una mera sucesión de cameos y gracias absurdas. Menos aún las escatológicas. Ni siquiera el hecho de meter a un hijo de Torrente en el argumento le hace aumentar el interés. Carlos Latre es un humorista sensacional, pero en esta película parece hacer un papel horrendo a posta. Además, esta película ha sido muy criticada por una escena a poco del final en la que Torrente pisa una cruz de Caravaca. La movida fue tal que Segura tuvo que pedir disculpas. Para colmo fue la que peor recaudación obtuvo. Eso sí, tuvo también su videojuego aunque no llegué a probarlo. Mejor. Aún así, fue la única en la que el Fary realizó un cameo a menos de dos años de su muerte.
Torrente 4: lethal crisis (2011). 6 años después, cuando la penosa tercera parte parecía haber enterrado al personaje, Segura ataca de nuevo y con un compañero de fatigas de excepción. Nada menos que Francisco Rivera "Paquirrín", aunque rebautizado como Kiko Rivera. Y, la verdad, no lo hace mal. La pareja atraviesa momentos de cooperación y de confrontación y de alguna manera conecta con el público habitual (bueno, es un decir, que tampoco se puede ser gafapasta con este tipo de películas). Las escenas, en la línea de siempre. Chistes de pedos, alguna guarrerida sexual de la que se aprovecha Torrente y muchas tetas por doquier. Aunque esto último, por lo menos a mí no me dañe a la vista. De cualquier manera supera la nefasta secuela anterior y se acerca un poco a la primera. Hace reír, la ví en el cine y no me arrepentí de haber pagado porque sabía que venía a echar unas risas. Y así fue para el público. Pero que es mala, eso ya se conoce desde que la ves en la cartelera. Me gustó que se incluyera como homenaje una escena de Torrente lamentado la muerte del Fary, aunque claro, con un monólogo muy torrentiano y zafio.
Torrente 5: Operación Eurovegas (2014). Segura nos ofrece sin duda la mejor de la saga. No podemos esperar grandes interpretaciones, como la de Jesulín de Ubrique que con todos los respetos no lo hubiese visto haciendo de un personaje más espabilado (la sobreactuación se disimula mejor con este tipo de papeles que le encomendaron). Pero nos garantiza risas y alguna carcajada que otra. Se trata de una película de humor, ¿no? Y no se trata de una mera sucesión de cameos de personajes famosos, sino que en esta ocasión sí se preocupa Segura de asegurar un guión coherente. Parte de un argumento muy interesante como situar la historia en 2018 habiendo ocurrido cosas sorprendentes, pero que algunas de ellas no distan tanto de lo hipotético. Esa clase de "política-ficción" que el propio director-guionista-actor ha señalado a la prensa es acertadamente aprovechada y ejecutada en el desarrollo de la película. Incluso en más de una ocasión nos encontramos con giros y sorpresas, destacando un final que remata con brillantez lo que debería ser el cierre de la saga. A ello se le suman unos mejores efectos especiales. En definitiva, una película con la que cualquiera que le guste reírse disfrutará. Aunque no haya visto ninguna cinta anterior.
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