Astérix es posiblemente el personaje de cómic franco-belga más popular del mundo, no ya por el enorme volumen de ventas que ha generado en todo el globo terráqueo sino también por el apoyo que supuso que vieran la luz hasta seis películas de animación y cuatro de imagen real, algunas de ellas basadas en historietas y otras con guión original. También existen muchos videojuegos, la mayoría en consolas de Sega y las más recientes en Play Station 2. Creo que no necesitan presentación, como sí que he hecho con algunos otros personajes. Tanto el protagonista como su fiel compañero Obélix son conocidos hasta por gente que no ha leído ni una mísera viñeta. Esta enorme fama justifica que, a pesar de que haga ya más de 36 años que murió su guionista, el gran René Goscinny (responsable también de muchas aventuras de Lucky Luke e Iznogud) y se haya retirado su eterno dibujante Albert Uderzo, deban de ser continuadas las aventuras por otros autores. De esta forma, Jean-Yves Ferry, como guionista y Didier Conrad, como dibujante, han cogido el testigo y en sus manos e imaginación está la de relanzar la serie.
Hablamos de relanzar porque los últimos álbumes con Uderzo en solitario han generado no pocas críticas de los fans, evidenciando tanto una menor habilidad para desarrollar guiones ingeniosos y sorprendentes como un cansancio motivado por la edad. Es un factor que a todos le pasan, incluyendo a nuestro muy apreciado Ibáñez al que se le achaca repetir chistes, pero las últimas cuatro historietas fueron la gota que colmó el vaso para que se pensara en buscar sustitutos y jubilarse. Así, la aventura de El cielo se nos cae encima se considera la peor de toda la serie, muy alejada del clásico espíritu de la serie y dio paso a un descafeinado álbum que conmemoraba el 50 aniversario de la creación de estos personajes, en 1959. Así, después de 34 números y 82 años, Uderzo colgaba los lápices.
Cuatro años después (24 de octubre de 2013 en España) es publicado el título 'Astérix y los Pictos' y con un estilo de dibujo muy similar al de su autor original. ¿La razón? El propio Uderzo ha tutelado la elaboración de este álbum demostrando ser un tutor muy eficaz, de manera que pronto el nuevo dúo de autores podrá desenvolverse solo. Existe un buen detallismo y sobre todo un colorido muy variado y cuidado, de manera que embellece el álbum y a simple vista ya lo convierte en atractivo (que queramos que no muchas veces decide a cierto público la compra). Esos aspectos técnicos más elaborados no se podían observar en los últimos trabajos de Uderzo, que pecaban de una mayor vaguedad y simplicidad. También se asiste a una graciosa expresividad y nos encontramos con muchos guiños habituales como las típicas rencillas de gritos entre Astérix y Obélix que en el fondo son grandes amigos y no pueden vivir el uno sin el otro.
El argumento es bastante similar al de algunas historietas pasadas: un individuo escocés con su falda y todo (picto en este caso) es descubierto por nuestros héroes en la playa... ¡congelado! Pronto descubrirán que existe una historia de amor, un malvado que pretende destronar al jefe y casarse con su hija... y un viaje lleno por mar lleno de peligros que tendrán que atravesar. También hay referencias a supuestas invenciones o descubrimientos históricos (como aquella famosa ruptura de la nariz de la esfinge por parte de Obélix), como ocurre con el golf, el whisky y sobre todo con el monstruo del Lago Ness, que no se desvela expresamente hasta el final de la aventura, pero previamente se sugiere. Las situaciones humorísticas se suceden página por página y por supuesto, todo comienza y acaba en la aldea gala con la intervención de los vecinos de toda la vida (Panoramix, Esautomatix, Ordenalfabetix, Edadepedrix, Asuranceturix, Abraracurcix, las mujeres de la aldea, etc. Conservando la idiosincrasia y generando los gags que siempre han mostrado en todas las historietas que aparecen.
Lo malo que encuentro de la edición de Salvat de este cómic nº 35 es el precio: 12,95 euros. Los Magos del Humor, la colección española por antonomasia de tapa dura, sale a 12 euros por tomo. Sin embargo, hay que reconocer que el tirón de Astérix es mucho mayor que el que tengan a día de hoy Mortadelo y Superlópez, aunque cueste creerlo y en nuestro propio país. En el pasado puede que no, pero habría que ver el efecto que ha tenido en las ventas del último. No obstante, no sale un Astérix todos los días, pues el siguiente no lo veremos supuestamente hasta 2015.
En realidad no soy muy fan de Astérix, no tengo ni mucho menos toda la colección en álbumes o recopilatorios y de hecho este es el primero que compro. Pero sí he podido recopilar y leer todas sus aventuras previas en formato... bueno, digamos que digital y pese a no ser de mis preferidos de cómic franco-belga sí que me han motivado a adquirir las próximas aventuras que se vayan publicando.Y, desde luego, la presente ha cumplido totalmente las expectativas, suponiendo un soplo de frescura para la serie y una renovación de ideas. De esta forma, podemos concluir considerando que Astérix podrá tener mucho futuro independizado de sus autores originales.
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