domingo, 3 de noviembre de 2013

25 años de Mega Drive

El pasado martes 29 de octubre se cumplieron 25 años de lanzamiento de la mítica consola de 16 bits Mega Drive de Sega, siendo pionera en ofrecer juegos de una calidad técnica que desbordaba por completo a los 8 bits que paradójicamente aún no habían llegado a su época de éxito. Se dice (y creo que es cierto) que Super Nintendo (1992) superó a esta consola en todos los aspectos, pero hay que tener en cuenta que lo hizo a toro pasado y observando tanto errores como aciertos de su competidora. Valga el post de hoy como homenaje a esa videoconsola y sus juegos que, a pesar de que muchos no llegamos a tenerla nunca en nuestra infancia, sí hemos podido (y podemos) disfrutar de ellos actualmente gracias a los emuladores descargables de Internet.

El primer juego estrella de esta consola fue, como no, el Sonic. La gran diferencia que existe en comparación con la versión de Master System es que las esmeraldas del caos tenemos que conseguirlas en la fase de bonus, a la que se accede acabando la fase con 50 anillos recogidos. Además, de las 6 etapas la mitad son recorridos muy distintos y existe mayor número de vías alternativas, gracias a un mapeado mucho más grande. Además, la velocidad que puede alcanzar el carismático erizo llega a ser desbordante y es uno de los puntos fuertes de esta saga. En cuanto al aspecto técnico, un colorido impresionante y una música muy pegadiza son ya de por sí una puesta de escena muy atractiva. El nivel de dificultad es algo mayor, pero afortunadamente tenemos marcadores que en caso de accidente nos permitirán continuar desde ese punto. Tras enfrentarnos varias veces en ataques también diferentes a los de la versión de la hermana menor, llegaremos al final del primer título de una trilogía que fue la más vendida en toda la historia de la consola.


Chuck Rock no es de Sega, sino de Core Design. Pero se distribuyó en las consolas de esa marca y gustó bastante al público por su curioso planteamiento: un troglodita tiene la misión de rescatar a su esposa y para quitarse de en medio a los dinosaurios que le molestan les propina... barrigazos. No creo que haya otro juego en la plataforma que sea que incluya un "golpe" de este tipo. Ahora bien, puede también eliminar a sus enemigos lanzándoles piedras (pequeñas o más pesadas) o con una patada al más puro estilo de su tocayo Norris. Son 5 etapas muy coloridas, llenas de bichos de todos los estilos y con un dinosaurio jefe al final de cada ella. El desarrollo es idéntico al de Master System, sólo que incluye banda sonora y fondos muy detallados, mientras que en los 8 bits sólo escuchábamos efectos de sonido y había fondos negros. El único pero es la dificultad, puesto que contamos con apenas 4 vidas y ningún "continue". Sólo consiguiendo una cantidad muy elevada de puntos podemos sumar una más.


Streets of Rage es un título que sin duda marcó época. Genuino de Sega, nos da a elegir entre dos chicos y una chica para tratar de borrar la mafia de las calles (pasando también por algún edificio) a lo largo de 8 etapas llenas de mamporros, patadas, técnicas de barrido, ataques en plancha y hasta elementos como bates o látigos. Es el clásico juego de acción horizontal en el que poco a poco te van apareciendo malosos y cada uno con sus especialidades y puntos débiles, pero su lanzamiento en 1991 inspiró a muchos títulos de esa época de primeros de los noventa. Además, existe la posibilidad de jugar a la vez con un amigo y ello añade más diversión si cabe. En una ocasión recuerdo habernos llegado al último nivel. En cada etapa tendremos que luchar con uno o dos criminales más fuertes, hasta enfrentarnos en el final al capo de la mafia que sojuzga a la ciudad. Su banda sonora es brillante, precisamente de un artista que ha compuesto música para muchos juegos de Sega como Yuzo Koshiro. Si las cosas se ponen feas, podemos recurrir a la "magia", que en este caso es un vehículo lanzando unos proyectiles. Tuvo 2 secuelas, incluyendo nuevos personajes como un chaval de color. En resumen, grandes dosis de acción y diversión.


Risky Woods no tuvo ni la mitad de éxito que los anteriores, pero lo destaco porque es uno de los pocos juegos creados en España. Sí, sí y de la mano de la desaparecida Dinamic Multimedia (prehistoria de Fx Interactive). Generalmente esta compañía se dedicó a lanzar juegos para PC, pero en este caso vio la luz en Mega Drive y le permitió una mayor proyección. Es un juego de acción, bastante complicado, en el que encarnamos a un experto en artes marciales que recibe la misión de rescatar a unos monjes y liberar las tierras del reino de un monstruo llamado Draxos. Al principio de cada fase nos aparece un mapa que nos recuerda enormemente a Gouls 'n Ghosts. Son 4 fases de 3 partes cada una, siendo la segunda la del "boss". El problema es que tendremos que manejar muchos peligros: enemigos acosando continuamente, un tiempo que se agota, plataformas y saltos complicados y monjes petrificados que como nos olvidemos de rescatar alguno habrá que empezar la fase de nuevo. El nivel gráfico es bastante correcto y la calidad de sonido se adapta a la perfección que corresponde con ambientes medievales y épicos. Al final de cada subfase podremos renovar tanto nuestra arma como nuestra energía: hacha, boomerang, fuego y cadena.

2 comentarios:

Juan A. Ros dijo...

¡Ay, mi añorada Mega Drive! Cuántas y cuántas horas me habré pasado enganchado a esta consola, la cual, a día de hoy, sigue resistiendo el paso del tiempo como una campeona.

El que si que no pudo resistir los apretenos de mis dedos fue el pobre mando, el cual, tuve que cambiar en varias ocasiones.

Los años fueron pasando y esta consola empezaba a quedarse obsoleta, aún así, yo seguía aferrado a ella. Y un día llego lo inevitable: mi adicción a la Mega Drive se fue pasando, llegando al punto de no volver a jugar más. Realicé varios intentos para volver a engancharme a sus juegos, pero ya no era lo mismo. Y no es que me harta de esta consola, es que mi pasión por los videojuegos se había esfumado para siempre.

Hoy en día, totalmente desconectado ya de este mundo, recuerdo esta etapa de mi vida con gran emoción, pero me veo incapaz de volver.

Raw dijo...

Pues la verdad es que en mi caso son más bien los videojuegos de ordenador los que hace un año o así que dejé de lado, más que nada por el tiempo que precisan. Pero de vez en cuando sí que regreso a los juegos de consolas gracias a los emuladores. Ocupan muy poquito espacio y se pueden descargar de Internet rápida y fácilmente.

Gracias a esos emuladores he podido descubrir muchos juegos que oí hablar o leí en las revistas, que han desaparecido de igual manera que las consolas. Otro vestigio nostálgico.

Sin embargo, es cierto que la emoción de manejar el mítico mando de nuestra consola no es comparable a la frialdad de un teclado.