Raf, ese gran historietista olvidado

El título del presente post puede resultar ofensivo, pero nada más lejos de la realidad. Se trata de recordar a la vez que reivindicar la necesidad de recuperar más material de historietas de este histórico artista de Bruguera que nos dejó en 1997 y su trabajo fue cohetáneo a otros grandes como Vázquez o el cartagenero Martz-Schmidt: Joan Rafart i Roldán. Nacido en Barcelona en 1928 y a pesar de que el estilo por el que fue conocido era el humorístico, empezó dibujando a primeros de los años cincuenta cómic de tipo realista, concretamente de El Zorro. Pocos años después fue contratado por la editorial Marco (en la que también trabajó Francisco Ibáñez) a través de la cual publicó pequeñas series en la revista de La Risa como Sherlock Gómez. En 1957 empezaría a trabajar para Bruguera con historietas como Campeonio o Doña Lío Portapartes, convirtiéndose en dos de sus series más conocidas. Tras un largo parón de más diez años publicando para diversas revistas extranjeras (británica, escandinava y chilena) y en el TBO español, volvió a trabajar para Bruguera en una segunda etapa a partir de 1968. Ahí es cuando alcanza la madurez como historietista.

Doña Tecla Bisturín, enfermera de postín, Manolón, conductor de camión y Olegario fueron las primeras series destacables de esa segunda época. Pero el gran descubrimiento sería en 1971 con la publicación de las primeras páginas de Sir Tim O'Theo. La serie más prolífica de este autor encierra sus argumentos y anécdotas en una ciudad británica imaginaria llamada Bellotha Village. El protagonista es una especie de Sherlock Holmes de unos sesenta años de edad que vive en un castillo habitado por unos fantasmas al que sólo ve él (como Mc Latha) y que cuenta para la resolución definitiva de sus casos con un mayordomo-criado fiel llamado Patrick Patson. Además, se encarga en todo momento de pagar las pintas y cervezas de su amo. Entre los personajes secundarios, destacan los siguientes: el Sargento de policía Blops, un individuo incompetente que pasa más tiempo leyendo novelas de extraterrestres y tiene envidia a Sir Tim porque considera que siempre le pisa los casos. A sus órdenes está el bajito agente Pitts, al que trata como un esclavo y no duda en echarle la culpa de todo, a pesar de que demuestre ser bastante más inteligente que él. Por último está Huggins, que es el propietario del bar por excelencia del pueblo: el Crazy bird o Ave turuta. Aunque en muchas ocasiones se le cambia el nombre a "el pájaro chiflado" o "pájaro demente".

Raf ha llegado a realizar seis aventuras largas de este personaje, al margen de las historietas cortas que son muy graciosas. La mayoría de ellas fueron recopiladas en un volumen de Clásicos del humor. El único de este autor que dedicó una colección de hasta 40 volúmenes dedicados a personajes de Bruguera. Como pueden ver, no es mentira lo que digo cuando señalo que es un autor injustamente olvidado. Concretamente, las aventuras que recoge son: El secuestro del burgomaestre (muy buena y desternillante), La verruga de Sivah, El sarcófago de Thuru-Rut y Contra Blackiss Black. Un tomo altamente recomendado, no ya por su calidad humorística e imaginativa sino porque no hay otra cosa reeditada de este personaje desde hace más de 20 años. Las otras aventuras largas son Contra Pavoroso pavor y Ni hablar del peluquín (1984), una historia esta última muy interesante que, reuniendo casi todos los personajes secundarios de la serie, quedó presuntamente inconclusa a falta del capítulo final. Todas las páginas publicadas están disponibles en este gran artículo de la mano de Antonio Tausiet. Una posible explicación puede estar relacionada con la crisis de Bruguera y algún que otro impago al autor.

El cierre de Bruguera dio paso a una nueva etapa en las revistas Guai! y Yo y Yo de la editorial Grijalbo. Allí no pudo utilizar a ninguno de sus personajes anteriores, pero su mejor creación fue el personaje de Mirlowe. En este caso, la parodia es de Humpry Bogart: un detective bajito cuya oronda secretaria (Victoria) estaba perdidamente enamorada de él. Publicó varias aventuras largas de este personaje como El caso de Jack el estibador, Vampiros 1987 y Vacaciones en el Mar Salado. Son las tres que he leído, pero en total son nada menos que 19, realizadas en poquitos años. En 1990 cerraba la editorial y desde entonces sus colaboraciones fueron en El Jueves, en la revista de terror Creepy con una serie paródica titulada El zombi y el gato y otras publicaciones para adultos. En 1991 entintó el álbum de Mortadelo y Filemón Las embajadas chifladas, debido a que él mismo solicitó ayuda a Ibáñez porque económicamente no estaba pasando por un buen momento. Finalmente recibiría en 1992 un premio en el Salón del Cómic de Barcelona en homenaje a toda su carrera.

En 1997, poco después de la desaparición de las revistas de Ediciones B, nos dejó para siempre. Ya hacía años que no publicaba cosillas para el público juvenil, pero siguió dedicándose a su profesión hasta sus últimos días. Años después, nos lamentamos que la editorial se haya preocupado por elaborar libros biográficos y reeditar material de casi todos los grandes menos él: Ibáñez, Escobar, Vázquez, Segura, etc. Se rumorea que es por un tema de derechos de algunos personajes, pero al menos de Sir Tim sí que podrían  reeditar muchas historietas que serían apreciadas por los amantes del cómic clásico. Así que sólo nos queda volver a exigir que se haga justicia y se recupere una proporción más digna de la enorme obra de Raf.