Pendulo Studios: aventuras gráficas made in Spain

En algunas ocasiones he introducido en los posts de videojuegos breves reseñas de títulos pertenecientes a la empresa española Pendulo Studios S.L., una de las pocas existentes en nuestro país aparte de FX Interactive, a la sazón heredera de la desparecida Dinamic Multimedia. El caso es que Péndulo se fundó en 1994 con el interés de producir y vender juegos de aventuras gráficas, inspirados en el éxito de Lucas Arts con obras maestras tales como Monkey Island. Todo comenzó con Igor: Objetivo Uikokahonia. Con unos gráficos modestos, pero una sencilla jugabilidad, currada banda sonora y sobre todo un cuidado interés en acabar un producto nada desdeñable para aquella época, se estrenaron en el llamado point'n click. Esto es, manejar un personaje que debía de interactuar con objetos de su inventario o mecanismos de su entorno señalando el tipo de acción concreta: usar, coger, tirar, abrir, cerrar, empujar, dar, etc...

En Igor: Objetivo Uikokahonia encarnamos a un estudiante universitario enamorado de una compañera de clase que va a realizar un viaje a una isla del Caribe que responde al título del videojuego. El objetivo del protagonista será poder reunir los requisitos que le proporcionen el poder unirse a ese viaje, no ya para intentar conquistar a su amiga sino para evitar que el moscón de turno, un tal Philip se le acerque. Para ello, tendremos que enfrentarnos con diversos puzzles desde intercambiar objetos hasta encontrar la salida a un laberinto. No faltarán los momentos de humor, tanto los que genera el propio Igor en algún comentario o su miedo a las palomas, como algunas breves escenas paralelas al desarrollo del juego ("mientras tanto..."). Tampoco es una maravilla y la definición de los personajes es bastante pobre, muy pixelados. Pero teniendo una antigüedad de 20 años era un buen comienzo para un juego ideado en España. Pude conocerlo gracias a la mencionada Dinamic Multimedia, que lo distribuyó en colaboración con el diario El Mundo pocos años después.

El primer gran éxito llegó en 1997 con Hollywood Monsters. Apuestan por el formato cartoon, con buenos doblajes y un argumento algo original: los monstruos son reales, pero se trata de actores que compiten tanto por papeles de interpretación como por premios. Realmente encarnamos a un periodista que se encarga de investigar qué ha pasado con su compañera de trabajo que ha desaparecido en misteriosas circunstancias tras una fiesta de monstruos, pero primeramente comenzamos el juego con ella. Lo mejor de este título son sus diálogos graciosos y unos puzzles bastante más complicados que el juego anterior, aunque en alguna ocasión nos podemos llegar a desesperar. Valga señalar que la canción titular era de La Unión, titulada "Enigmas". Pero problemas de derechos evitaron que la versión posterior de FX Interactive no la incluyera y en lugar de esta canción insertara una burda melodía. De más aspectos de este juego, aparte de la segunda parte, que salió nada menos que 14 años después, no voy a repetir lo que ya comenté, por lo que me remito a este post.

En 2000 se da un nuevo salto con Runaway: a road adventure. Brian Basco es un estudiante de doctorado que atropella por accidente a una chica desconocida (Gina Timmins) y la lleva al hospital. Ese será el comienzo de una aventura que le llevará por lugares de la geografía de EEUU como Chicago o el desierto de Arizona. Los doblajes son de mayor calidad, pero el aspecto gráfico experimenta un cuidado especial, con un colorido que poco tiene que envidiar a la media de aventuras de la época. En cuanto a la dificultad, es quizá uno de los más desafiantes de Péndulo, pero ya se sabe que en cuanto nos quedamos sin saber qué hacer el truco en este tipo de juegos es probarlo todo con todo. Esta estupenda aventura se divide en seis capítulos y en cada uno de ellos vamos conociendo a nuevos personajes que nos irán ayudando (o complicando) respecto al cumplimiento de nuestros objetivos, siendo la misión final dejar con un palmo de narices a los mafiosos Andretti. Una excelente aventura gráfica de la que recuerdo que Informativos Telecinco se hizo eco.

Siete años después, cuando muchos ya no nos creíamos lo que aseguraba Brian en la escena final, tuvo una primera continuación con El sueño de la tortuga. El sentido de este título no lo entendemos hasta el término de la aventura, en la que nos dejan con la miel en los labios (eso sí, con sorpresa post créditos incluída). Otros seis capítulos en los que volvemos a ver a casi todos los viejos amigos. De hecho, ya empezamos con incertidumbre porque sufrimos un accidente de avioneta, al que sobrevivimos, y procedemos a investigar que ha pasado con Gina que había saltado en paracaídas. Nuevos malvados como Tarántula o el Coronel Kordsmeir en seis capítulos con nuevos escenarios de interacción, incluyendo hasta viajes en el tiempo. Como nuevos frikis, no me puedo olvidar del gran ¡Deeeeean Grassiiiiiick! Un cubano más chulo que Dinio. Pero menos aún de Lokelani. No es friki, pero el final del capítulo 2 me dejó con una intriga que duró años. Para luego no llegar a resolverse. Por último, señalar que existen muchas referencias a obras maestras del cine, que los más aficionados no tendrán problemas en detectar.

La trilogía se cierra en 2010 con A twist of fate. Comenzamos con la sorpresa de que Brian es condenado por presunto asesinato de Kordsmeir, pero para evitar la cárcel finge su muerte. Con este argumento que no hay por donde cogerlo, explicado así, empieza a desarrollarse un juego atractivo pero que empieza a evidenciar el principal problema de los últimos juegos de Pendulo: la corta duración. Seis nuevos capítulos en los que se  introducen nuevos personajes como un imitador de Elvis o una trabajadora más bruta que un arado y escenarios como un cementerio, una casa de campo o un sanatorio mental. Es cierto que técnicamente han mejorado mucho en los últimos años, pero se ha ido sacrificando con puzzles menos inspirados y una dificultad más modesta. Lo que más me disgustó fue sin duda el final, que me dejó la boca abierta pero de decepción, no ya por la forma demasiado rápida de terminar con todo sino por el sentido de la escena final. No, no era el cierre que merecía esta serie.

El último videojuego lanzado hasta el momento, al menos para ordenador, fue en 2012 con New York Crimes, conocido también como Yesterday. Es una especie de thriller que rompe con el habitual matiz humorístico de los videojuegos anteriores, en el que encarnamos a dos detectives que tienen que resolver un extraño caso de asesinatos de mendigos. Su desarrollo es como un cómic, con una composición de escenas de viñetas y de bocadillos que le convierten en un título muy innovador, que además fue objeto de varios premios otorgados por Gamelab. A lo largo de los capítulos vamos experimentando flashbacks que van dando sentido y resolución al misterio inicial. Sin embargo, vuelve a pecar de ser demasiado corto, a pesar de que tenga 3 finales distintos en función de las decisiones que tomemos y uno de ellos cuente con la participación sorpresa de Brian Basco y el Poeta del Dolor.

A mediados de 2012 se intentó financiar un proyecto a través de Crowfunding, para desarrollar la aventura Day one. Sin embargo, fue un fracaso al no reunir durante el plazo de tiempo ni la mitad del dinero requerido, que era nada menos que 300.000 euros. Evidentemente la crisis tiene mucho que ver tanto con el lanzamiento de ese crowfunding como con el resultado final. De momento ese proyecto quedará en un cajón. Por el momento, la compañía está distribuyendo por iPhone, iPad, Android, Mac y otras plataformas portables algunos de los videojuegos ya lanzados, como es el caso de Runaway y Yesterday.