Próximamente, en octubre de este año, tendrá lugar el estreno de una película basada en cómic tan inesperada como rara, más que nada por el guión bastante lejano al espíritu de los personajes. Se trata de Zipi y Zape y el club de la canica. Los personajes creados por Escobar cambian de colegio y en él se topan con una serie de normas muy estrictas, aunque no tardarán en enfrentarse a unos misterios que oculta la singular institución en la que se encuentran recluidos. En fin, no tenemos ni idea de si será una película de humor, de gags o hasta qué punto tendrá relación con los personajes, porque las escenas y fotos que hemos visto recuerdan más a Harry Potter y a Hogwarts que los tebeos. El caso es que esta película dirigida por Oskar Santos se va a salir seguramente de lo convencional y lo peor, al margen de hasta qué punto sea extraño este planteamiento, es que en España no hay por lo general buenos antecedentes de películas basadas en cómic.
En 1982 se estrenó la infame Las aventuras de Zipi y Zape, dirigida por Enrique Guevara en plena vorágine de los grupos musicales infantiles como Parchís, Regaliz, etc. Los gemelos protagonistas conocen a un niño llamado Oliverio, hijo de millonarios y que será perseguido por una banda de delincuentes torpes. Como puntos positivos tenemos que representan a casi todos los personajes conocidos de la serie de tebeo, con una excepcional interpretación de Joan Monleón como Pantuflo Zapatilla. Existen muchos gags de formato tebeo que hasta cierto punto pueden ser graciosos, pero el guión parece más hecho para una obra de teatro que para una película, con demasiadas escenas musicales sin ton ni son que a día de hoy han quedado más pasadas de moda que las patillas setenteras. Ni la intervención estelar de las versiones españolas de Sherlock Holmes, Hulk y los Ángeles de Charlie salvan el resultado final de un producto tan sumamente cutre que se ha convertido en una obra de culto.
Hubo que esperar 21 años para volver a ver un cómic español en el celuloide, no como cinta de animación sino de carne y hueso. Y se trató de nada menos que de La gran aventura de Mortadelo y Filemón. El hecho de que la dirigiera Javier Fesser me dio buenas sensaciones, pues años atrás había dirigido la única película española de imagen real que tengo en DVD de toda mi colección: El milagro de P. Tinto. Ese tipo de humor me gustaba y la verdad es que el resultado no fue malo, con Pepe Viyuela de Filemón y un desconocido Benito Pocino como Mortadelo, pero muy parecido físicamente. Sin embargo, este actor recibió críticas porque a veces no se le escuchaba bien en sus interpretaciones. En cuanto a los demás actores, el Super, Vicente y Ofelia cumplen adecuadamente y además aparecen varios personajes de 13 Rúe del Percebe. Pero el Rompetechos franquista no pega, al margen de que Emilio Gavira haga una excelente interpretación. El problema de esta película es que el guión se aleja mucho del cómic de Ibáñez, con tacos y chistes más lejanos al clásico humor blanco.
Cinco años después, con la intención de celebrar el 50 aniversario de la serie, se estrenó Mortadelo y Filemón 2: Misión salvar la tierra. Repetía Viyuela como Filemón, pero no se contaba con Pocino y se sustituyó por Eduardo Soto. Más conocido como el "Neng" del late-night de Buenafuente. Los puntos buenos de esta secuela es que contiene muchos más guiños a tebeos, como El caso del bacalao, Chapeau el esmirriau (el perro), El señor Todoquisque (aparece como uno de los malvados), etc. Pero el guión de Miguel Bardem es un fiasco. Ni los viajes de nuestros agentes para recuperar unas piezas de una máquina de Bacterio, ni los nuevos personajes, ni tan siquiera el hecho de que Rompetechos sea un poco más fiel a su versión en papel remontan el vuelo en una película que es soberanamente mala. El argumento ya de por sí tiene poco sentido, y es que un malvado llamado Botijola pretende acabar con las reservas de agua y sustituirla por otra bebida que lleva su nombre. La falta de imaginación en general es sencillamente alarmante. Y para muestras, Ibáñez siempre ha alabado la anterior película. De esta, no dice ni "mu".
Pero la aventura del Mortadelo Neng es divertida en comparación con la soporífera y nefasta El Capitán Trueno y el Santo Grial. Con este nombre rimbombante, se estrenó la adaptación del cómic de Víctor Mora y Miguel Ambrosio en 2011. Dirigido por Antonio Hernández, un nombre muy común, que sin embargo es el mismo infractor de la insultante Gran Marciano. Con eso ya nos podíamos esperar lo peor, aunque el guión sea de Pau Vergara. El protagonista, encarnado por Sergio Peris, no lo hace mal. Pero hubiera estado mucho mejor que lo interpretara Banderas. Hubiera salido otra cosa, al igual que si Elsa Pataky no hubiera dejado el proyecto. Porque Natasha Yarovenko desempeña un papel muy plano. Nada comparado con las patéticas actuaciones de actores salidos de series como Ala...dina o Yo soy Bea. Pero aun así, si el guión fuera entretenido se podría salvar la aventura. Pero es que es tan aburrida que me pasé la película en el cine mirando el reloj para ver cuánto quedaba para terminar. Pocas veces habré visto una película con tan poca chicha. Ni siquiera el Goliat de turno tiene carisma, ni sangre ni nada. Un Capitán "truño", en resumen.
Así que, como dice este post del foro de la TIA.com, ya nos podemos echar a temblar con lo de Zipi y Zape... ¿O no? el tiempo lo dirá.
1 comentario:
Vamos a ver que tal les ha salido. Desde luego a mi la primera de Mortadelo y Filemón me gustó, La segunda no la he visto y la del Capitán Trueno por tu opinión y por la que yo ya tenía ni me la planteo jejeje.
Un abrazo.
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