domingo, 4 de agosto de 2019

Por fin llegó Monster Boy and The Cursed Kingdom

Y después de dos años de espera, con constantes retrasos tanto para las consolas Nintendo Switch y PS4 (las que dominan en la actualidad) y no digamos para PC, por fin tenemos disponible el apasionante juego Monster Boy and the Cursed Kingdom. Se trata de un producto en el que manejamos a un caballero que se ve envuelto en mil aventuras en un vasto reino, encuadrándose dentro del género "metroidvania". Es decir, acción-plataformas con algunos tintes de rol y que fundamentalmente consiste en ir adquiriendo armas y poderes para desbloquear zonas y avanzar por ellas. Un ejemplo moderno lo tenemos con Hollow Knight y otro con estética retro es Aggelos, para que nos hagamos una idea. De este último hablamos en este mismo blog, aquí.

La historia de Monster Boy se sitúa en 1986, con el lanzamiento para recreativas y Master System (Sega) de Wonder Boy. Un niño rubio llamado Tom-Tom vestido con taparrabos y armado con un hacha (que misteriosamente podía lanzar una y otra vez) que atraviesa cuarenta fases para rescatar a su novia Tania. Durante el camino tomaba fruta y bebía leche para no perder su energía, montaba en monopatín y derrotaba a un malvado rey que cambiaba de cabeza en cada final de etapa (10 veces). Un año después sale Wonderboy in Monster Land, con un personaje rubio pero con una dinámica absolutamente diferente. 12 fases, muy diversas cada una y con una dinámica similar al rol. Nada de subir niveles pero sí ciertas búsquedas relevantes y la necesidad de mejorar equipamiento de caballero. En 1988 es Wonderboy III: Monster Lair, sólo para Mega Drive, con una perspectiva de scroll en contínuo movimiento horizontal y una segunda parte de cada fase que recuerda a los juegos de marcianitos. Volvemos a las frutas y el protagonista se llama Leo y tiene pelo verde, pero sigue siendo divertido. En 1989 es Wonderboy III: the Dragon's Trap, considerado el mejor juego de la historia de Master System 2 por encima incluso de Sonic. De hecho, éste título es el más inspirado en el nuevo juego. Hace un par de años se lanzó un delicioso remake que además recuperaba su versión retro. 

En 1991, para Mega Drive, sale Wonderboy IV: In Monster World. Del pelo verde de los anteriores, ahora pasamos a azul y su nombre es Shion. Lo negativo es que la versión de la consola de 8 bits que salió en 1993 omite varias partes existentes en la de Mega Drive, por lo que lamentablemente es una edición seccionada. Finalmente, en 1994, sólo para Mega Drive e inédito en Europa se lanza Monster World IV. El único de toda la saga protagonizado por una mujer llamada Asha (árabe por cierto) y descubridora de uno de los personajes más entrañables, el Pepelogoo. Afortunadamente, gracias a los emuladores de Internet conocimos este juego y se recuperará en la próxima edición de Mega Drive Mini.

Sólo a titulo de aclaración, existen realmente dos subsagas en este universo. La saga Wonderboy como tal comprende todos los anteriores menos el último, pero la saga Monster World comprende todos menos los "comedores de frutas". Es decir, todos los de caballeros y la princesa Asha.

Pues bien, Monster Boy and the Cursed Kingdom es ante todo un homenaje a todos esos juegos anteriores y a los fans nostálgicos que como poco superan la treintena o hasta llegan a los cuarenta. De hecho, puedo decir que existen guiños a absolutamente todos los juegos mencionados. Pero, como ya he dicho más arriba, de manera especial con The Dragon's Trap. En aquél juego, nos podíamos transformar en un dragón que no vuela pero escupe fuego, un ratón que trepa en bloques especiales, una piraña que nada, un león que rompe ladrillos de arriba y abajo y un halcón que lógicamente vuela. En esta ocasión, las transformaciones son un cerdo (muy similar a los que daban passwords) que huele y descubre misterios, una serpiente pequeña que trepa y escupe veneno, una rana que nada y con su lengua se impulsa en una especie de perchas, un león que embiste por todos los lados y coge carrerilla y un dragón que (esta vez sí) vuela y escupe fuego. Pero para variar la maldición no es exclusivamente nuestra, sino de TODO el reino. Así que todo el mundo ha sido transformado y tenemos que salvar a todos sus habitantes.

En todo ese reino, caminaremos y aprovecharemos esos poderes de los animales, aparte de ciertos talismanes y equipamiento específico, para vencer a los monstruos y descubrir todos los secretos. Entre estos, existen cofres con corazones de vida, trufas que proporcionan mayor munición de magia de rayo, bomba, fuego, tornado y búmerang, joyas que añaden mejoras al equipo, etc... Pero lo más original de esas búsquedas será localizar unas partituras perdidas que constituyen parte de cada una de las melodías de Dragon's Trap tocadas a guitarra. Serán ya la tercera versión modificada de la banda sonora del juego, pues ya tuvimos las del remake de 2017, las que se escuchan en este juego y las mencionadas de guitarra. Por último, el equipamiento conocido como "legendario" de los juegos de Monster World ahora pasa a ser de oro, se le añade el brazalete y la importante novedad de que hay que buscar las piezas de cada uno por los cofres de todo el reino. Concretamente son cinco piezas para la espada, escudo, armadura, brazalete y botas. Y existe un herrero que nos podrá forjar esos instrumentos e incluso mejorarlos. Ahora bien, no nos desesperemos que pese a estar bien escondidos todos los objetos mencionados en este párrafo existen unas gotas especiales que, canjeadas con el vendedor adecuado, nos dará pistas de la localización de los secretos.


En cuanto a los escenarios, podemos comentar que atravesaremos muchos que nos recuerdan a espacios vividos en el mítico juego de 1989 y otros nuevos. Playas, el fondo del mar, bosques, ciénagas, alcantarillas, cavernas, glaciares, un templo, nubes, un volcán, una casa encantada, un castillo... y el mundo oscuro. La dificultad de este juego no es escasa y en algunas ocasiones es francamente desesperante. Mención especial merece la etapa del volcán, que me costó un auténtico infierno y además es muy larga. Pero conseguí terminarme el juego, así que no es imposible. Con todo, existen escenas en las que se requiere reaccionar rápido y empleando las habilidades de los distintos animales. Si fallamos, tendremos que repetirlo desde el principio o al menos desde el último punto de guardado accedido. Es decir, el mecanismo de salvar partida es similar al de Monster World IV y no tiene nada de passwords como Dragon's Trap y WB in Monster World. Otra mención importante afecta a la parte de la casa encantada, en la que gracias a unos portales podemos llegar a "poseer" objetos y moverlos.

El juego tiene varios misterios y entre ellos una mini-fase muy especial. También existe otra parte en la que tenemos que recuperar unas reliquias sagradas y son objetos míticos de los juegos anteriores. Pero también una escena post-créditos que sólo puede verse si cumplimos el 100% del juego. Es decir, hacer absolutamente todos los logros (32) pero también comprar todas las armas y equipamiento y mejorar unas y otro con las gemas especiales que encontramos. Lo que sí que mencionaré aquí es que volvemos a contar con el Pepelogoo en varios momentos del juego y con poderes diferentes a los conocidos en Monster World IV.

Por último, a nivel formal tenemos unos gráficos de 2D pero muy cuidados e incluyendo sus fondos. Pero especialmente sobresale su deliciosa banda sonora en la que ha participado el mítico Yuzo Koshiro, profesional de la música de los videojuegos desde los años noventa. Es más, otro de los "secretos" al que podremos acceder si somos capaces de conseguir todas las partituras antes mencionadas, será una moneda que nos permitirá escuchar toda la banda sonora más otras melodías de juegos anteriores.

En definitiva, no puedo sino recomendar la compra y disfrute de este videojuego que me ha tenido 48 horas enganchado hasta su conclusión durante los últimos 10 días. Por si fuera poco, ha contado en su desarrollo con el asesoramiento y participación de Ryuichi Nishizawa, el creador de la franquicia. El mismo que también ha tenido su granito de arena en los remakes de Wonderboy y The Dragon's Trap.

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