domingo, 13 de julio de 2014

Visitando Bari y Alberobello

Al igual que hace unos meses, volví a Italia por motivos de trabajo y por unos días. Pero en aquella ocasión fue al norte y ahora ha sido el sur. Concretamente he estado en Bari y Alberobello. La primera es una ciudad de unos 350 mil habitantes que es capital de la provincia del mismo nombre y pertenece a la región de Puglia. Está situada en la costa y ello le confiere un atractivo especial, pero también influye el hecho de contar con un casco histórico interesante y, sobre todo, muchos lugares de concentración de jóvenes. Seguramente será porque con el mes de julio han terminado los exámenes de la Universidad. La segunda es un pueblo eminentemente turístico que se encuentra algo más al sur y que se caracteriza por tener casitas antiguas con un techado especial.

El casco histórico es un lugar agradable para pasear y en el que estar a cualquier hora del día. Muchas heladerías, sitios para comer o cenar y algún que otro pub. Es decir, la zona neurálgica de la fiesta y particuliarizada en la Piazza Mercantile. Como lugares de obligada visita (o visualización) están el castillo y la basílica de San Nícola, patrón de Bari. También está la catedral de San Sabino. Por otra parte, se puede subir a la zona alta de la ciudad y contemplar unas hermosas vistas de la costa y panorámica de la ciudad. Como curiosidad, hay que señalar que existe una avenida entre la ciudad y el casco histórico que es la Corso Vittorio Emanuele II y en la que podemos ver un montón de banderas de diversos países en las farolas. La correspondiente a España está situada justo enfrente del consulado. La zona del puerto también está muy bien, pudiendo caminar durante un buen rato de punta a punta y apreciando el suave clima. Sin embargo, el tramo reservado a la playa es muy reducido. O al menos yo no llegué a divisarlo porque el puerto se comía bastante. En la fotografía se aprecia un edificio majestuoso que es el Teatro Margherita.

Una de las cosas que más me ha sorprendido de Bari (no sé si por lo poco que me va quedando) es que parecen existir bodas todos los días. Los tres días que he estado llegué a ver a tres parejas de recién casados (una cada día) y al mismo tiempo pude ver 3 estudios de fotografía y 3 establecimientos de venta de vestidos y trajes. El catolicismo, de hecho, pega muy fuerte en Italia y más aún que en España con mucha gente asistiendo a las iglesias. Por otra parte, recomiendo encarecidamente tener mucho cuidado al cruzar los pasos de peatones. Da igual que estén regulados con semáforos porque la gente se los salta continuamente e incluso pitando a los viandantes. Una auténtica vergüenza, pero desde luego queda confirmado que los italianos tienen aún peor educación vial que nosotros.


En cuanto a Alberobello, es un bonito pueblo con un casco histórico caracterizado por un techado muy curioso. En forma de pirámide circular con piedras negras y rematadas con una figurita blanca. Son casas que tienen muchísimos años de antiguedad y algunas de ellas son tiendas de souvenirs pero existen muchas que siguen siendo viviendas normales. Fuera de ello es un pueblo que aparentemente es como uno cualquiera, pero cuando subimos unos cuesta y apreciamos todas esas casitas juntas le otorgan un valor cultural muy importante. Cada una de esas casitas se denomina Trulli y el conjunto de ellas es el Trullo. Además, esta localidad está hermanada con otras del mundo que también cuentan con un techado característico, como Charleroi en Bélgica. También existe otra ciudad en Japón, pero por desgracia no apunté su nombre.

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