domingo, 1 de diciembre de 2013

RTVV es tanca després de 24 anys

Y tras una nota simpática sobre política esta semana vamos con cosas más serias. El pasado viernes se culminó el cierre del ente público Radiotelevisión Valenciana (RTVV) y por lo tanto de Canal Nou, Punt 2 y la emisora de radio. Ha sido la triste consecuencia de, en último término, la declaración de nulidad del ERE realizado por el Gobierno de la Generalitat Valenciana por parte del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana. En el mismo se preveía un despido masivo de trabajadores añadiéndose un cúmulo de irregularidades que la Justicia detectó. Pero sin embargo todo esto viene de muy atrás, y es que la gestión del Partido Popular en la Comunidad Valenciana (en adelante CV) ha sido poco menos que desastrosa. Por si fuera poco los casos de corrupción de Gürtel y de Carlos Fabra, el despilfarro que han hecho ahora han querido solventarlo cerrando un símbolo de los valencianos.

Canal Nou era más que una televisión. Al margen de la manipulación informativa al servicio del Gobierno e turno, se trataba de un escaparate de la cultura valenciana y su lengua. En la CV no se emplea tanto su lengua como en Cataluña (que para que nadie se me enfade, son lenguas prácticamente idénticas y que apenas se diferencian en entonación, pronunciación y algunos fonemas) quizás porque no existe un sentimiento identitario nacionalista tan fuerte. Por esa circunstancia, el descontento social parece haberse enfocado más como una reacción ante lo que se entiende un atentado contra el valenciano más que como una reivindicación del mantenimiento de puestos de trabajo.

El despilfarro ha sido sencillamente brutal. Mucho más que en el caso de cualquier otra televisión autonómica. Y en estas últimas semanas, la Oposición ha denunciado estos aspectos con documentos e información que aseguran que se realizaron contratos excesivos y muy poco productivos, dilapidando dinero público en un contexto económico de expansión pero sin escatimar lo más mínimo. Por ejemplo, cuando se emitía el génesis del cotilleo: Tómbola, presentado por el mítico presentador de la cadena Ximo Rovira y con Jesús Mariñas y Kamele. Ahora con la crisis esa pelota que se ha ido hinchando ha explotado en la cara del Gobierno del PP y tras fallar el ERE fraudulento han optado por la solución más radical: cerrar el ente. Lo mejor hubiera sido organizar un modelo más realista, orientado hacia la cultura y austero. Por y para todos los valencianos. Pero no, han optado por apropiarse del ente público. Y es en realidad lo que muchas regiones han hecho, como en Madrid, Andalucía y Cataluña, donde tienen muchas televisiones autonómicas. ¿Realmente ese modelo es sostenible o sólo el nacionalismo catalán explica que haya tantas empresas? Sin embargo, ninguna de ellas lo ha gestionado tan mal como RTVV por parte del PP valenciano.



Las sonrisas y entretenimiento que ha dado Canal 9 durante sus 24 años de historia van más allá de la geografía de la CV y la Catalana. En Murcia hemos podido sintonizar este canal y ver muchos de sus programas, desde el mítico concurso de Joan Monleó (que E.P.D.) con su grito de guerra ¡a guanyar diners! hasta, sobre todo, los dibujos animados. Ningún canal estatal tenía tantos dibujos animados como este y mucho mejores que los que podíamos ver en los canales generales: Dr. Slump, Bola de drac, Muscul Man y en general animación japonesa que hizo furor y nos hizo coger simpatía a la lengua valenciana, de forma que posteriores traducciones al castellano desvirtuaban el espíritu nostálgico que el doblaje profesional de los valencianos consiguieron. Y sí, también el catalán. Lo que ocurre es que la señal era más nítida en el caso de Canal 9, pero también veíamos el Canal 33 y exactamente de las mismas series. Además, el programa que insertaba estos dibujos era realmente carismático: Club Babalá. Por otra parte, en Minut a minut podía ver algunas imágenes del Real Murcia cuando estaba en Segunda B y aún no teníamos tele. En definitiva, aprendimos a entender muy bien tanto el acento valenciano como el catalán. 

En cuanto a la radio, es digno de reseñar un programa que, pese a desaparecer hace mucho tuvo un éxito indudable: Bikini Club. Un espacio que se emitía todas las tardes, con un horario más amplio en verano en el que la gente llamaba para dedicar una canción y que se emitiera. Por lo general el estilo de canciones era de música de baile y de fiesta. De hecho, de vez en cuando organizaban la llamada Festa Bikini Club en alguna discoteca de la CV. Cómo olvidar al gran Bartual... Pero el programa se lo cargaron, al mismo tiempo que muchas cosas buenas en RTVV y ahora el nefasto gobierno de Alberto Fabra opta por esta solución dolorosa.

Honestamente pienso que, con la excepción de aquellas CCAA en que existe la necesidad de explotar, fomentar y proteger una cultura diferenciada (Cataluña, CV, Andalucía, Galicia, Euskadi), no debería existir ente público de RTV en ninguna otra región. Y yo en el pasado pensaba que todos tenían derecho, pero tiene un coste. Y es mejor que sea privado en la medida de lo posible. Nosotros no tenemos ninguna lengua que promocionar, aunque sí una cultura. La solución debe ser, para las que he señalado expresamente, un modelo de televisión autonómica más racional, austero y orientado hacia la cultura y no hacia la manipulación y dominio absoluto del partido gobernante. Y más independiente como lo es la BBC en Reino Unido. Porque señores/as, esto lo hace el PP, lo hace el PSOE, lo hace el PNV y lo hace CiU. Y el que diga que no, miente descaradamente. En el resto de CCAA debería ser un ente privado que, si bien recibiera subvenciones públicas, sus deudas dependieran de los empresarios.

1 comentario:

maginelmago dijo...

Es posible que la dosis de valenciano-catalán fuera menor que en TV3 porque, para simplificar, la mitad costera de la Comunidad Valenciana sería valencianoparlante y la mitad interior sería castellanoparlante (casi) desde la Reconquista. Aparte de la configuración social de las migraciones del siglo XX en en el entorno de la ciudad de Valencia.

Me interesa la variedad de canales que se podían sintonizar desde Murcia. Afortunados que fuisteis.