domingo, 14 de abril de 2013

La paz y tranquilidad de la música clásica

Por fin voy a poder disfrutar este fin de semana de salir y estar al lado de mi novia, después de que finalizase su estancia laboral en el extranjero. Días para disfrutar del buen tiempo y de mejores temperaturas. La primavera avanza y en el mes que a mí particularmente más me gusta. Y eso a pesar de que abril implica que me hago más viejo. En este post, identificaré esas ganas de relax y de aparcar las tensiones típicas del trabajo y del estudio con una selección de música clásica que me encanta.

Empezaremos con Canon en Re mayor de Johann Pachelbel. De las típicas canciones que tienen todos los novios (no una, sino varias), nosotros nos reservamos en el marco de la música clásica a esta misma. Hay que ver lo que me costó encontrarla y saber cuál era. Por aquél entonces no existía ni Sound Hound ni Shazam ni demás zarandajas:




La Danza Húngara nº 5 de Johannes Brahms también me trae buenos recuerdos. Aunque algo más lejanos. En concreto es una de las canciones cuya composición, ritmo, melodía y etc tuve que analizar con motivo de un trabajo de la asignatura Teoría y análisis de la música en la Universidad. Y no, no estudié Música pero como libre configuración me encantaba la idea. Y la verdad, no me arrepentí. A pesar de que tendría que escuchar la canción doscientas mil veces, pero prefiero escuchar una de este tipo que los bodrios comerciales que te meten 5 ó 6 veces al día en los 40 o Europa FM.




A continuación, una pieza relajante como es la Danza de los Mirlitones, de la obra de El Cascanueces de Tchaikovsky. Sin duda una obra magistral cuyas melodías han aparecido en infinidad de cortos animados y en alguna película. No tiene imágenes, pero me parecía más acertado colocar un vídeo que sencillamente nos ofreciera una calidad de sonido nítida.




Y ya para terminar, el impresionante Bolero de Maurice Ravel. Es una pieza más larga, pero su crescendo es digno de una obra maestra. Durante los casi quince minutos que dura, uno no se cansa de escuchar la melodía que es interpretada por numerosos instrumentos. 

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