Las gallinas ponedoras

El animal del que voy a hablar hoy no es en realidad una mascota, pero sí es doméstico y mucha gente tiene varios para su alimentación pero no para su sacrificio: se trata de la gallina. Mi padre desde siempre ha cuidado animales y hoy por hoy aún sigue encargándose de la alimentación y cuidado de gallinas ponedoras. Me parecía interesante buscar información por curiosidad y también en pequeño homenaje. Son en realidad unos animales muy tranquilos, de comportamientos rutinarios y que no precisan más de una hora de dedicación a la semana, pero que aún así requieren su atención para que podamos obtener ricos y deliciosos huevos frescos, aparte de garantizar una buena salud del animal. La gallina tiene una esperanza de vida de entre 5 y 10 años.

Espacio y gallinero.- Estas aves no precisan de demasiada libertad y pueden vivir en jaulas, que constituyen el gallinero. Eso sí, se recomienda guardar una densidad de una gallina por metro cuadrado, pues de lo contrario podrían pelearse o autolesionarse por la falta de comodidad. Si tenemos pocas podemos sacarlas al aire libre y que paseen por el jardín, se alimentarán de gusanos e insectos. Existen gallineros prefabricados muy prácticos y se aconsejan las siguientes características: debe situarse en un lugar seco de forma que se proteja a las aves del viento, estar cercado completamente con tejido metálico de forma que impida la entrada de otras aves, ser su altura de al menos 80 centímetros y acolcharse el fondo de las jaulas con serrín y paja. Ni que decir tiene que la limpieza es fundamental para evitar que las gallinas contraigan  enfermedades. El mayor problema viene con el invierno, en el que hay que extremar las precauciones, como cubrir el gallinero si no está bien resguardado  y evitar que el alimento o el agua estén congelados. Una recomendación original que he visto es poner vaselina en la cresta para protegerla del frío.

Alimentación.- Para las gallinas ponedoras es esencial comprar un pienso convencional compuesto de cereales, que venden las  cooperativas. También se les puede suministrar ajo y tomillo (hervidos con agua), pimienta, tocino y por supuesto insectos, gusanos e hierbas. Como aportes extra se les puede dar cañamones y semillas de lino (energía) y cáscaras de marisco y huevos de sepia (calcio). También es importante que tengan agua todo el día, pudiendo instalar un pequeño aparatito en el gallinero o un bebedero fácilmente accesible. En cuanto sale el sol, es cuando empiezan a tener mucha hambre, por lo que no se debería demorar en exceso su alimentación (no más tarde de las 10 de la mañana).

Puesta de huevos.- Sólo hacen una puesta al día, en todo caso, y al principio o en la noche y ni que decir tiene que una alimentación equilibrada es esencial. Nunca por la tarde, que es cuando prefieren descansar. Es importante procurar que los huevos reposen en un lugar donde no puedan romperse y de hecho las jaulas de los gallineros suelen tener un pequeño conducto (nido) donde se guardan hasta que los recojamos. Una falsa creencia es propagada por gente que se piensa que es imprescindible tener un gallo para obtener huevos, pero lo único que hace es alegrar a las gallinas y darnos pollitos. Pero incluso será peor tener a un gallo porque una vez los fecunde, ya no los podremos comer o bien se pudrirán. Una curiosidad es que las dobles yemas en los huevos aparecen sólo cuando la gallina es joven.

Muda de plumas.- Cuando las gallinas tienen alrededor de un año de vida, hacen su primera muda de plumaje. Este proceso dura unas seis semanas y tiene lugar una vez al año de forma que pierden muchas plumas desde la cabeza hasta las alas. En algunos momentos nos puede asustar que tenga tantas calvas, pero es un trámite en el que no pondrá prácticamente huevos. Si transcurre más tiempo del normal será necesario examinarla por si puede tener algún parásito.

Parásitos.- Para eliminar los piojos, ácaros y pulgas podemos utilizar unos polvos especiales que rocían tanto en el gallinero como en la propia gallina. Como medida de prevención, aparte de limpiar bien el gallinero, se puede acondicionar el mismo o la jaula con tierra y arena para que se limpien las plumas, pudiendo también añadir polvo acaricida.

Enfermedades.- Pueden sufrir de bronquitis, que es causada por el coronavirus. Se manifiesta en ruidos respiratorios, tos, secreción nasal y ojos llorosos. Lo mejor en este caso es vacunarla, porque una vez que aparece es bastante compleja de tratar. Otra es la cólera aviar, causada por una bacteria bastante letal que causa que las gallinas dejen de comer y beber, sufran de diarrea y se produzcan inflamaciones en sus patas y en sus mejillas. Suele producirse por falta de limpieza del gallinero o por comida en mal estado. Para su tratamiento se recomienda el uso de sulfas y productos específicos contra enfermedades respiratorias de las aves. La viruela aviar, por su parte, produce costras en la cresta y cara y afecta las mucosas de la garganta, boca y lengua, provocando la formación de úlceras. No existe ningún tratamiento altamente efectivo pero se recomienda usar antibióticos para evitar infecciones secundarias, así como vacunar.