El IVA... ¡otra vez p'arriba!

Terminan las vacaciones y nos toca toparnos con la subida del IVA. Una vez más, este impuesto que grava el consumo de productos y servicios es aumentado varios puntos porcentuales de forma que se va a encarecer la vida un poco más de lo que ya está. La verdad es que es la peor noticia del retorno de las vacaciones y no ayuda para nada a comenzar una nueva temporada. Se ha notado mucho la prisa de la gente por realizar adquisiciones de alto coste en el verano, como es el caso de los vehículos. De igual manera, los supermercados y gasolineras han experimentado fuertes ventas en estos últimos días de agosto. Pero por mucho que se adelanten no pueden evitar lo inevitable. Hipotecas, préstamos, transporte público o privado... En fin, titulo así este post pero debo reconocer que la frase no es mía, si no de Juan A. Ros que de esa manera me comentaba con humor su parecer. Espero que no le moleste que haya titulado así la entrada.

Pero, concretamente, ¿qué productos y qué subidas se experimentan? Afortunadamente se quedan en el 4% productos básicos como medicamentos (ya bastante hay con el copago), leche y derivados, pan, cereales, huevos, fruta, verduras y legumbres, libros, revistas y periódicos. ¡Sí! aparte de los productos básicos alimenticios no será más caro leer cómics y libros. Mirémoslo por el lado positivo. Ya el colmo hubiera sido cargarse la cultura y ello implica que los libros de texto del colegio y de institutos tampoco subirán. Y es que cada año se convierten en una pesadilla para padres.

Del 8 al 10% aumentan la compra de vivienda, el agua de consumo y regadío, las entradas a eventos deportivos, transporte público, hostelería, alquileres, reparación de edificios, semillas y fertilizantes y el resto de alimentos para personas. Pese a que los bares tienen bastante miedo por la reacción inmediata del consumidor, tarde o temprano terminarán repercutiendo el IVA al mismo. Creo que van a ser el sector más perjudicado porque cada vez la gente va tomar almuerzos más austeros o simplemente menos cervezas. Habrá quien no, pero la crisis golpea cada vez a más gente y más duro.

La subida más fuerte la experimentarán los productos cuyo IVA va del 8 al 21%. Entradas al cine y al teatro, a los conciertos, floristerías (vaya San Valentín nos espera), gimnasios (y yo que me lo estaba pensando), peluquerías, veterinarios, discotecas, pañales y hasta servicios funerarios y preservativos. Vamos, que va a encarecerse hasta morirse o disfrutar de un rato de placer. El sector más perjudicado creo que será el cine. Se va a terminar convirtiendo en un servicio de ricos y no digamos nada de las sesiones en 3-D. Tanto concienciar para que acabemos con la piratería y así lo único que se hace es rentabilizarla más.

Y del 18 al 21% suben productos muy utilizados como los coches, la gasolina, la luz, el teléfono, ADSL, electrodomésticos, cosmética e higiene, ropa y calzado. También experimentarán subidas la sanidad privada y los libros digitales, que amortiguarán su creciente moda (por desgracia). La nota positiva es que sube el tabaco (más todavía), aunque también el alcohol y eso motivará la afluencia de mayores botelleos máxime cuando las discotecas también subirán sus entradas. Y es que muchas veces a la larga compensan, más que entrar, pegarte dos bailes y marcharte con los bolsillos vacíos.

Ante estas subidas, ¿qué podemos hacer? Desde luego el panorama actual no invita a realizar muchos dispendios, sino más bien a programarnos y racionalizar mejor nuestros gastos: no salir a cenar fuera en exceso, vigilar mejor el mantenimiento de nuestro coche en vez de pensar en uno nuevo, seleccionar bien las películas que deseamos ver en cine... Podemos recurrir a otras alternativas para disfrutar en la medida que podamos. Existen pubs que no cobran por entrar y, si tienen consumición mínima puedes llevarte una petaca y pedir una Fanta como un amigo mío, jeje. O hacer ejercicio en el parque en vez de apuntarse a un gimnasio. Además, puede encontrarse una buena excusa para dejarse vicios como el tabaco. El ahorro que a los fumadores les generaría podría ser empleado en actividades más saludables. Y por último, en la compra de alimentos no básicos es fundamental comparar precios en diferentes supermercados de nuestra localidad. Los mejores compradores son los que adquieren en cada uno de ellos lo que le interesa, acorde con su bolsillo y la calidad. Los peores son los que simplemente van al que tienen más cerca para todo.