martes, 1 de mayo de 2012

A bollycao regalao, no le mires el dentao

Mucho antes de que aparecieran los cromos de los Gormiti, Bob Esponja y demás personajes que hacen las delicias de los peques de hoy día, la mítica golosina Bollycao, creada en 1972 por el grupo de alimentación español Panrico, endulzaba los paladares de los niños en sus meriendas al tiempo que sus ilusiones en forma de adhesivos, cromos u otro tipo de sorpresas coleccionables. Yo era un gran aficionado tanto de este panecillo relleno de chocolate como, especialmente, de esos cromos. Valga este post, por tanto, como homenaje a este dulce y más en concreto a esos regalitos que para ser sinceros era la máxima razón por la que lo comprábamos con asiduidad. Hoy en día ha perdido el gancho que tenía antes, más que nada porque dejó de incluir sorpresas. Pero fue un duro competidor del mítico huevo Kinder y eso ya significa mucho del poder de atracción de esta golosina española.

Los más archifamosos fueron sin duda los Tois. Una especie de extraterrestres verdes que sujetaban un cartel que expresaba, en un lenguaje vago y sin reflejar las “d” en los participios, estados graciosos: Toi cansao, toi enamorao, toi informatizao… algunos más originales que otros, pero muy divertidos y que explotaron el coleccionismo. Tuvo dos colecciones, la segunda bastante más grande que la primera (unos 65) y recuerdo anécdotas desde los cambios entre amigos de las repes, hasta cuando iba a la tienda y miraba bien el cromo (se transparentaba un poco) antes de elegir el bollycao, para evitar la aparición de esos odiosos cromos repetidos. No había nada peor a mis 7 años que encontrarme con un toi repetido. Lo último fue que cogí toda mi colección y cree una historia bastante ingeniosa, pegándolos todos en una cartulina. Desgraciadamente ya ni sé dónde andará esa recopilación.




Otra colección de la que recuerdo gratos recuerdos fue la del álbum de cromos de la Liga de fútbol de Primera división 87-88. Es más, ahí es cuando comenzó mi amor y simpatía al Real Murcia. Donde se gestó mi murcianismo futbolístico. De hecho se puede decir que de pequeño para mí estaba antes el Real Murcia y el fútbol era algo más bien secundario, que por aquél entonces no me gustaba. Me gustaba más ser del equipo de mi tierra antes que del Madrid o del Barcelona. Sin embargo, años más tarde cometería el error de vender ese álbum que no tuve relleno ni la mitad. Craso error, pues me arrepiento pese a haber recopilado unos pocos jugadores. En 1991 sacó Bollycao otro álbum de futbolistas, pero esta vez en modo caricatura y una selección de cada equipo.



Una sorpresa novedosa fueron sin duda las ventanas mágicas. Unas ventanitas de cartón en cuyo plástico, que simulaba el cristal, se dibujaba una imagen aparentemente sin nada destacable. Pero al retirar el cartón blanco (abrir la ventana), se destapa una imagen en color de fondo que añadía un gag o una situación graciosa y/o sorprendente. Arriba, en el caso del individuo que asoma en la ventana naranja, creo recordar que aparecía un mosquito picándole la cabeza.



Otra colección graciosa fueron unos carnets que acreditaban condiciones surrealistas con la imagen de un personaje encasillable en una más o menos diferenciada "tribu urbana" y un centro de expedición en spanglish. Eran sencillos, pero despertaron la curiosidad de los niños. Y por ende la mía también. Creo recordar que fueron los sucesores de otra colección parecida que representaba refranes modificados, de una forma también hilarante.



Finalmente, Bollycao promocionó a muchos juegos de Sega en una colección con las novedades más rompedoras de primeros de los noventa con una selección de 60 juegos. Algunos de ellos eran de Master System, la única consola de videojuegos que llegué a tener y quizá esta colección es la que nos animó a casi todos a comprárnosla. También hubo otra colección en la que la mascota Sonic sostenía cada una de las letras del alfabeto, lo que favorecía que con el tiempo pudiéramos aprovecharlas para crear palabras y pegarlas en nuestras libretas, libros, etc.

Y seguiré en otra ocasión hablando de coleccionismo nostálgico.

4 comentarios:

Juan A. Ros dijo...

Enhorabuena por esta magnífica entrada. No sabes los recuerdos que me han venido a la cabeza en tan sólo un momento.

Bollycao tuvo varias colecciones míticas, pero, a mi parecer, la mejor de ellas aquella que se hacía llamar: Adivina adivinanza.

Cómo me gustaba aquella colección. Cuántos Bollycaos me tuve que comer para poder conseguir los sesenta cromos diferentes.

Desgraciadamente, esta colección, junto a otras, pasaron a mejor vida. Qué le vamos a hacer...

Raw dijo...

Muchas gracias, la verdad no recuerdo exactamente esa colección (quizá era yo muy pequeño o incluso no existía xD). Pero todas ellas marcaron una época para los hoy treintañeros.

No llegué a completar ninguna, pero me quedé cerquita de la segunda de los Tois.

En Ebay se pueden conseguir algunas colecciones pero a precios muy elevados y con dudas respecto de su estado.

Juan A. Ros dijo...

Si rondas los 30 añitos, seguro que has conocido esta colección de Adivina adivinanza. No recuerdo exactamente cuando salió, pero tuvo que ser a finales de los 80. Yo tendría unos 8 añitos, más o menos, y tanto entonces como ahora, tenía una gran predilección por las colecciones. Además, si te salía el cromo premiado, te regalaban un pin con algunas de las imágenes de la colección. Yo conseguí dos, que deben estar en el interior de alguna polvorienta caja...

Raw dijo...

He visto imágenes incluso de los pines. Se ve que vino en una época en la que compraba menos, porque no recuerdo demasiado unas y otros.

De cualquier manera, gracias por aportar datos y curiosidades de otra colección más de Bollycao :D