El míster Iñaki Alonso no está consiguiendo regularidad y en esta temporada ha sido criticado por su preferencia incondicional en algunos jugadores en detrimento de otros. Pero con una plantilla económicamente modesta y siendo recién ascendido, ha conseguido alejar mucho al equipo de la zona de peligro y rozar el play-off. Y amenaza con ser uno de los pocos entrenadores de la historia del club que cumple más de dos temporadas. De este modo creo que los aspectos positivos superan a las críticas. Un notable. Analizemos a continuación la actuación de los jugadores.
En la defensa, la línea de centrales la protagonizan Jorge y Amaya, mientras que Oriol terminó siendo relegado a la suplencia y Luciano al ostracismo total, pues no se contaba con él en agosto y tan sólo ha disputado 23 minutos. Las bandas llevan el nombre de Óscar Sánchez (murciano y murcianista que despierta tanto críticas como admiraciones) y de Molinero. Está también el lateral izquierdo Párraga, pero no termina de convencer aunque últimamente ha sido titular con su compañero Óscar de extremo (posiblemente por el mejor rendimiento de este último). A mi juicio la defensa ha rendido a un nivel un poco decepcionante, pues el equipo ha sufrido más de una pájara por la lentitud de los centrales y fallos clamorosos en las bandas. Un aprobado justito.
En la delantera destaca El Ruso (Cristian), pero también es verdad que ha aprovechado las lesiones de sus compañeros. El argentino es un delantero con mucha clase, pero sus destellos de calidad aún son intermitentes y tiene mucho potencial por desarrollar. Son 5 goles y son un mérito teniendo en cuenta su largo tiempo sin entrenar. A destacar el golazo que marcó en Cartagena y supuso la victoria, aparte de una imagen-icono para el recuerdo. Borja ha sido muy criticado, pero en lo poco que ha jugado ha marcado 2 tantos y es un delantero de gran proyección, aunque cuando explote ya no podremos verlo. Del resto de delanteros hablo en el siguiente párrafo y dado que ha habido muchos lesionados, dejo esta demarcación sin calificar.
Han sido muy inoportunas las lesiones. Demasiadas las que ha sufrido en menos de 20 encuentros, destacando el caso de Kike que cayó en el área del Elche por una dura entrada y el lamentable árbitro entendió que se había tirado. Pues lleva en el dique seco desde el 3 de septiembre. También ha sido muy intermitente la intervención de Paco Sutil, un interior muy hábil y que ayuda mucho al ataque, pero las sucesivas lesiones no le han dejado progresar más. Chando ha tenido peor suerte, se lesionó en dos ocasiones, estuvo un mes en cada una ausente y no ha sido capaz aún de marcar aún siendo el máximo goleador de las dos últimas campañas. Afortunadamente Albiol ha puesto final a su larga travesía de 7 meses fuera de los terrenos de juego y reforzará en este invierno la banda derecha. Otros jugadores que estuvieron un tiempo sin jugar fueron Mario Marín y Oriol (3 semanas cada uno), Iturra, Párraga y Emilio Sánchez.
Otro problema que ha impedido una mejor clasificación es el alto volumen de tarjetas recibidas. El equipo no juega tan brusco para ello y los árbitros han castigado en exceso al conjunto grana, expulsándole jugadores en partidos que impidieron un mejor resultado. Así, siendo un conjunto que no comete demasiadas faltas en comparación con el resto, ha sufrido nueve expulsiones por roja directa: Oriol, Aguilera, El Ruso, Amaya, Iturra, Molinero, Emilio Sánchez, Pedro y Nico Varela. Y eso sin contar los expulsados por doble amarilla como Párraga en Sabadell. Los más tarjeteados han sido Óscar Sánchez con 11, Jorge con 9 e Iturra con 7. Todo esto motivó una protesta en NC contra los árbitros, pero de nada valió porque se siguieron cometiendo tropelías. Afortunadamente el equipo ha contado con recursos suficientes en momentos de numerosas bajas, como en la victoria 0-2 al Gimnástic.
De cara a la segunda vuelta, es de esperar que sobre todo el equipo saque de una vez la casta en casa y no deje que se sufra hasta el último momento, porque haciéndose fuerte en NC podrá terminar muy bien clasificado e incluso tener alguna posiblidad de jugar play-off. También es clave que no haya más problemas con las lesiones y el equipo prosiga en esa polivalencia de cara al gol, de forma que no se supediten necesariamente los goles a los delanteros, pues el gol ha venido de muchas demarcaciones y nombres. No hay excesiva dependencia de una sola persona, pero Alberto es insustituíble. Ojalá en esta segunda mitad el Real Murcia nos de sorpresas, que ya está bien de sustos durante muchos años y aunque el ascenso es casi utópico esta temporada, sí nos haga soñar. Los corazones murcianistas lo agradeceremos.
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