martes, 17 de enero de 2012

La leyenda de Monkey Island

Tarde o temprano tenía que hablar de posiblemente la saga de aventuras gráficas de ordenador más exitosa de todos los tiempos. Quizás la pionera de una nueva forma de entender estos juegos, que huyen del típico mata-mata y te hacen pensar. Se trata de Monkey Island, creada por Lucas Arts o lo que es lo mismo la compañía del mismísimo George Lucas de Star Wars. Eso sí, la idea original corresponde a Ron Gilbert (creador también de otro éxito de aventura gráfica como Maniac Mansion), responsable de los dos primeros juegos que son precisamente los más exitosos. Los dos siguientes se hicieron sin su participación, pero el último de ellos, que en realidad fue realizado por Telltale Games con la licencia de Lucas Arts, contó con él como asesor. Una de las marcas de éxito de las aventuras de Monkey Island radica sin duda en sus míticas frases, llenas de humor y que generan una fidelización con el aficionado realmente fuerte. “¡Mira allí! ¡Un mono de tres cabezas!”. También contribuye a ello que un grupo concreto de personajes aparezca siempre, junto con nuevos caracteres excéntricos que dan mucho juego. El protagonista es un pirata llamado Guybrush Threepwood, que pese a su ilegal dedicación es una persona carente de maldad cuya principal motivación es estar junto a la gobernadora Elaine Marley, de la que se enamora en el primer juego.

The Secret of Monkey Island fue lanzado en 1990 y utiliza la tecnología SCUMM como interfaz interactiva (en un cuadro señalamos la acción a tomar), en el mismo estilo que otros títulos como Indiana Jones. Se divide en cuatro capítulos de desigual duración y en el comienzo Guybrush sueña con convertirse en pirata, para lo cual deberá de cumplir una serie de pruebas. Posteriormente deberá rescatar a la gobernadora Elaine de las garras del malvado pirata fantasma LeChuck, el antagonista de la saga. Destacamos el tercer capítulo, en el que exploramos la gran isla que le da nombre al juego. En este juego conoceremos a personajes clásicos de la saga como la bruja vudú, Stan el comercial y Herman Toothroot. De los puzzles destaca el de la lucha de espadas a insultos, que en realidad se convierte en una graciosísima dialéctica de insultos y respuestas y el inolvidable instrumento del pollo de goma con polea. Una aventura muy entretenida que tuvo su remasterización en 2009, aunque se tuvo la genial idea de permitir también cambiar la partida en cualquier momento a la versión clásica. Lo bueno de la remasterización es que si nos atascamos podemos pulsar la letra H (help) y se nos ofrecerán pistas.

En vista de su gran éxito, sólo un año después se lanza Monkey Island 2: LeChuck’s Revenge. Los gráficos mejoran bastante, pero también ha tenido una remasterización en 2010, recogiéndose este título y el anterior en edición coleccionista en 2011. En este caso se introduce un nuevo malvado, que es la mano derecha de LeChuck: Largo Lagrande. En el primer capítulo tiene atemorizada a una isla. Pero lo peor es que será el causante de que su jefe resucite para vengarse y encontrar el legendario tesoro del Big Whoop, por lo que el objetivo de nuestro héroe será llegar antes que su Némesis. Nuevamente cuatro capítulos con nuevas escenas de humor, destacando un inolvidable baile de esqueletos con canción pegadiza incluida. Aparecen de nuevo personajes del anterior título, pero con un rol diferente. Esta aventura es más larga y complicada que la anterior y sin pistas resulta un desafío muy serio. Pero lo que menos me gustó fue el final, que en realidad es una parodia de las películas de George Lucas y que no tuvo continuidad en las siguientes entregas.



Habría que esperar 6 años para poder disfrutar de la tercera parte, titulada: The curse of Monkey Island, en 1997. La novedad fue que se incluyeron dos modalidades de dificultad: una sencilla y otra llamada Megamonkey que en realidad no era más complicada, sino que había que hacer más cosas. Desaparece el sistema SCUMM y ahora nos basamos en el ratón. Los capítulos son 6 y el argumento se basa en una maldición que sufre Elaine al darle Guybrush, por error, un anillo de compromiso maldito y convertirla en estatua de oro. En los puzzles, se repite el de tripulación + barco + mapa del primer juego, en una dinámica diferente, y se recupera la lucha de espadas e insultos con un nuevo repertorio (todo un acierto). Lo más destacable del guión son las explicaciones que nos da LeChuck en el capítulo 5, resolviendo muchas dudas. Tuvo sus críticas este juego por tener una dinámica de dibujos animados y un aspecto algo infantil, así como un doblaje al español que no cuadraba con la voz grave de un pirata. Pero en general encantó a los fans. Muchos personajes nuevos como los piratas de nuestra nueva tripulación y sobre todo la calavera Murray, que se convierte a partir de este juego en uno de los más carismáticos y en mi favorito.


En 2000 aparece Escape from Monkey Island, que en España se vendió como La fuga de Monkey Island. Volvemos a los cuatro capítulos. Recibió un aluvión de críticas más por sus aspectos técnicos que por el guión. Abandona la dinámica del point & click y utiliza un 3D bastante flojo, con personajes poligonales y escenarios algo sencillos. Pero lo más odioso es que no podemos utilizar el ratón y nos tenemos que conformar con el teclado. El otro punto negativo es la voz, que aún siendo del mismo actor español se convierte en ridícula por un matiz de “pito”. Los puzzles son realmente complicados y de hecho pienso que es el título más difícil de completar de toda la saga. Aún así, nos encontramos con uno de los más originales como el Monkey Kombat, una nueva pelea de insultos en lengua de mono y sin espadas. Una vez casado y regresado de luna de miel, Guybrush debe enfrentarse a nuevas amenazas protagonizadas por Kangú Mandril, un cruel empresario constructor. A destacar el regalo nostálgico de volver a la isla del primer juego y ver a un pirata de ese mismo título. El final del juego, o el último capítulo, es sorprendente y nos hacía pensar que la saga había tocado a su fin.


Pero afortunadamente no fue así. Telltale Games, compañía creada en 2004 por empleados de Lucas Arts, lanza en 2009 Tales of Monkey Island, un juego dividido en 5 capítulos que se vende en exclusiva en su página web. En 2011 se lanzó la edición coleccionista recopilándolos todos en un DVD y con pequeños obsequios. Sólo está en inglés aunque admite subtítulos en el mismo idioma. Merece la pena porque asistimos a un 3D en condiciones, de gran calidad, y unas voces más dramáticas y creíbles. La banda sonora también cumple, sin que pueda faltar la emocionante sintonía de siempre de Monkey Island. Guybrush es ya un pirata maduro y debe enfrentarse a un mal que agita el Caribe en forma de varicela que genera un inquietante y violento temperamento en piratas y ciudadanos. Para ello necesitará el poder de 'La esponja grande'. El guión está muy bien elaborado, con inesperados giros en la trama, múltiples guiños a la serie y finales de capítulo que nos dejan con los dientes largos. El punto negativo es que los puzzles parecen poco inspirados, que no manidos. Junto a los personajes míticos se introducen muchos nuevos destacando los siguientes: Mr. Winslow, nuestro timonel, De Singe, un egocéntrico médico francés, Coronado de Cava, una versión paródica de El Quijote y sobre todo Morgan Le Flay, una bella cazadora de piratas que da mucho juego en toda la aventura.

No sabemos si seguirá habiendo juegos de esta saga, pero en mi opinión sería mejor darle un adecuado descanso y no saturarlo, por lo que me parece acertado haber remasterizado los dos primeros juegos para que aficionados de los últimos juegos puedan conocer los orígenes de la aventura gráfica más popular de todos los tiempos gracias a su simpático sentido del humor y sus marcas de identidad que se han mantenido en todos los juegos.

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