miércoles, 7 de diciembre de 2011

Cuidados básicos de los conejos

Hoy me detendré en los cuidados más básicos y aconsejables en relación con los conejos. Son unos roedores que como regla general no suelen ser vistos como animal doméstico o como mascota, pero son muy listos y ello lo sabe un buen amigo mío que ha cuidado un par de ellos. Son unos animales que requieren unos cuidados bastante más minuciosos que cualquiera de los que he hablado hasta el momento y que sobre todo se caracterizan por ser muy nerviosos. Necesitan moverse continuamente y al cogerlos hay que tener mucho cuidado para evitar que de un salto puedan lastimarse. No son, pues, fáciles de domar, pero con el cariño diario en un tiempo nos tendrán respeto y nos obedecerán, a pesar de que tampoco pueden renunciar a su condición animal y en un momento dado pueden morder a sus amos si no guardamos precaución.

El alojamiento de los conejos puede ser una jaula de alambre adecuadamente grande al número de animales y al peso de los mismos. Para razas grandes serán necesarias medidas de 75 x 90 cms por conejo, las medianas 60 x 75 cms., y las pequeñas 40 x 60 cms. Estos animales necesitan moverse constantemente, puesto que la inactividad acortaría su vida por atrofiamiento de sus músculos. En cuanto a la ubicación de la casita puede ser en el exterior. Eso sí, si bien se adaptan bien a las bajas temperaturas, en los meses de verano hay que mantenerlos a la sombra porque no toleran el calor. En invierno se puede colocar un plástico rodeando la jaula, resguardando el interior de humedad y de viento. De cualquier manera siempre necesitarán una adecuada ventilación. Su temperamento nervioso les impide tolerar la convivencia con animales de otra especie.

En cuanto a su alimentación, podemos suministrarle zanahorias, lechugas, coliflores, brócoli, heno (muy bueno para su aparato digestivo), avena, cebada, trigo, aceite de germen y en definitiva alimentos ricos en fibra y carbohidratos. La dieta puede completarse con pastas de calcio, importante para su fortalecimiento. También es bueno darle un poquito de pan duro parque roa y fortalezca sus dientes. El alimento debe proveerse en recipientes secos y limpios, para prevenir la formación de bacterias. Lo que se desaconseja totalmente es que le suministremos alimentos artificiales como dulces o grasas vegetales, pues son altamente perjudiciales para su salud. También es nociva la sobrealimentación, por lo que hay que tener muy en cuenta el peso y la raza del animal. En cuanto al agua, beben mucho a diario y es fundamental (son propensos a la deshidratación si no beben), debiendo ser fresca todos los días. Los hongos en el agua pueden ser fatales. Lo más cómodo e higiénico es colocar una botella (con tubitos para que beban) que pueda albergar al menos 4 litros de agua y lo suficientemente pesada y atada como para que no se vuelque.



La limpieza de la jaula y el aseo del animal son muy importantes. Es necesario limpiar el habitáculo una vez a la semana, tanto la jaula como los recipientes de comida. También hay que cambiar los alimentos, dado que la humedad puede degradarlos. Se recomienda llenar el suelo de la jaula de virutas de madera o de paja para que esté más cómodo para el animal y también para nosotros a la hora de limpiar los excrementos. También hay que tener cuidado con la existencia de alambres rotos o bordes agudos, que puedan provocar lesiones a nuestros conejos. Dos o tres veces por semana debemos de cepillarle el pelaje para evitar la aparición de parásitos y también hay que cortarles cada cierto tiempo las uñas con un cortauñas especial para mascotas, similar al de los gatos. Se aconseja que sea realizado por un veterinario.

Vamos a continuación con las enfermedades más comunes de los conejos. En todo caso será necesaria la intervención del veterinario, aunque siempre podremos utilizar algún tratamiento previo:

Diarrea.- Es sufrida por la consumición de alimentos en mal estado o sucios, así como intoxicaciones por parásitos o virus. El conejo puede sufrir un vientre hinchado, pérdida de apetito y de vivacidad. Para prevenirla debemos de suministrarle alimentos limpios y frescos, así como abundante agua. En cuanto notemos estos síntomas, hay que dirigirlo inmediatamente al veterinario.

Llagas.- Las extremidades son las más propensas y veremos al conejo intentar acomodarse para buscar las partes más blandas de la jaula. Podemos proporcionarle superficies de apoyo, pero necesitará una pomada especial del veterinario.

Mucosidades.- Es una infección bacteriana en las vías respiratorias, pudiendo manifestarse también estornudos, ojos llorosos y dificultades respiratorias. Para evitarlo debemos alejar a nuestros conejos de fuertes cambios de temperatura propios de transiciones de estaciones. Se puede agregar clorinato al agua, pero será necesario consultar al veterinario.

Sarna.- Pueden acumularse costras en sus orejas o en otras zonas del cuerpo, por culpa de ácaros o parásitos causando fuertes irritaciones. Se aconseja tratarlos con aceite de oliva o mineral una vez al día durante 3 días. Tras el tratamiento se limpia la oreja con algodón húmedo y en todo caso se aísla del resto de conejos, siendo necesario analizarlos y también desinfectar la jaula. Pero para evitar su aparición tendremos que limpiar adecuadamente tanto la jaula como los recipientes de comida y bebida.

Ojos llorosos.- Para su tratamiento es necesario aplicar unas gotas especiales 2 ó 3 veces al día durante 4 días, manteniendo una adecuada ventilación. Puede asociarse con problemas respiratorios, como hemos indicado.

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