miércoles, 3 de agosto de 2011

Superlópez, el héroe mediterráneo

En el cómic español, tanto en seguidores como ventas, así como merchandising y sobre todo en cobertura mediática, el líder indiscutible es Mortadelo. Sin embargo, junto a Ibáñez, el otro grande de Bruguera que hoy en día sigue en el candelero es Juan López Fernández, más conocido por el seudónimo de JAN. Este historietista, nacido en Toral de los Vados (León, 1939) ha superado con creces su discapacidad de audición desde los 6 años y lleva 38 publicando las aventuras de Superlópez, aparte de haber creado otros personajes como Pulgarcito (1981-82), Superioribus, Cederrom (cuyo álbum completo saldrá por fin en septiembre de 2011) y colaborar también en los álbumes de Tadeo Jones, parodia de Indiana Jones. Su popularidad la debe fundamentalmente a Superlópez, personaje que surgió como una parodia de Superman y que protagonizó un libro para la editorial Euredit, siendo una recopilación de chistes casi todos ellos mudos. Hasta 1978 no se verían más historietas de este personaje, año en que sufriría una revolución total tanto en personajes como en desarrollo, pues ya serían aventuras largas de 62 páginas.

Superlópez, en su vida pública, empieza como un simple administrativo que dedica más tiempo a elaborar pajaritas que a trabajar, siendo odiado por su compañero Jaime que trata de delatarle siempre ante ‘el jefe’, cuyo nombre jamás de los jamases ha llegado a pronunciarse. Su novia Luisa admira a López, pero en contraposición odia a Superlópez, quien no sabe que en realidad es su novio. Conforme van avanzando los álbumes se introducen más personajes secundarios tanto amigos como enemigos. Entre los amigos destacan Chico y Martha y el Inspector Hólmez. Entre los malvados destacan como los más frecuentes el profesor Escariano Avieso y la banda de Al Trapone. Es precisamente esa continuidad de los personajes lo que enriquece mucho al desarrollo de la serie, aunque realmente no es necesario leerse primero los álbumes desde el principio para entender o disfrutar mejor de cada aventura. Un estudio exhaustivo de los personajes y los tebeos lo encontramos en la web más excelente dedicada a este personaje, la web escarolitrópica gmnésica de Superlópez del forero de la TIA.com Kaximpo, David Fraile Vieyto.

La primera aventura de nuestro personaje fue precisamente ‘Aventuras de Superlópez’. En ella se narra el origen del personaje y sus primeras aventuras con enemigos que también se burlan de los cómics de superhéroes. En la misma línea irían los dos siguientes, ‘El Supergrupo’ y ‘Todos contra uno, uno contra todos’. En ambos álbumes, Superlópez es el líder de un grupo totalmente indisciplinado de superhéroes. En estos 3 álbumes, el guión no es íntegro de Jan, sino que es compartido con Efepé. En mi modesta opinión, estas aventuras están un tanto infravaloradas y echo de menos la presencia de este grupo friki, incluso del enemigo enmascarado. A partir del álbum 4, ‘Los alienígenas’, Jan toma completamente el mando del guión de su personaje elaborando un brillante cómic, que proseguirá y consolidará una etapa en la que Superlópez y sus personajes alcanzan la mayor excentricidad y humor. Son también muy destacables ‘La caja de Pandora’, ‘Los cabecicubos’ y Los Petisos Carambanales’, unos enanitos de formas simples que llenarán los fondos de las viñetas de casi todas las aventuras. Para mí, era la mayor y mejor época del personaje.



La quiebra de Bruguera supuso que durante un par de años no existieron aventuras de Superlópez, pero se reanudaron en 1987 con Al centro de la tierra’. A partir de este álbum, Jan se centró en los llamados ‘albumes viajeros’, representando escenarios como Japón ‘La banda del Dragón Despeinado’, Camprodón (Girona) en ‘Los cerditos de Camprodón’, Grenoble (Francia) en ‘Un camello subió al tranvía en Grenoble’, lugares de Bulgaria en ‘Periplo búlgaro’. México en ‘El tesoro del Ciuacoatl’ y otros más. Al mismo tiempo dejó de orientar su humor paródico para empezar a criticar y satirizar sobre aspectos sociales, como las drogas, las mafias, el medio ambiente, la corrupción… El álbum publicado en 1994 ‘La aventura está en la esquina’, supone una sátira contra la sociedad de consumo mientras que ‘Los cibernautas’ se incardinaba en una época en la que la explosión de los ordenadores e Internet había comenzado: 1997. En el mismo año se publicó ‘El supercrack’, criticando los aspectos más bajos del balompié. Una representación genial que no deja títere con cabeza..

En la colección existen dos números en que no aparece Superlópez, sino los llamados ‘Gemelos Superlópez’. Fueron publicados entre 1995 y 1996 en la revista Zipi y Zape y posteriormente recopilados, pero su argumento se desviaba totalmente del habitual hasta que en el número30, celebrando los 25 años de Superlópez, Jan quiso establecer una conexión con su personaje como el padre extraoficial de las criaturas. Eso elimina la teoría de que su primera relación fuera con Luisa. Por motivo del embarazo, nació un niño con superpoderes, en contraposición con su hermana que carece de ellos (¿?)

Tras la trilogía de Lady Araña, en la que Jan presentó a una carismática enemiga, llegaron en 2001 los cambios más profundos, que en este caso afectaron más bien al formato. En el número 37, el Dios del bit, empezó a utilizar el ordenador para la realización de los cómics, mejorando en muchos efectos y en la calidad del color. Sin embargo, el cambio más doloroso para los fans fue la reducción de páginas de 62 a 46, por mera imposición de la editorial que redujo las páginas de los tebeos por enésima vez a la par que subir el precio. A partir del número 38, las aventuras se publicarían primero en Magos del humor y después en Fans (tapa rústica), publicándose cada dos años un Súper Humor recopilatorio de cuatro. Los temas se han seguido orientando en aspectos sociales de una forma más acusada y concreta como en la corrupción urbanística en ‘Las montañas voladoras’, la especulación en este mismo ámbito en ‘Hipotecarión’, la crisis económica en ‘¡A toda crisis!’, las campañas electorales en ‘Elecciones en Kaxim’, la gripe A en ‘El virus Frankenstein’, la inmigración en ‘El caserón fantasma’ e incluso en algunos casos adaptando novelas como ‘Tú, robot’, La brújula esdrújula’ y ‘La biblioteca inexistente’. En verdad Jan es una persona que ha leído y se ha documentado muchísimo y muy diferente. El cambio más gracioso es el de las canas de Superlópez, señal de la edad.



En mayo del presente año 2011 se publicó el nº 58 y Jan ha sabido mantener su serie que si todo sigue igual bien cumplirá 40 años en el 2013. Ojalá veamos publicado un libro dedicado a su vida y obra, aunque ya sabemos que es mucho pedir para Ediciones B, que se ha cargado la colección de tapa blanda de Superlópez y ahora mete 3 aventuras en vez de 4 en los Súper Humores. No sabemos cuántos años más disfrutaremos del héroe mediterráneo, máxime cuando el propio autor reconoce el descenso de ventas y cierta incertidumbre respecto al futuro. En ni consideración, si bien creo factible que alguien continúe Mortadelo y Filemón (Juanma Muñoz es el candidato nº 1), no me imagino a otra persona llevando Superlópez, por lo que entiendo que la jubilación/desaparición de Jan conllevaría la propia del personaje. Por el momento nuestro autor, que ya cuenta con 72 primaveras, aunque un poco cansado no ha perdido los ánimos de contar historias, porque para él su personaje es sólo un instrumento para contar las muchas historias que desea transmitir. Y es que Jan es una persona con muchas cosas interesantes que contarnos. La publicación inminente de Cederrom es una muestra de ello. Que así sea muchos años más, con esa superación que es digna de admirar.

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