viernes, 29 de julio de 2011

El veranito y sus vicisitudes

El verano ya llegó hace más de un mes, pero para los que comenzamos las vacaciones en el mes de agosto sentimos que es a partir de ahora, cuando salimos de nuestro trabajo, respiramos y decimos: ¡por fin! Pues sí, 11 meses esperándolo. Es una época que invita sobre todo al ocio, a trabajar y estudiar poco y a alargar en todo lo posible las fiestas, el tiempo durmiendo y los eventos con los amigos. Vamos, a hacer un poco el perro. Que no está mal, después de muchos meses luchando duro y madrugando todos los días. La apertura de otras ofertas lúdicas como muchas discotecas y las piscinas y el buen tiempo para ir a los SPA o a la playa son esos elementos que también nos hacen sonar la campana de que el verano ha llegado. Pero, ¿es todo bueno lo que ocurre en esta estación? Para la inmensa mayoría de las personas es su tiempo favorito, precisamente por ese matiz de esparcimiento y retiro de la monotonía y la rutina. Sin embargo también cuenta con sus demonios.

Desde finales de junio, las temperaturas aumentan considerablemente y sobre todo en el sur de España como en Sevilla, Almería o también Murcia. Hay que tener mucho cuidado con los golpes de calor que pueden sufrir sobre todo las personas mayores en la calle. Es recomendable no salir cuando hace mucho frío, pero más aún el permanecer en casa cuando las temperaturas son anormalmente altas. Recuerdo hace un par de años salir de mi trabajo y, parado en un semáforo, sorprenderme en silencio del calor que hacía. Miré a mi izquierda y vi que el termómetro callejero marcaba 47 grados. No era una broma. Fue el día más caluroso en toda España allí, en Murcia y en mucho tiempo. En casa podemos aprovechar el aire acondicionado, que en mi parecer es más recomendable que los ventiladores. Éstos pueden resfriarnos muy fácilmente porque su regulación no es muy precisa. Considero más aconsejable apurar el aire de la calle abriendo las ventanas mientras que no llegue agosto.

Si hay algo que detesto, es la tremenda afluencia de veraneantes en mi pueblo. Está bien que tengamos turismo, que es básicamente de lo que vivimos porque todavía no es San Pedro una potencia industrial. Pero resulta hastioso ir por la autovía y hasta que no pasas la salida de Murcia te quedas un buen rato atascado de la cantidad de vehículos que se desvían. Lo mismo cuando bajas de la autovía y hay atascos y colas flipantes en todas las direcciones. Odio esas situaciones con todas mis fuerzas. Molesta también, pero no tanto, ver como en tu propia villa no ya te pegas varias vueltas para aparcar, sino te atascas para atravesar un semáforo porque como vienen coches de todos lados y tienen que girar, nadie deja pasar a nadie y ahí atascados nos quedamos. Además algunos no saben ni circular por las redondas. La verdad es que el centro comercial Dos Mares de San Javier arrebata bastante turismo de ocio a San Pedro del Pinatar, y es que precisamente estos centros son una de las estrellas del verano. Hasta los topes, comprando ropa, cenando y llenando luego los cines. Un buen amigo mío me pregunta que dónde está la crisis. Yo siempre le respondo que a la fiesta y al yantar, nadie llega a rechazar.


Pero vayamos con cosas más optimistas. Aparte de los centros comerciales, el ocio se localiza sobre todo en la playa. Hay que saber elegir bien de acuerdo con nuestras preferencias. Los que busquen jugar al Voleyball tendrán que elegir una playa no muy concurrida, que bien tenga redes o que nos las llevemos nosotros y tengamos sitio. También estarán aquellos que querrán hincharse a ver desnudos. Pero para los más románticos será mejor ir a la playa más tarde, cerca de que anochezca para ver como se pone el sol o bien para dar un paseíto en la orilla. En cuanto al baño hay que respetar a rajatabla los avisos de protección civil y las banderas y recordar que no es necesario meterse demasiado adentro. Ojo con las medusas y también con las rocas que nos pueden causar lesiones. Jugar al balón en el agua es otra idea bastante divertida, para mí más que el Voleyball en la arena. Y por supuesto hay que echarse buena protección, especialmente aquellos que tenemos la piel más blanca que el Real Madrid. Y es que hay demasiada gente que toma el sol boca abajo y se echa a dormir sin tomar precauciones.Por cierto, la playa de la foto que acabo de poner es la de El Mojón de San Pedro.

La música y las canciones pegadizas se machacan hasta la saciedad en esta época. Hemos atravesado varias etapas, hubo un tiempo en que el Caribe Mix protagonizaba muchas de ellas. Básicamente se trataba de una recopilación de ritmos latinos. Sigue todavía, ero sin la misma popularidad. Posteriormente apareció el King África, con su “bomba”, sus trajes estrafalarios y sus gafas de sol. Hoy día parece que la música House domina los éxitos más bailados del verano, sin perjuicio de Shakira este año con sus estúpida canción de Rabiosa (bite me en la boca, I want you amarrao), pero con ritmos muy bailables con trompetas, saxofones, tambores y voz sexy pese a sus letras absurdas. Pero de todo esto existen unas raíces. ¡El gran Georgie Dann! No es que sea un artista muy bueno este hombre, pero me trae buenos recuerdos. Esos tiempos de ir a la playa con mis padres, cuando era yo pequeño y siempre en el Renault 127 mi padre ponía el cassette. Cuántas cosas lejanas juntas. Pero este verano el rey de la canción del verano nos sorprende con esta versión de la Barbacoa, adaptada a una campaña de Viajes El Corte Inglés. Advierto, es pegadiza y todo eso. La auténtica canción del verano 2011 :P




Las discotecas, sobre todo las de verano, se petan lo suyo. No es de extrañar que se ve a algún triunfito o granhermanito en ellas, pues la competencia en esos meses es muy alta dado el altísimo potencial de clientes que pueden acaparar. Eso sí, pagando previamente los 10 ó 15 euros de entrada que son el mal endémico de las discos del siglo XXI. Toda la vida pagando sólo la copa o el refresco si es que te lo tomas y ahora teniendo que "apoquinar" por el simple hecho de entrar. Aunque regalen una consumición. Que no es lo mismo que te den una tarjeta y te obliguen a tomar algo. El caso es que como la gente suele hacer botelleo antes, luego entra tarde y no disfruta tanto de estar en la disco, que yo la prefiero a tener que estar de plantón 3 horas. ¿Se nota que no me gusta el botelleo? En cuanto a la música que ponen reconozco que soy más de los años noventa, cuando el techno dominaba. El ambiente es muy bueno, pero a veces demasiado lleno. Entrar y que haya una marea de gente que no te deje ni andar un paso y que no sepas ni quién ni qué te ha podido meter mano hace que se te quiten las ganas de entrar. Al final se quedarán los pijos, que son los que las llenan principalmente. Los garrulos se quedan allá donde haya bebida y papeo gratis.

En definitiva un tiempo para pasarlo bien pero teniendo mucho cuidado, entre otras cosas también con los ladrones que aprovechan como siempre las multitudes para ejercer su propia campaña de verano. Viajando o permaneciendo en casa, ¡disfrutemos del verano! Y recordemos: los niños veranean casi gratiis, TODOS!! ¡Veeranean casi gratiis! ¡Bieeen! :D

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