miércoles, 12 de enero de 2022

Se viene la nueva edición de Hero Quest

El nuevo año 2022 no es sino el tercero de la era pandémica que nos ha tocado vivir, pues por el momento no tiene visos de remitir la actual situación que nos recomienda seguir con precauciones y en la medida de lo posible limitar los contactos a nuestro círculo más estrecho al menos mientras que los casos de contagio no comiencen a bajar. Una buena forma de pasar el tiempo en familia o con amigos es recurriendo a los juegos de mesa, sin pantallas ni móviles. Y aunque no haya estado listo para las pasadas Navidades, en breve saldrá la nueva versión del mítico Hero Quest.

Este juego de mesa, que se encuadra dentro del rol, fue comercializado en 1991 y además dentro de un maravilloso pack con el juego Misterios de Pekín. Tuve la suerte de recibirlo como regalo de Reyes Magos, a pesar de que sólo había pedido el primero. Se trata de un juego de tablero con cartas de hechizos y tesoros, miniaturas de personajes de juego y monstruos, un libro de misiones y muchas trampas y puertas secretas. En una época en la que el rol era un concepto no muy definido al menos para la mayoría del público, Hero Quest representó una auténtica revolución.

Se recomienda jugar un mínimo de tres personas, dado que una de ellas ejerce de lo que hoy día se conoce como "game master", es decir, el que organiza el juego. Actualmente es la persona que más imaginación debe de tener, pero con Hero Quest no hace falta en principio si sigues las misiones del libro. En este caso, se desempeña el papel de "el brujo", es decir, el malvado. Los otros jugadores deben de cumplir una misión y enfrentarse a los monstruos que aparezcan en combate singular recurriendo en su caso a cartas especiales.

No recuerdo cuánto costaba por aquél entonces. Supongo que en torno a unas 6.000 pesetas de la época, pero me puedo equivocar. El caso es que la reedición va a costar bastante más, nada menos que unos 120 euros. Me han comentado que en realidad es un precio normal, más que nada porque lo que le encarece es el número de miniaturas que contiene no ya de figuras sino de muebles y que es muy superior a la edición clásica. Nada menos que 65 miniaturas. Sin embargo, no deja de ser recomendable su compra y difícil va a ser que los nostálgicos como yo, pese a tener la edición primigenia, no se vean tentados a su adquisición. Y eso que mis niños tardarán bastantes años en alcanzar la edad para jugar conmigo.

Lo mejor que tiene este juego es que se puede crear una especie de liga en la que los mismos jugadores van atravesando las distintas 14 misiones del libro hasta llegar al final. Porque sí, recuerdo que una de ellas es la misión definitiva. Al parecer, se han revisado reglas de juego e introducido algún matiz especial para adaptarlo a los gustos presentes sin renunciar en absoluto al sabor de los años ochenta.

Ya queda menos. A partir del 25 de febrero se podrá comprar después de bastantes años de intentos, negociaciones, crowdfundings (algunos de ellos fallidos) y otro tipos de retrasos.

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