lunes, 5 de junio de 2017

Philèmon, el arte del cómic

Realmente, no es una serie de cómic conocida. De hecho, al leer el nombre de Philémon es fácil que lo primero en lo que pensemos sea en Filemón, el jefe y compañero de Mortadelo. Pero no, realmente no tiene nada que ver una historieta con la otra. A pesar de que tiene humor, la serie creada por Frederic Aristidés (más conocido como Fred) es básicamente una historieta de fantasía, surrealismo e imaginación. El protagonista es un chico joven que sin saber cómo se sumerge en un mundo paralelo gracias, en muchas ocasiones a la intervención de su tío Felicien o el señor Barthelemy, el "náufrago de la A". En compañía de alguno de estos y en todo caso de su burro parlante Anatole, traviesa una serie de islas que llevan el nombre de cada una de las letras de "Océano Atlántico" y conociendo a toda una serie de criaturas y monstruos imposibles. Quimeras de las que, sin embargo, su padre no se traga nada. Y eso que en alguna ocasión se topa con algún personaje raro.

Lo mejor de esta historieta es que es arte puro. No sólo edificando metáforas muy buenas, sino también en su impacto visual. A través de sus viñetas, Fred juega mucho con la composición de las mismas. En ocasiones utiliza una doble página para mostrar una situación muda sin bocadillos. En otras, varias de ellas constituyen una situación. Incluso existen otras escenas en las que se satiriza la propia construcción de las viñetas y los personajes se hacen partícipes de ello. Como muestra de todo lo que estoy diciendo, tenemos el siguiente ejemplo.


ECC Ediciones, en España, ha publicado en los últimos años tres tomos con la recopilación integral de todos los álbumes e historias de Philémon. Fueron publicados originariamente en Francia entre 1972 y 1987. Pero el último data de 2013, titulado El tren en el que viajan las cosas. Por diversos motivos, esta historieta se retrasó muchos años. Sin embargo, sí le dió tiempo a su autor a terminarla in extremis poco antes de su muerte. De hecho, en dicho álbum se pueden interpretar varias señales en las que Fred conoce que su vida estaba tocando a su fin. Inédito hasta ahora, se incluye en el tercer tomo, con un final que es una auténtica oda a la imaginación. Como realmente lo es la obra entera.

De los tres tomos, sin duda el mejor es el segundo. Es una absoluta obra maestra. De hecho, mientras leía ese volumen me dieron ganas de dejarlo en la mesa por un momento y ponerme a aplaudir yo solo. Me decidí a leer este cómic dadas las críticas tan positivas y sus elogios y después de haber consumido su lectura integral no puedo sino darles la razón. Por lo que recomiendo totalmente Philémon a quienes quieran probar algo diferente en la historieta.

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