domingo, 14 de septiembre de 2014

El cuidado del cerdo vietnamita

A estas alturas casi se puede pensar que he hablado de casi todos los animales domésticos. ¡Pues no! Todavía quedan. Así por ejemplo podemos hablar del cerdo vietnamita. No me refiero al típico cerdo que se compra, se ceba hasta más no poder y luego se sacrifica con motivo de la Navidad. Esa fiesta a la que le tengo respeto pero entre otras cosas se convierte en una época para engordar matando más animales de la cuenta. El actor George Clooney tuvo uno de estos que llegó a vivir hasta 18 años. Se trata de un cerdito pequeño para cuidar. Decimos pequeño porque no suele pesar demasiado como adulto, alrededor de 50 kilos y medio metro de altos de media.

Sin embargo, existe mucha gente que se resiste a seguir teniéndolo con esa dimensión. Desgraciadamente, se leen muchas noticias de cerdos de esta raza abandonados, que además desarrollan una fuerte agresividad que ya de por sí es innata en ellos. Por tanto y antes que nada lo que se recomienda es poder tener un terreno o apartado donde sepamos que de mayor pueda estar. Si no, mejor no adquirirlo. Además, en su soledad desarrollarían una elevada agresividad que es de hecho innata en ellos. El cuidado de un animal requiere responsabilidad y el acto más cobarde y vil es abandonarlo. Resumiremos muy brevemente algunos de los consejos que los expertos recomiendan.

Elección y ubicación.- Hay que elegir muy bien al cerdo. Nunca hay que coger a uno que se haya criado en estado salvaje, sino uno pequeñito que haya sido destetado en el momento oportuno. También hay que preguntar por el tamaño de sus progenitores si no lo sabemos. Para conocer hasta qué punto puede crecer. En cuanto a su ubicación, pueden estar cuando son pequeños en casa, pero cuando son mayores es preciso que puedan caminar en el jardín o en el campo. Es decir, si vivimos en una ciudad o en un piso no es precisamente adecuado comprar esta mascota. Si durante un tiempo se quedan solos, hay que evitar que puedan acceder a zonas en que se hagan daño o se entretengan buscando comida. Pueden dormir en una especie de casita como si fuera un perro con paja o hierba. Eso sí, hay que resguardarlo del frío y del calor, ya que su temperatura óptima oscila entre 18 y 23 grados aproximadamente.

Alimentación.- Son animales esencialmente omnívoros. Pueden alimentarse de cereales como la avena, cebada y maíz, frutas, verduras, carne y pescado. Dos o tres veces al día son sus comidas. Ante todo la dieta tiene que ser variada porque de lo contrario el animal desarrollaría obesidad. De hecho, tienden a ser muy glotones como todos los cerdos y podemos decir que durante todo el día no piensan en otra cosa, pero hay que controlar bien lo que comen. Por supuesto, deben beber agua fresca, hacer ejercicio y cuando se hagan más grandes pasear.

Educación y limpieza.- Hay que tener muchísima paciencia y no infundirle estrés. Deben superar el miedo inicial y ganarse nuestra confianza. Necesita sentirse integrado, porque si no mantiene contacto con nadie se perderá la posibilidad de domarlo. Y en verdad es un animalito que puede domesticarse pero que necesita su tiempo y de la atención que tengamos con él dependerá si de mayor se convertirá en un cerdo agresivo o dócil ante su amo. La disciplina es importante, pero también mostrarle mucho cariño. Acariciándole y rascándole un poco donde les gusta es importante porque se incrementará su afecto. Incluso podemos enseñarle a que hagan sus necesidades en un arenero o recipiente. En cuanto a bañarlo podemos hacerlo cada 2 ó 4 semanas, dependiendo de por dónde se mueva el cerdito.

Enfermedades.- Ante todo, hay que respetar un calendario de vacunación y desparasitación, al igual que sucede con los perros. Así podremos prevenirles de que cojan enfermedades respiratorias, rinitis (que causa estornudos), edemas en la piel, anorexia, tos, diarrea o problemas nerviosos. Ante síntomas de este tipo no cabe ninguna "automedicación", por lo que se recomienda encarecidamente acudir al veterinario.

No hay comentarios: