domingo, 14 de julio de 2013

Tim Burton, genio del cine fantástico

Hoy hablaré de nuevo de mis directores favoritos. En esta ocasión le toca a Tim Burton, un clásico dentro de la producción de cine fantástico en la actualidad. Puede que no haya alcanzado la fama del gigante del cine de aventuras Steven Spielberg, pero no por ello deja de ser una referencia dentro de este ámbito concreto del celuloide. No habría tiempo ni espacio para ir reseñando todas sus películas, pero sí me gustaría comentar algunas de ellas que me llamaron especialmente la atención y que en todo caso son igualmente recomendables.

El mundo de los no muertos le fascina bastante a este director y su primer éxito fue Beetlejuice. Se trata de una comedia en la que un matrimonio muere en un accidente de coche y, como fantasmas, se percatan de que una desagradable familia hereda la casa. Desde entonces harán todo lo posible por echarles, pero el recurso definitivo será contar con un bromista del más allá: un zombie egocéntrico, que podía transformarse y que no se toma lo más mínimo en serio. A nivel de actores, hay que destacar el protagonismo de Michael Keaton (que un año después sería Batman) y Winona Ryder, la "chica Burton" por excelencia. La película era de 1988 pero contó con unos extraordinarios efectos especiales. El éxito fue tal que motivó una serie de dibujos animados que se emitió durante dos años.

Eduardo Manostijeras es un precioso cuento de 1991 que se inserta dentro de los amores imposibles que ha representado este director en muchas de sus obras, así como la mezcla de elementos reales con fantásticos. Un tímido robot vive solitario en un castillo y sufre la inclemencia de haber quedado inacabado y portar tijeras en lugar de dedos, lo que hace complicado su relación con los demás. Una chica del pueblo se apiada de él y lo acoge en casa, experimentando por parte de los vecinos todo tipo de reacciones: curiosidad, admiración, recelo y odio. Es una de esas películas que terminas de verla y sigues pensando en ella, pasa el tiempo y los años y gusta volver a verla. Es una de las mejores cintas no ya de este autor, sino de la década de los noventa. Además, fue la que terminó de relanzar a un joven Johnny Deep.

Habría que esperar hasta 2003, con Big fish, para poder asistir a un nuevo cuento, aunque se trata de la historia de un enfermo terminal que solía contar sus batallitas recurriendo a una inusitada imaginación fantástica que ponía de los nervios a su hijo, pero ahora se siente obligado a reunirse con él ante la inminencia de la muerte de su padre. Éste, Edward Bloom, cuenta la historia de cómo conoció a su madre y las vivencias que atravesó en su juventud relatando y describiendo escenas más propias de una fábula o de un cuento de hadas. Al margen del bonito despliegue visual, asistimos a múltiples metáforas sobre la vida: sus inicios, su desarrollo y su final. Un trabajo extraordinario, aunque hay que señalar que la primera anécdota de esta película es que en un principio iba a ser dirigida por Steven Spielberg. Recibió cuatro nominaciones a los Globos de oro, otras tantas a los BAFTA y otra al Oscar a la mejor banda sonora. Sin embargo, no llegó a obtener ningún premio.


Charlie y la fábrica de chocolate esa una adaptación de 2005 de una novela en la que el protagonista es un niño que es seleccionado en un concurso cuyo premio es visitar la mayor y más espléndida fábrica de chocolate del mundo: la de Willy Wonka. Junto al pequeño Charlie Bucket le acompañan otros niños, pero todos ellos se caracterizan por algo negativo como la avaricia, la envidia, el egoísmo, la prepotencia, etc. En definitiva niños consentidos que van recibiendo un castigo o lección durante la visita. De nuevo, el escenario visual que nos ofrece Burton es fantástico, pero además viene unido a un argumento con muchas moralejas que lo convierte en un producto muy recomendable para todos los públicos. Además, es prácticamente un musical porque abundan las canciones en el desarrollo de la historia, con letras muy humorísticas y adaptadas a las desventuras que sufren los niñatos consentidos.

En 2010 se estrena Alicia en el País de las Maravillas. No es de las mejores que ha hecho y evidentemente su guión de base no es original, pero el resultado final no decepciona. Una casi desconocida Mia Wasikowska interpreta a una Alicia algo más mayor de lo habitual en los cuentos (19 años) y a mí personalmente no me terminó de convencer. Pero el resto de personajes suplen ese débil carisma de la en teoría protagonista,como una vez más Johnny Deep como el Sombrero Loco o Anne Hattaway como la Reina Blanca. Mezcla imagen real con animación por ordenador, destacando el ejército de la Reina de Corazones. Una historia un tanto alterada de la novela, pero que nos transportará a un nuevo mundo imaginario de esos que sólo Tim Burton puede construirlos en nuestra mente.

2 comentarios:

Juan A. Ros dijo...

Genial entrada dedicada al que, posiblemente, es el mejor contador de cuentos oscuros de la historia del cine: Tim Burton.

De sus manos han salido joyas como Vincent, Bitelchús, Batman, Eduardo Manostijeras, Sleepy Hollow, Big Fish, La novia cadáver y Sweeney Todd.

Si tuviese que elegir su mejor película, sin duda, me quedaría con Vincent, a pesar de sus sólo 6 minutos de duración. Memorable.

Raw dijo...

Gracias, la verdad es que es el director/productor del que más películas tengo en DVD. Sin embargo el cortometraje que mencionas no lo he visto. Tendré que buscarlo :)