viernes, 7 de diciembre de 2012

Cuidando y domando al camaleón


Un reptil no muy común de uso doméstico, pero que lo cuida más gente de lo que parece es el camaleón. Este animal procede fundamentalmente de África, donde existen más de 80 especies diferentes. También se localiza en Asia e incluso al sur de Andalucía, pero se prohíbe su caza. El tamaño de estas criaturas varía según la raza y pueden medir desde 30 a 80 cm. aproximadamente, con un cuerpo en todo caso lleno de escamas de piel dura. Los ojos se caracterizan por tener una torreta membranosa, que les permite poder moverlos independientemente. La lengua por su parte es lo suficientemente larga como para capturar a presas que se hallan lejos de él para alimentarse, mientras que curiosamente su cola permanece enrollada. Pero la cualidad física que más destaca de ellos es su habilidad para acoplar el color de su piel al fondo en el que se encuentran, con el objeto de esconderse. Una vez descritas las pequeñas particularidades de este animal, pasemos a los consejos para su cuidado.

Primeramente hay que elegir bien el ejemplar, en el sentido de que dispongamos de todas las garantías de inexistencia de enfermedades, raza, asesoramiento, etc. Un camaleón puede tener una esperanza de vida de cinco años, pero es necesario dotarle de un adecuado terrario en el que desarrolle su vida. Suelen vivir en las tiendas en habitáculos de cristal, pero en realidad pueden llegar a sufrir problemas respiratorios e incluso estrés de verse reflejado. Por otra parte, si se trata de razas que habitan en árboles, el espacio se recomienda ser más alto que ancho porque de lo contrario podrían padecer ansiedad. Mucha gente opta por construir una malla metálica o transformar una jaula de aves con una malla de mosquitero o de nylon. En cuanto a la ubicación, es preferible que esté cerca de la ventana para que le de el sol (imprescindible para su metabolismo), pero tampoco exponerlo a las corrientes. La temperatura ideal se situaría en unos 25º durante el día, rebajándolos por la noche en unos 20. El terrario tiene que tener ramas y plantas naturales para purificar el aire y bien sujetas para que el animal pueda trepar sin caerse. Se recomiendan, por ejemplo, de ficus. Por último, para recoger los excrementos se puede colocar papel de periódico en el fondo.

En cuanto a la alimentación, tenemos que tener claro que la base de su dieta son los insectos. Pero no tiene por qué comer todos los días, pues sus hábitos alimenticios no son demasiado regulares. Eso sí, la comida de insectos la tenemos que comprar en tiendas y evitar darle del exterior porque no sabemos si pueden ser venenosos o han sido tratados con elementos químicos. Los insectos pueden colocarse en un recipiente para que el camaleón pueda comérselos cuando quiera. Sus preferidos son grillos y langostas. Como complemento pueden comer fruta, pues la manzana y la pera suponen una fuente de vitaminas muy aconsejable para la salud de este reptil. Para fortalecer sus huesos, podemos añadir calcio espolvoreado en su comida habitual tres días a la semana. Finalmente, la provisión de agua deberá asegurarse mediante un sistema por goteo, con la ayuda de un pulverizador aplicándola dos veces al día sobre las plantas. También se puede colocar un pequeño recipiente para que beba directamente, pero sigue siendo importante que las plantas no se deshidraten.

En cuanto a la doma, no hay que olvidar que son animales bastante agresivos y no son para nada sociables con sus congéneres salvo para el apareamiento y tampoco con nosotros en un primer momento por su marcado sentido de la territorialidad. No se les puede estar tocando constantemente, sino tener contacto con él de forma regular. Podemos empezar dándole comida directamente desde nuestra mano para mostrarle confianza para evitar que nos muerda. Para ello, es importante observarle primero porque si notamos que se asusta lo mejor es dejarlo tranquilo y no sacarlo del terrario. Para las primeras pruebas es aconsejable llevar guantes y no cogerlo directamente con las manos, sino que trepe por una ramita. Una vez que nos deje tocarlo, podemos acariciarlo con un dedo e intentar animarle para que suba por nuestra mano. 

En cuanto a las enfermedades que pueden sufrir, destacamos las siguientes y sus alternativas para curarlas o prevenirlas, siguiendo a Ana Belén Sierra de la web Misterios de la naturaleza, autora de este excelente cuadro sobre todas las enfermedades de los camaleones:

Los daños más comunes son los debidos a golpes o heridas, debido a caídas o la existencia de bordes cortantes con posibilidad de hematoma. Hay que lavar bien esas zonas con una solución de agua y Betadine si son leves. Si son más graves, se puede aplicar Thrombocid. En caso de amputaciones y lesiones de gravedad, es imprescindible consultar al veterinario.

Las infecciones oculares son una de las mayores molestias, debido a una infección de ácaros o falta de humedad, que provocan que permanezca con el ojo cerrado. Podremos lavarle los ojos con manzanilla y someterlo a un baño de agua tibia si el dolor es leve. De ser grave, es necesario preguntar al veterinario y que le aplique una pomada especial.

La carencia o exceso de vitaminas, por culpa de una dieta desequilibrada, puede causarle problemas en ambos casos. En el primero, podemos detectar ciertos comportamientos torpes del animal como sacar poco la lengua, caerse continuamente, etc. Un exceso de proteínas puede ocasionar insuficiencia renal o retención de heces en su intestino, por lo que aparte de un adecuado ajuste de la dieta será una vez más necesario acudir al especialista.

Por último está la hipertermia, provocada por golpes de calor. Se pueden manifestar en una salivación extrema, permanecer con la boca abierta o con los ojos hundidos. Se recomienda usar suero fisiológico y bañarlo a menudo, sin ser necesario en principio acudir al veterinario.

3 comentarios:

Hergest dijo...

Enhorabuena por la entrada Raw. Esta todo muy bien resumido y explicado, yo que he tenido camaleones, me hubiera gustado haberla leído antes.
Saludos.

Raw dijo...

Gracias, Hergest. Me alegro de que te haya gustado :) son unos animales poco habituales en las casas, pero que requieren su atención como cualquier otro doméstico.

Unknown dijo...

Que curiosa la vida de este animal. No he tenido el placer de tener ninguno cerca, quién sabe algún día.
Un abrazo.