Hermanos y Hermanas, bienaventurados seáis en este año nuevo que se aproxima y que se materialicen todas vuestras esperanzas de paz y gozo, pues que no falte la sonrisa será primordial en cada uno de esos doce meses. Doce como las campanadas. Doce como los del patíbulo. Total, que no os olvidéis de portaros bien para que si Papá Noel no os ha traído regalos por ser unos malandrines, al menos que los Reyes Magos lo hagan. Mas si vuestra templanza, caridad y modestia han sido suficientes, lo mismo os encontráis al hijo de Dios, Jesucristo, por las calles o los parques, aparte de retirando cigarillos al que incumpla la Ley, alegrándonos un poquito el día con sus milagros.
Así, como sabemos, el hijo del creador es capaz de convertir el agua en vino. Si Ernesto de Hannover pasara por allí...:
Puede asegurarnos una buena pesca y de paso dejar de comer tanta carne que lo único que nos hace es engordar:
Jesús es vida y puede devolverle la alegría a una niña resucitándole a su mascota:
También es capaz de hacer volver a caminar a un inválido y de levitar en conmemoración de su milagro:
Y finalmente es capaz de multiplicar el dinero en agradecimiento a nuestra caridad:
Sed buenos y buenas y no olvidad que El sentido del humor es sentido de inteligencia.
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