Las sagas, entendidas en un concepto amplio, siempre implican la necesidad de desarrollar y tratar de mejorar, aprovechando los recursos disponibles. En el campo de los videojuegos, quiero hablar de la de Duke Nukem, que este año ha cumplido su 20º aniversario y que casualmente ha coincidido con el lanzamiento del título Duke Nukem Forever, largamente esperado y que a mi juicio ha recibido críticas demasiado duras cuando en realidad considero que es bastante recomendable. El protagonista es una especie de cruce entre el humor sarcástico de Bruce Willies, los músculos de Arnold Schwarzenegger y la sangre fría de Sylvester Stallone. Un héroe carismático, políticamente incorrecto, algo machista, egocéntrico y aficionado a soltar frases lapidarias mientras reparte leña a los malosos. Se presenta voluntario para salvar a la tierra de los alienígenas, así como rescatar a bellas mujeres secuestradas que de alguna manera le agradecerán su ayuda. Se trata pues de una saga de juegos de acción cuya compañía creadora fue Apogee Software, posteriormente fue desarrollada por 3D Realms y tras su desaparición por Gearbox, fundada por ex miembros de la anterior.
Los primeros títulos, más que de acción son propiamente de plataformas y el objetivo es el de llegar al final de cada fase eliminado en el camino a los monstruos, recolectando ítems que mejoran nuestras armas y recuperan nuestros puntos de salud, en un escenario 2D similar a los juegos de videoconsolas de 8 bits. Ambos salieron para MS-DOS. El primero fue Duke Nukem (1991). Nuestro héroe es contratado por la CIA para capturar al Dr. Proton, que pretende conquistar el mundo con sus robots. Son 3 capítulos y atravesaremos la ciudad, una base secreta en la Luna y finalmente viajes en el tiempo. La continuación fue Duke Nukem 2 (1993), que tiene por malvado a Rigelatins, que secuestra a nuestro héroe en medio de una entrevista para aprovechar su cerebro y preparar un ataque a la tierra. Duke logra zafarse y debe una vez más acabar con la amenaza. En este juego tiene más personalidad, aunque la censura es algo mayor. Fue reutilizado en 1999 para la consola portable GameBoy Color.
El pelotazo tendría lugar con Duke Nukem 3D, que vio la luz en 1996 y resultó ser un éxito indiscutible pese a competir con joyas como Quake. ¿Las claves de su éxito? En esta aventura, en la que por primera vez los malvados son aliens, se adapta a un formato que empezaba a causar furor: el shooter de acción en 3 dimensiones y en primera persona. Aprovecha los avances para desarrollar una buena gama de frases lapidarias del prota con Jon St. Jhon de doblador, dotándole al protagonista de un carisma espectacular. Técnicamente las mejoras favorecen escenarios de grandes proporciones y muy detallados que encierran muchas áreas secretas con interesantes ítemes y una exploración a fondo en cada nivel. La ambientación también está muy conseguida con cines, hoteles, restaurantes, aseos y por no hablar de los gruñidos de los alienígenas y las explosiones. Existen muchas referencias “picantes”, como streepers que hacen top less o bailarinas semidesnudas. Además, el arsenal de nuestro héroe se ve fuertemente mejorado con una amplia gama de armas como una escopeta, ametralladora, lanzagranadas, bombas de detonación remota, un congelador que paraliza, un reductor o mi preferido el devastador (cohetes explosivos).
Se incluyeron 3 capítulos de una buena cantidad de niveles cada uno, pero poco después se lanzó una expansión llamada ‘Atomic Edition’ que añadía un cuarto capítulo al juego original. Este título se recuperó años después en la consola Nintendo 64 respetando fielmente su aspecto y estructura. No podemos olvidarnos de la canción piloto de la banda sonora de este videojuego, cuya versión original está compuesta por el grupo de metal Megadeth.
En el año 2002 llegaría otro título (disponible para PC y X-box 360), para celebrar los 10 años de Duke Nukem: Manhattan Project. Debemos detener a Mech Morphix, que pretende dominar Manhattan mediante una sustancia tóxica (el GLOPP) que muta a criaturas en bestias horribles que arman el taco en la ciudad. Para colmo ha secuestrado a las chicas. Vuelve a las plataformas y a la perspectiva de 2D, pues a pesar de que existen cambios de planos el desarrollo no deja de ser lineal. No obstante este juego no decepcionó a los fans, pues incluía muchos niveles (8 fases de 3 partes cada una), una buena gama de armas y la misión en cada fase de encontrar unas tarjetas que nos permitieran avanzar. Gráficamente los escenarios son bastante repetitivos entre las partes de una misma fase y las texturas son bastante modestas. Eso sí, los efectos lumínicos están bien conseguidos y podemos jugar con el zoom de la cámara. El sonido está bastante bien, lo mejor es que incluye de nuevo a Jon St. John como doblador. Una de las grandes novedades fue la introducción de la barra de EGO, que nos marca el número de puntos de vida y que puede incrementarse con determinados ítems, con algunos de forma permanente como los “nukes”. Al final de cada fase nos encontraremos con un boss en este juego que implica un reto hasta a los más expertos.
Y llegamos a 2011. Tras una larga espera de 14 años por fin ve la luz y sin más retrasos Duke Nukem Forever. Disponible para PC, Playstation 3 y X-Box 360. Nuevamente contra los aliens, se retorna a la exitosa perspectiva de 3D en primera persona estructurándose el juego en 23 capítulos (algunos de ellos de varias fases). Se le critica un fuerte atraso técnico respecto a los juegos de acción actuales, lo cual se nota más en los personajes, que parecen marionetas sin expresividad. La estructura de los niveles es más simple y lineal, sin lugar a la exploración y sin áreas secretas. Otro aspecto negativo es la modalidad de grabar partida, eliminándose la posibilidad de guardarla cuando queramos y sustituyéndose por el “punto de control”, lo que eleva la dificultad. Otro punto que también me fastidia es que sólo puede llevar 2 armas a la vez, cuando en los juegos anteriores podía llevar todas las que quisiera y más. Desaparecen los botiquines, rellenándose la vida ejecutando aliens o atrincherándonos.
Las cosas positivas, que me gustaría resaltar, son las siguientes: está totalmente traducido al castellano, con lo que podremos disfrutar mejor de las frases lapidarias de nuestro Duke, que recupera tanto las míticas como nuevas. DNF es un juego de acción que en más de un escenario requiere trazar una estrategia para eliminar a los enemigos y pensar un poco. Será necesario hacer uso de elementos como la cerveza (que nos hace más duros un tiempo), los esteroides (dopantes que nos incrementan la fuerza) o movernos rápidamente y escondernos cual Rambo. Tiene muchos escenarios a lo largo de un juego que se nos hará larguísimo y la estructura de las fases es variada, huyendo de la monotonía. Los logros, elemento habitual en los juegos de rol y que tanto motivan, podremos activarlos si nos conectamos a Internet. También existen muchos elementos de interacción y mini juegos que nos permitirán aumentar nuestros puntos de EGO. Se recupera el jet-pack de DN -3D.
Finalmente, este título aprovecha las posibilidades de la plataforma Steam, en la que muchos juegos se están incorporando como una especie de comunidad online, en la que podemos actualizar gratuitamente nuestros juegos y desbloquear logros, que en la modalidad sin conexión no están disponibles. También resulta curioso el escenario “mi picadero”, que en realidad es como la casa de nuestro personaje. Mi calificación es de un 7.
Los primeros títulos, más que de acción son propiamente de plataformas y el objetivo es el de llegar al final de cada fase eliminado en el camino a los monstruos, recolectando ítems que mejoran nuestras armas y recuperan nuestros puntos de salud, en un escenario 2D similar a los juegos de videoconsolas de 8 bits. Ambos salieron para MS-DOS. El primero fue Duke Nukem (1991). Nuestro héroe es contratado por la CIA para capturar al Dr. Proton, que pretende conquistar el mundo con sus robots. Son 3 capítulos y atravesaremos la ciudad, una base secreta en la Luna y finalmente viajes en el tiempo. La continuación fue Duke Nukem 2 (1993), que tiene por malvado a Rigelatins, que secuestra a nuestro héroe en medio de una entrevista para aprovechar su cerebro y preparar un ataque a la tierra. Duke logra zafarse y debe una vez más acabar con la amenaza. En este juego tiene más personalidad, aunque la censura es algo mayor. Fue reutilizado en 1999 para la consola portable GameBoy Color.
El pelotazo tendría lugar con Duke Nukem 3D, que vio la luz en 1996 y resultó ser un éxito indiscutible pese a competir con joyas como Quake. ¿Las claves de su éxito? En esta aventura, en la que por primera vez los malvados son aliens, se adapta a un formato que empezaba a causar furor: el shooter de acción en 3 dimensiones y en primera persona. Aprovecha los avances para desarrollar una buena gama de frases lapidarias del prota con Jon St. Jhon de doblador, dotándole al protagonista de un carisma espectacular. Técnicamente las mejoras favorecen escenarios de grandes proporciones y muy detallados que encierran muchas áreas secretas con interesantes ítemes y una exploración a fondo en cada nivel. La ambientación también está muy conseguida con cines, hoteles, restaurantes, aseos y por no hablar de los gruñidos de los alienígenas y las explosiones. Existen muchas referencias “picantes”, como streepers que hacen top less o bailarinas semidesnudas. Además, el arsenal de nuestro héroe se ve fuertemente mejorado con una amplia gama de armas como una escopeta, ametralladora, lanzagranadas, bombas de detonación remota, un congelador que paraliza, un reductor o mi preferido el devastador (cohetes explosivos).
Se incluyeron 3 capítulos de una buena cantidad de niveles cada uno, pero poco después se lanzó una expansión llamada ‘Atomic Edition’ que añadía un cuarto capítulo al juego original. Este título se recuperó años después en la consola Nintendo 64 respetando fielmente su aspecto y estructura. No podemos olvidarnos de la canción piloto de la banda sonora de este videojuego, cuya versión original está compuesta por el grupo de metal Megadeth.
En el año 2002 llegaría otro título (disponible para PC y X-box 360), para celebrar los 10 años de Duke Nukem: Manhattan Project. Debemos detener a Mech Morphix, que pretende dominar Manhattan mediante una sustancia tóxica (el GLOPP) que muta a criaturas en bestias horribles que arman el taco en la ciudad. Para colmo ha secuestrado a las chicas. Vuelve a las plataformas y a la perspectiva de 2D, pues a pesar de que existen cambios de planos el desarrollo no deja de ser lineal. No obstante este juego no decepcionó a los fans, pues incluía muchos niveles (8 fases de 3 partes cada una), una buena gama de armas y la misión en cada fase de encontrar unas tarjetas que nos permitieran avanzar. Gráficamente los escenarios son bastante repetitivos entre las partes de una misma fase y las texturas son bastante modestas. Eso sí, los efectos lumínicos están bien conseguidos y podemos jugar con el zoom de la cámara. El sonido está bastante bien, lo mejor es que incluye de nuevo a Jon St. John como doblador. Una de las grandes novedades fue la introducción de la barra de EGO, que nos marca el número de puntos de vida y que puede incrementarse con determinados ítems, con algunos de forma permanente como los “nukes”. Al final de cada fase nos encontraremos con un boss en este juego que implica un reto hasta a los más expertos.
Y llegamos a 2011. Tras una larga espera de 14 años por fin ve la luz y sin más retrasos Duke Nukem Forever. Disponible para PC, Playstation 3 y X-Box 360. Nuevamente contra los aliens, se retorna a la exitosa perspectiva de 3D en primera persona estructurándose el juego en 23 capítulos (algunos de ellos de varias fases). Se le critica un fuerte atraso técnico respecto a los juegos de acción actuales, lo cual se nota más en los personajes, que parecen marionetas sin expresividad. La estructura de los niveles es más simple y lineal, sin lugar a la exploración y sin áreas secretas. Otro aspecto negativo es la modalidad de grabar partida, eliminándose la posibilidad de guardarla cuando queramos y sustituyéndose por el “punto de control”, lo que eleva la dificultad. Otro punto que también me fastidia es que sólo puede llevar 2 armas a la vez, cuando en los juegos anteriores podía llevar todas las que quisiera y más. Desaparecen los botiquines, rellenándose la vida ejecutando aliens o atrincherándonos.
Las cosas positivas, que me gustaría resaltar, son las siguientes: está totalmente traducido al castellano, con lo que podremos disfrutar mejor de las frases lapidarias de nuestro Duke, que recupera tanto las míticas como nuevas. DNF es un juego de acción que en más de un escenario requiere trazar una estrategia para eliminar a los enemigos y pensar un poco. Será necesario hacer uso de elementos como la cerveza (que nos hace más duros un tiempo), los esteroides (dopantes que nos incrementan la fuerza) o movernos rápidamente y escondernos cual Rambo. Tiene muchos escenarios a lo largo de un juego que se nos hará larguísimo y la estructura de las fases es variada, huyendo de la monotonía. Los logros, elemento habitual en los juegos de rol y que tanto motivan, podremos activarlos si nos conectamos a Internet. También existen muchos elementos de interacción y mini juegos que nos permitirán aumentar nuestros puntos de EGO. Se recupera el jet-pack de DN -3D.
Finalmente, este título aprovecha las posibilidades de la plataforma Steam, en la que muchos juegos se están incorporando como una especie de comunidad online, en la que podemos actualizar gratuitamente nuestros juegos y desbloquear logros, que en la modalidad sin conexión no están disponibles. También resulta curioso el escenario “mi picadero”, que en realidad es como la casa de nuestro personaje. Mi calificación es de un 7.
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