jueves, 23 de junio de 2011

El perro, fiel y cariñoso

Hasta ahora he hablado de mis animales favoritos, pero no he hablado del más común, el que en realidad gusta más a la gente por diversas razones y que más atención requiere: el perro. Dedico este post a mi Charo que sueña con poder tener un perrito desde pequeña. Es un animal más inteligente de lo que parece, pues un ladrido, una mirada, un movimiento… pueden expresar muchos sentimientos, cosa que otros muchos animales no pueden y rara vez pueden ser capaces de expresar esas sensaciones. Tampoco pueden mostrar cariño, como el perro sí que es capaz de hacerlo y lo que es más emotivo, llegar a defender a su amo de posibles amenazas. Dicen que es el mejor amigo del hombre y de hecho con una buena educación pueden desarrollar una auténtica relación de lealtad y respeto a sus amos. Pero para ello es necesario cuidarlo bien, pues para muchos niños y no tan niños un perro no es un juguete, sino un ser vivo que necesita alimento, atención y cariño.


Existen muchísimas razas de perros. Están los Yorkshire, que son pequeños y tienen una fuerte tendencia de ladrar mucho y mordisquearlo todo, a pesar de que son de los que más gustan a la gente, como a mi Charo que es su perro favorito. A su favor es que es muy juguetón y leal. Los Collie son los también llamados “Lassie” y sin duda se popularizaron a raíz de la famosa serie. Otro perro “popular” es el Fox Terrier, también conocido como Milú (el can de Tintín). Es un poco tozudo, puede pelearse con otros perros y necesita una educación continua de su amo. Es muy activo, explora su entorno y necesita jugar constantemente. También hay muchos otros pequeños, como es el caso del Chihuaha que lo prefieren mucho las clases altas. Sin embargo, existen otros perros con los que hay que andarse con mucho cuidado por su agresividad, como los Rotweiller o los Bulldog. Pero el más famoso de todos considero que es el Pastor Alemán. Muy ágil, alerta y de gran vitalidad. Mirando una imagen de estos perros casi parezco ver a mi “Tarzán”, el único perro que he tenido en toda mi vida. Una enfermedad se lo llevó para siempre, recordando mi madre sus ojos.

Lo primero que hay que facilitar a los perros es un buen habitáculo. Los que tienen jardín pueden habilitarle una casita, pero el problema viene cuando permanecen en casa. Existen muchas tiendas en las que se pueden comprar colchones o pequeñas casitas para que el perro descanse. Evidentemente cuando es pequeño el problema es menor, por lo que considero que los perros grandes son más bien para permanecer en los patios o jardines. También se hace importante dotarles de juguetes, que aparte de mantenerlos entretenidos pueden evitar que les de por morder cojines, cortinas o otros elementos del hogar. Pero los perros no podemos encerrarlos, necesitan salir a pasear y correr para no sentirse aislados o agobiados, pues de lo contrario aumentaría su agresividad. Da igual donde los llevemos, pero lo importante es que durante un rato disfruten de libertad. Y tampoco nos debemos olvidar de limpiar y retirar los excrementos, especialmente en los jardínes públicos.

En cuanto a la comida, los consejos que he visto por la red apuntan a lo siguiente: Se les debe proveer de agua fresca y hay que mirar muy bien las etiquetas de los botes, pues es importante que sean ricos en proteínas y vitaminas y sea lo más natural posible, para que se fortalezca su dentadura libre de sarro. En los envases suelen indicar la cantidad de comida dependiendo de la edad y peso del perro, pero las necesidades particulares de cada can pueden sugerir modularla (ejercicio que realiza). De igual forma, muchos botes y bolsas están pensados para una concreta raza o peso. En cuanto a nutrientes, en el mercado existen mucho más los destinados a cachorros que adultos y por supuesto de pequeños requieren una alimentación muy distinta. Por otra parte, puede también presentarse el problema del sobrepeso, que requerirá una dieta especial baja en calorías y por supuesto consultar al veterinario. La comida puede ser también un refuerzo positivo para premiar al perro por portarse bien, pero sería un craso error no dársela por algo malo. Mantener un perro hambriento puede tener consecuencias negativas en su comportamiento.

El perro puede desarrollar un proceso de aprendizaje gracias a su amo, de forma que no sólo muestre alegría al verlo llegar (moviendo la cola, lametones…) sino que obedezca para venir hacia donde está, sentarse o dejar de hacer algo. Pero el problema es cuando ve a terceras personas y puede verlas como enemigos. Es importante hacerle enseñar al can que no puede atacar a cualquiera, lo de menos es que les ladre, pero sí evitar que pueda hacer daño. Para los más peligrosos existen bozales que no les tapan la boca, pero sí son una especie de vaso de plástico a modo de collar. No siempre es fácil enseñar al perro y dependerá de la docilidad asociada a su raza y temperamento. Los más expertos y responsables conseguirán que hasta el más agresivo respete al máximo las órdenes de su amo. Pero también es importante que, para que no se sientan deprimidos, les prestemos una adecuada atención jugando con ellos, no sólo dándoles comida y mandándoles, se tienen que sentir queridos y que tienen un hueco en la vida de su amo.


Algunas enfermedades que pueden sufrir los perros:

La Rabia.- Es una enfermedad grave que ha cobrado muchas vidas por lo que es importante que cada año todos los peros y los gatos sean vacunados. Una de las principales causas es el elevado número de animales callejeros. Es importante que los vacunen y desparasiten, y aprovechen las campañas de esterilización gratuita con el fin de evitar el crecimiento desmedido de estos animales que muchas veces sólo tienen dueños ocasionales. No hay tratamiento posterior, un perro “rabioso” sólo podrá ser sacrificado, así que más vale prevenir.


En la piel.- Puede ser atacado por parásitos, especialmente en verano. Se rasca y lame continuamente y pueden verse zonas sin pelo inflamadas, sangrando o con costras. La Pioderma es una infección bacteriana que tiene lugar por el exceso de humedad, con parecidos síntomas. Se debe bañar al animal con jabones antipulgas y productos recetados por el veterinario.

Aparato gastrointestinal.- Existen enfermedades víricas que también se pueden prevenir por vacunación, como el moquillo. Sus síntomas son vómitos o rechazo de la comida, fiebre, extreñimiento o diarrea… La intoxicación pueden ser producida por insecticidas, desinfectantes, venenos, plantas…Si notamos estos síntomas debemos de llevarlo inmediatamente al veterinario.

Aparato respiratorio.- Pueden tener problemas de tos, fiebre y mucosidad. Para evitarlos es importante la limpieza del área en que se encuentre. Podemos limpiar y desinfectar con cloro, hipoclorito de sodio o clorhexidina la zona donde vive, especialmente si convive con otras mascotas. Es importante actuar pronto, ya que si la infección va a más se puede convertir en neumonía.

Ojos.- Pueden sufrir conjuntivitis. Los síntomas son ojos enrojecidos y/o cerrados, lagrimeo excesivo y párpados inflamados. Podemos lavarles los ojos varias veces al día durante un breve tiempo con agua tibia de manzanilla, empleando un algodón. Si en diez días no ha mejorado, deberemos llevarlo al veterinario.

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