domingo, 3 de febrero de 2013

Cuidando a los peces tropicales

Hace un tiempo dediqué un post al cuidado de los peces de agua dulce. En el de hoy me detendré en los de agua salada, que no son sino los tropicales. Son animales de preciosos coloridos, mucho más fascinantes que los anteriores. No pueden vivir en una pecera con únicamente la típica agua del grifo, porque les restaría vida y color y contraerían múltiples enfermedades. Son por lo tanto unos peces delicados que necesitan cuidados más complejos que los otros y se hace necesario consultar bien los aspectos que debemos seguir para proporcionarle una adecuada calidad de vida. Las especies más populares de peces tropicales son el pez payaso y el pez ángel (angelfish).

En lo que afecta al acuario, el tanque es mucho más grande que los habituales de los de agua dulce y debemos de guardar una proporción mayor de litros de agua por cada pez. El motivo es que los tropicales están acostumbrados a vivir en el enorme océano. Podemos añadir un pez por cada 10 litros, aproximadamente. Como accesorios al tanque, tendremos que contar por supuesto con una tapa, un filtro, un calentador, luz interior, el termostato para regular la temperatura, un hidrómetro para medir la salinidad del agua y grava para el fondo. Cuando agreguemos los peces, tenemos que hacerlo poco a poco porque necesitarán un tiempo para irse acostumbrando. De lo contrario, aunque tengan espacio puede acortársele la vida por estrés.

Respecto al agua, se precisa de mar sintética, que se puede obtener añadiendo a la de grifo preparados de sales marinas que venden en las tiendas. Siguiendo las instrucciones del paquete para fabricar la mezcla, la fabricamos hasta que se disuelva por completo. Posteriormente vamos llenando el tanque obviamente antes de introducir los peces. Posteriormente, debemos de establecer una medida con el hidrómetro, de forma que el nivel de sal se encuentre entre 1,020 y 1,023. Por último hay que añadir la grava y las plantas y regular bien la temperatura entre 70 y 80 grados Fahrenheit a no ser que la especie propia del pez recomiende otra diferente (preguntad en la tienda). Eso sí, que para nada se nos ocurra coger agua de la playa, porque muy probablemente se encontraría contaminada y podría matar a nuestros peces. Aunque no venga muy a cuento, a mí no me gusta bañarme en la playa y sé de lo que hablo... Por último, hay que limpiar el agua cada dos días, lo que pronto nos dará una idea de la mayor complicación de su cuidado.


En cuanto a la alimentación, hay que distinguir los herbívoros de los carnívoros. Los primeros tienen los intestinos más largos y por lo tanto tardan más en procesar el alimento. Los más conocidos son los Tang y los peces ángel. Se alimentan básicamente de algas, pero necesitarán como complemento productos frescos que también se venden en las tiendas. Lo ideal es proporcionarles cada día y en pequeñas cantidades las algas y los complementos 2 ó 3 veces a la semana. Los carnívoros, como las pirañas, tienen los intestinos cortos y tardan menos en extraer las proteínas de origen animal. Son menos regulares en su alimentación y podrán saciarse en un momento dado.  Pueden alimentarse con gusanos y pequeños trozos de carne cruda y productos vitaminados de las tiendas. Hay que tener mucho cuidado con no juntarlos con peces de otras especies o el resultado puede ser... bueno, nos lo podemos imaginar. También están los omnívoros, los más fáciles de alimentar como el pez payaso porque les bastará botes vitaminados.

Enfermedades de los peces tropicales.- Por lo general pueden contraerlas debido a las malas condiciones del agua o cuando existe una cantidad excesiva de nitratos o inadecuada de salinidad. Las más comunes son las siguientes:

Infecciones bacterianas: les aparece una lámina gris en los ojos y las aletas adquieren un color rojizo. Las tiendas de los veterinarios pueden vendernos los medicamentos necesarios.

Terciopelo: los peces respiran con rapidez y tratan de frotarse en las paredes del tanque para liberarse de parásitos. Este caso es de los más urgentes y hay que suministrarle el medicamento lo antes posible, ya que de lo contrario empeora e inevitablemente muere.

Puntos negros: es la misma que les ocurre también a los peces de agua dulce, llenándose su piel de manchas negras. Es muy parecida al Ich, sólo que son manchas blancas y muy contagiosas.

Venenos o toxinas: si nadan de forma errática o sus aletas se mueven más rápido de lo normal, puede ser que el agua esté infectada. Tendrán que ser trasladados a otro tanque en cuarentena (observación) y cambiar el agua del principal.

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